Splice: Experimento mortal
5.0
10,583
Ciencia ficción. Thriller. Terror
Clive (Adrien Brody) y Elsa (Sarah Polley) son dos brillantes científicos que, por medio de la ingeniería genética, se dedican a crear variaciones de especies conocidas. Aunque han alcanzado el éxito, su ambición les hará perder el control, cuando, en secreto, decidan llevar sus experimentos más allá de la moral. Combinando ADN humano en sus experimentos genéticos obtendrán un nuevo escalón en el árbol evolutivo actual. (FILMAFFINITY)
22 de septiembre de 2023
22 de septiembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En líneas generales, “Splice: experimento mortal” me gusta porque logra construir un entramado técnico convincente en lo que se refiere a experimentos genéticos cuestionables en un laboratorio de ubicación cronológica indeterminada (que se intuye un futuro próximo). Veo la ambientación y la atmósfera que logra la película y me puedo creer que dos biólogos, genetistas, ingenieros o lo que sean, logren crear lo que, en definitiva, es una nueva revisión del mito del Monstruo de Frankenstein pero con los fundamentos esperables en un producto que entiende correctamente qué es la ciencia ficción. Además de la buena mano de su director, ayudan bastante las potentes interpretaciones del algo infravalorado (en gran parte por sus mejorables elecciones a la hora de elegir dónde participar) Adrian Brody y la musa de Isabel Coixet, Sarah Polley.
Entre unos y otros, la cinta capta la atención sin problema y entretiene durante gran parte del metraje, pero le falta regularidad y se desinfla tras su primer clímax al aparecer el resultado del experimento, la película cambia el paso y quiere llevar la trama hacia dimensiones filosóficas y emocionales que diluyen lo que estaba siendo un thriller muy convincente. Aborda dilemas excesivamente trillados con una mezcla de clichés, ingenuidad y previsibilidad que la vuelven vulgar. Un pena porque, efectivamente, al conjunto le faltaba el empaque de una producción competitiva en salas de cine (tiene más encaje en la parrilla de algún canal privado como SyFy), pero lo compensaba con ese encanto que tienen los productos en los que percibes que están dando un rendimiento muy superior a los medios de que dispone.
Entre unos y otros, la cinta capta la atención sin problema y entretiene durante gran parte del metraje, pero le falta regularidad y se desinfla tras su primer clímax al aparecer el resultado del experimento, la película cambia el paso y quiere llevar la trama hacia dimensiones filosóficas y emocionales que diluyen lo que estaba siendo un thriller muy convincente. Aborda dilemas excesivamente trillados con una mezcla de clichés, ingenuidad y previsibilidad que la vuelven vulgar. Un pena porque, efectivamente, al conjunto le faltaba el empaque de una producción competitiva en salas de cine (tiene más encaje en la parrilla de algún canal privado como SyFy), pero lo compensaba con ese encanto que tienen los productos en los que percibes que están dando un rendimiento muy superior a los medios de que dispone.
6 de agosto de 2010
6 de agosto de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Experimento genético con trágicas consecuencias con pareja protagónica de lujo. A los que no han visto películas de este tipo los mantendrá atrapados (la trama), a los que sí, irán adivinando cada escena. No aporta nada al género, ni en efectos ni en propuesta, sólo es entretenida. Si no la ves no te pierdes nada, de hecho ya que hablamos de híbridos (el monstruo estrella en esta película), mejor repasa "Species" y "Orphan" (La huérfana) que resumen entre las dos a "Splice" y son bastante superiores. Vicenzo Natali (el director) está muy lejos de su genial ópera prima "Cube".
26 de agosto de 2010
26 de agosto de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Digo lo de telenovela porque, conforme avanzaba el film, iba aumentando en mí la sensación de estar viendo el culebrón de las 4 de la tarde. Para más detalles sobre ese asunto, ver spoiler (a menos que no hayas visto la peli... porque en el spoiler lo destripo todo, así que ya sabes).
La película empieza mal, para mi gusto: dos científicos que van de guays están trabajando en unos experimentos genéticos bastante asquerosillos para una empresa que quiere sintetizar una proteína que servirá a las vacas. Ahí dices: vale, esto pinta chungo y aburrido.
Pero ellos tienen los conocimientos, la ambición y el material suficientes como para crear por su cuenta su propio experimento, y ahí es donde se meten en el berenjenal de su vida: mezclan ADN de varias especies (sí, varias, no sólo una, que sería más sencillito) con ADN humano. Y nace una criatura que al principio es espantosa y da mucho asquito. Ellos la adoptan, tratan con ella, la educan, tienen sus conflictos morales, sus disputas, etc; como la criatura, que da bastante grima y a la vez mucha penita, crece muy rápido, los problemas se atropellan, uno tras otro.
Llega un punto en que el engendro en sí deja de ser tan horrible y se converte en medio horrible y medio guapa, pero aviso: sigue dando grima, aunque a la grima se le añade el morbo. Creo que esa parte, la del morbo, es la mejor lograda de la película. Porque es entonces cuando te sientes medio fascinado y medio asqueado, y al menos no te aburres. Lo único que te preguntas es a dónde va a ir a parar todo ese lío, y sigues mirando por inercia.
Los actores lo hacen bien. A mí, que aborrezco a Adrien Brody, aquí no se me hizo tan antipático; Sarah Polley actúa bien incluso en las películas malas. Y Delphine Chanéac es la que pone el rostro de la criatura, un rostro que transmite cosas, eso lo tengo que reconocer.
Total, que aunque en un principio pensé que me iba a aburrir, acabé bastante enganchada, pero creo que no es porque sea una película buena o que realmente toque el tema de la moralidad, el bien, el mal, la ciencia y sus repercusiones, etc; no, creo que me interesó por el componente culebronesco y retorcido. El morbo es muy poderoso, amigos míos, y el tal Natali lo sabe.
Nota: los efectos están muy logrados. La criatura parece de verdad. No es una película cutre.
La película empieza mal, para mi gusto: dos científicos que van de guays están trabajando en unos experimentos genéticos bastante asquerosillos para una empresa que quiere sintetizar una proteína que servirá a las vacas. Ahí dices: vale, esto pinta chungo y aburrido.
Pero ellos tienen los conocimientos, la ambición y el material suficientes como para crear por su cuenta su propio experimento, y ahí es donde se meten en el berenjenal de su vida: mezclan ADN de varias especies (sí, varias, no sólo una, que sería más sencillito) con ADN humano. Y nace una criatura que al principio es espantosa y da mucho asquito. Ellos la adoptan, tratan con ella, la educan, tienen sus conflictos morales, sus disputas, etc; como la criatura, que da bastante grima y a la vez mucha penita, crece muy rápido, los problemas se atropellan, uno tras otro.
Llega un punto en que el engendro en sí deja de ser tan horrible y se converte en medio horrible y medio guapa, pero aviso: sigue dando grima, aunque a la grima se le añade el morbo. Creo que esa parte, la del morbo, es la mejor lograda de la película. Porque es entonces cuando te sientes medio fascinado y medio asqueado, y al menos no te aburres. Lo único que te preguntas es a dónde va a ir a parar todo ese lío, y sigues mirando por inercia.
Los actores lo hacen bien. A mí, que aborrezco a Adrien Brody, aquí no se me hizo tan antipático; Sarah Polley actúa bien incluso en las películas malas. Y Delphine Chanéac es la que pone el rostro de la criatura, un rostro que transmite cosas, eso lo tengo que reconocer.
Total, que aunque en un principio pensé que me iba a aburrir, acabé bastante enganchada, pero creo que no es porque sea una película buena o que realmente toque el tema de la moralidad, el bien, el mal, la ciencia y sus repercusiones, etc; no, creo que me interesó por el componente culebronesco y retorcido. El morbo es muy poderoso, amigos míos, y el tal Natali lo sabe.
Nota: los efectos están muy logrados. La criatura parece de verdad. No es una película cutre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por supuesto, todo acaba como el mismísimo culo. Todos muertos menos la científica más retorcida, que lleva en su vientre la semilla de la criatura (que lleva su propio ADN), que a su vez era antes una hembra que se había tirado a su marido. El final queda abierto, y dios nos libre de que hagan una segunda parte, porque a mí ya no me interesan más aberraciones: tengo un límite.
Se supone que todo el experimento lo inician porque quieren hallar curas para enfermedades humanas, pero el hecho es que ella está medio pirada (nos dan a entender que su madre era una bruja) y él es un calzonazos. Ella no quiere tener hijos naturales, así que mete su ADN en el experimento. ¿A alguien le parece eso normal, dentro de la locura general que todo esto supone? No. Luego cuando ella los pilla fornicando (a la ninfa extraña y a él), primero llora, pero luego lo perdona muy deprisa, porque parece ser que tampoco es tan grave ¿?¿?¿?. Y luego la criatura la palma... pero NO!!! No la palma, se convierte en un macho (un cambio hormonal como otro, ya ves, y yo que creía que la regla era chunga) y la insemina a ella, no sin antes cargarse al marido, al hermano del marido y a otro que pasaba por ahí. Pues nada, lo que les digo: una telenovela de cabo a rabo. Entretenida sí que lo es, y de ahí que le ponga un 6.
Se supone que todo el experimento lo inician porque quieren hallar curas para enfermedades humanas, pero el hecho es que ella está medio pirada (nos dan a entender que su madre era una bruja) y él es un calzonazos. Ella no quiere tener hijos naturales, así que mete su ADN en el experimento. ¿A alguien le parece eso normal, dentro de la locura general que todo esto supone? No. Luego cuando ella los pilla fornicando (a la ninfa extraña y a él), primero llora, pero luego lo perdona muy deprisa, porque parece ser que tampoco es tan grave ¿?¿?¿?. Y luego la criatura la palma... pero NO!!! No la palma, se convierte en un macho (un cambio hormonal como otro, ya ves, y yo que creía que la regla era chunga) y la insemina a ella, no sin antes cargarse al marido, al hermano del marido y a otro que pasaba por ahí. Pues nada, lo que les digo: una telenovela de cabo a rabo. Entretenida sí que lo es, y de ahí que le ponga un 6.
27 de julio de 2012
27 de julio de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pareja de investigadores científicos se dedican a variar genéticamente diferentes especies conocidas.
El éxito de la investigación les arropa hasta que llegan a un punto en el que saltan la barrera de la moral, al seguir con uno de los experimentos en secreto.
La ambición hace que sigan adelante con su estudio, el espécimen da resultados sorprendentes y satisfactorios, pero pronto irá evolucionando progresivamente hacia un ser vivo que supondrá los primeros conflictos en la pareja.
La idea de partida es interesante, pero en algún momento del trayecto, al igual que ocurre con los investigadores, pierde el rumbo para derivar en algo aberrante.
El director Vincenzo Natali creador de Cube, vuelve a apostar por un argumento arriesgado, pero en su afán de realizar una obra sorprendente e hilvanar una red absorbente, se enreda entre sus giros arguméntales, resultando excesivamente retorcida.
De todas formas no deja de ser plausible el riesgo y el atrevimiento que toma su director para llevarla a cabo, pero en este caso el riesgo no se traduce en éxito, llegando a bordear el limite de lo ridículo.
El éxito de la investigación les arropa hasta que llegan a un punto en el que saltan la barrera de la moral, al seguir con uno de los experimentos en secreto.
La ambición hace que sigan adelante con su estudio, el espécimen da resultados sorprendentes y satisfactorios, pero pronto irá evolucionando progresivamente hacia un ser vivo que supondrá los primeros conflictos en la pareja.
La idea de partida es interesante, pero en algún momento del trayecto, al igual que ocurre con los investigadores, pierde el rumbo para derivar en algo aberrante.
El director Vincenzo Natali creador de Cube, vuelve a apostar por un argumento arriesgado, pero en su afán de realizar una obra sorprendente e hilvanar una red absorbente, se enreda entre sus giros arguméntales, resultando excesivamente retorcida.
De todas formas no deja de ser plausible el riesgo y el atrevimiento que toma su director para llevarla a cabo, pero en este caso el riesgo no se traduce en éxito, llegando a bordear el limite de lo ridículo.
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