Wolf Creek
5.5
7,374
Terror
Kristy, Ben y Liz son tres jóvenes excursionistas que se adentran en el Parque Nacional de Wolf Creek, en Australia. Los problemas empiezan cuando su coche no arranca. Mientras buscan ayuda, se cruzan con Mick Taylor, un agradable habitante de la zona que les promete reparar el vehículo. Los jóvenes acceden a acompañarle a su campamento, sin saber que su viaje se convertirá en una encrucijada terrorífica... (FILMAFFINITY)
7 de abril de 2019
7 de abril de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tal y como reza el título, la temática que toca la película ya ha sido explorada y experimentada hasta la saciedad desde que Tobe Hooper aterrorizó a medio mundo con "La matanza de Texas". El gore y la crueldad explícita no son novedad desde los setenta, en los que las atrocidades filmadas empezaron a fraguar, si bien es cierto que fue a principios de nuestro siglo que el género vivió cambios, a veces con películas que hacen parecer a otras consideradas violentas en su momento, cosa de niños, y hablo de "Hostel", "Saw", "La casa de los 1000 cadáveres", y otras producciones que pretendían ser novedosas, en el sentido de convertirse en comerciales, al alcance de todo el mundo, de fama mundial, cosa que no pasaba antes, ya que las películas donde la violencia exacerbada y donde la sangre teñía la pantalla de rojo sufrían importantes censuras, y muy rara vez llegaban a ser éxitos de ventas (no sin una estela de polémica detrás). Este cine pasó de ser polémico a aceptable al comenzar nuestro siglo, de manera que el terror sangriento ya está más que consolidad hoy en día.
"Wolf Creek" es una de esas películas conocidas dentro de ese slasher cruel, con regustillo a violencia gratuita y sangre que tanto gusta, pero en realidad no ofrece nada.
Dejando de lado que el argumento de un psicópata sanguinario masacrando jóvenes de vacaciones en el desierto está más manoseado que un billete de cinco euros, la película tarda mucho en arrancar y prácticamente comienza cuando ya lleva una hora. Esa hora está casi perdida, puesto que se puedo aprovechar mejor, sin necesidad de que los asesinatos, y por tanto el núcleo de todo, empezara a presentarse. En esa hora derrochada poco o nada sabemos de nuestros protagonistas, y sus actuaciones son insípidas tirando a malas. A "Wolf Creek" no se le reprocha que se desarrolle finalmente de forma tardía, sino que en todos esos minutos anteriores al calvario por el que desde el principio sabemos que van a pasar los tres jóvenes, el guión es prácticamente inexistente y lo único disfrutable es la desperanzadora imagen del interior australiano, que parece un actor más en la película, ese desierto donde los jóvenes son asesinados que nos grita desde el silencio que no hay escapatoria posible para ellos. Los escenarios son perfectos, y personalmente me recuerdan a la sensación inquietante que me dejaron los de "Lake Mungo", también película australiana.
Paradójicamente, aunque la primera hora de la película sea endeble, las incoherencias en el guión y en la interpretación de los pocos actores presentes empiezan a aparecer. En contraste, tenemos a John Jarratt, que hace una interpretación sublime, aterradora y casi perfecta dentro de sus límites, del repugnante asesino.
Otra cosa que me agrada es que no se abusa de la violencia, y se muestra lo suficiente, imágenes igualmente fuertes y no aptas para público sensible, pero sin excederse, y todo a pesar de que las dos actrices que hacen de víctimas se desenvuelven muy mal en su papel, en ocasiones causando vergüenza ajena (personas normales en una situación así no actuarían como ellas, en su sano juicio). Poco creíble que la rubia se ría a carcajadas justo después de llorar aterrorizada y llena de golpes y magulladuras por dar esquinazo al asesino (aún sabiendo que por haber conseguido ganar un poco de tiempo no significa que vaya a salir con vida).
Muy floja.
"Wolf Creek" es una de esas películas conocidas dentro de ese slasher cruel, con regustillo a violencia gratuita y sangre que tanto gusta, pero en realidad no ofrece nada.
Dejando de lado que el argumento de un psicópata sanguinario masacrando jóvenes de vacaciones en el desierto está más manoseado que un billete de cinco euros, la película tarda mucho en arrancar y prácticamente comienza cuando ya lleva una hora. Esa hora está casi perdida, puesto que se puedo aprovechar mejor, sin necesidad de que los asesinatos, y por tanto el núcleo de todo, empezara a presentarse. En esa hora derrochada poco o nada sabemos de nuestros protagonistas, y sus actuaciones son insípidas tirando a malas. A "Wolf Creek" no se le reprocha que se desarrolle finalmente de forma tardía, sino que en todos esos minutos anteriores al calvario por el que desde el principio sabemos que van a pasar los tres jóvenes, el guión es prácticamente inexistente y lo único disfrutable es la desperanzadora imagen del interior australiano, que parece un actor más en la película, ese desierto donde los jóvenes son asesinados que nos grita desde el silencio que no hay escapatoria posible para ellos. Los escenarios son perfectos, y personalmente me recuerdan a la sensación inquietante que me dejaron los de "Lake Mungo", también película australiana.
Paradójicamente, aunque la primera hora de la película sea endeble, las incoherencias en el guión y en la interpretación de los pocos actores presentes empiezan a aparecer. En contraste, tenemos a John Jarratt, que hace una interpretación sublime, aterradora y casi perfecta dentro de sus límites, del repugnante asesino.
Otra cosa que me agrada es que no se abusa de la violencia, y se muestra lo suficiente, imágenes igualmente fuertes y no aptas para público sensible, pero sin excederse, y todo a pesar de que las dos actrices que hacen de víctimas se desenvuelven muy mal en su papel, en ocasiones causando vergüenza ajena (personas normales en una situación así no actuarían como ellas, en su sano juicio). Poco creíble que la rubia se ría a carcajadas justo después de llorar aterrorizada y llena de golpes y magulladuras por dar esquinazo al asesino (aún sabiendo que por haber conseguido ganar un poco de tiempo no significa que vaya a salir con vida).
Muy floja.
16 de enero de 2020
16 de enero de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un escenario, una amenaza y tres víctimas, no hacen falta más elementos para provocar el desasosiego y el terror, y más si la amenaza te alcanza donde nadie puede oírte ni acudir en tu ayuda.
Porque...¿quién va a oír tus gritos en mitad de ninguna parte?
En este panorama un cineasta australiano llamado Greg McLean, cuya corta profesión se componía de algunos reconocidos cortometrajes y trabajos varios para televisión, se disponía a iniciar un proyecto de moderado presupuesto (poco más de un millón de dólares australianos) y largo aliento cuyo guión empezó a escribir a finales de los '90. Al sencillo argumento "slasher" creado, el cual le disgustaba en un principio, unió la inspiración dada por los terribles asesinatos de varios excursionistas acaecidos en el país entre 1.989 y 1.993, cuyo principal culpable fue Ivan R. Milat, conocido psicópata de escandalosa carrera que acabaría sus días en prisión (fallecido en Octubre del año pasado).
Como toda película de terror que realiza un viaje a los infiernos con el avanzar de la trama, ésta lo empieza en las brillantes y limpias costas australianas con un prólogo más propio del típico film de jóvenes en vacaciones de universidad que sirve para presentarnos al trío protagonista (Liz y Kristy, dos chicas inglesas, y Ben), el cual planea lanzarse a la aventura y visitar el legendario cráter de Wolfe Creek. McClean cambia rápidamente de escenario y de las playas nos introduce en la inmensidad de esa Australia profunda de vastos y majestuosos desiertos y llanuras cuya belleza está aún por descubrir.
El espectador que aguarde una acción inmediata o una sorpresa inesperada por parte del argumento en su primer tramo no podría estar más equivocado y quizás un tanto decepcionado, pues el director decide tomarse largo tiempo y centrarse en la interacción de los personajes, con ellos mismos y con el paisaje que les rodea, del cual se celebra su magnificencia sin pudor alguno (hay que reconocer que resulta cautivador); una pequeña y casi insignificante trama amorosa parece servir de subterfugio a tantos minutos de metraje ocupados. Con la llegada al cráter, McClean enrarece la atmósfera dotándola de unas tonalidades que la inclinan hacia la extrañeza.
Antes de esto, un revelador incidente en un bar de carretera con unos repugnantes individuos que parece actuar de augurio y peligro venidero. De repente el desierto ya no es el mismo, su aspecto es amenazante y su inmensidad provoca una paradójica sensación de agobio que va intensificándose con el tiempo, a lo que no ayudan las anécdotas de Ben sobre alienígenas y sucesos raros que han ocurrido en la zona, sucesos que parecen repetirse. En este punto el cineasta posee algunos buenos elementos para desarrollar una obra de terror con trazos de ciencia-ficción o, por lo menos, con toques sobrenaturales...
Sin embargo y para nuestra nula sorpresa, "Wolf Creek" decide cambiar radicalmente su dirección con la aparición de un personaje más bien inquietante y poco esperanzador que se presta a sacar a los chicos del desierto, una especie de versión sucia y bribona de Cocodrilo Dundee (se harán chistes sobre esto...) cuya desquiciante risa eriza el vello y comienza a infundir las más terribles sospechas acerca de los verdaderos propósitos que se ocultan entre tantas muestras de simpatía y amabilidad y que el espectador más avispado (aunque tampoco hace falta serlo) podrá adivinar a poco más tardar.
McClean tuerce la historia hacia los convencionales terrenos del cine de asesinos psicópatas preparando una brutal lucha por la supervivencia y revelando bajo las apariencias las más horribles anomalías de la condición humana; lo interesante es que la película se dispone a centrarse en el desasosiego en lugar de en la brutalidad física, no haciendo alarde de un horror sangriento y vomitivo (salvo por ciertos toques de violencia explícita), sino más bien psicológico. La emoción no se halla en esta ocasión en la cantidad de vísceras, sino en el frenesí de la huida y en averiguar quién vivirá o morirá.
Por esto mismo "Wolf Creek", aun inspirada por el cine de Hooper y Craven, parece deber más a títulos como "Nunca Juegues con Extraños", "Carretera al Infierno" o el clásico de Spielberg "El Diablo sobre Ruedas" que a esos que predican la hermosura de la sangre y los miembros cercenados al estilo de "Hostel" o "Saw". A la técnica y espontaneidad de McClean se suma la envolvente fotografía de Will Gibson y las correctas actuaciones de Kestie Morassi y Cassandra Magrath, frente a un colosal John Jarratt que tan rápido puede resultar absurdo y divertido como terrorífico y repugnante.
El australiano sale del paso (a pesar de la falta de originalidad, una tediosa primera parte y un desenlace que no se cree nadie) con un ejercicio minimalista, absorbente y escabroso, interesante desviación del "slasher" que usa todos sus tópicos y el hecho de inspirarse en sucesos reales en favor de la inquietud, la intriga y la incertidumbre. No bien recibido por la crítica aunque logrando una buena acogida en taquilla, su debut permanece para muchos (incluido el sr. Tarantino) como un auténtico título de culto, el cual ha derivado en una muy tardía secuela y hasta en una serie de televisión, cuyas únicas intenciones son estirar el chicle...
Porque...¿quién va a oír tus gritos en mitad de ninguna parte?
En este panorama un cineasta australiano llamado Greg McLean, cuya corta profesión se componía de algunos reconocidos cortometrajes y trabajos varios para televisión, se disponía a iniciar un proyecto de moderado presupuesto (poco más de un millón de dólares australianos) y largo aliento cuyo guión empezó a escribir a finales de los '90. Al sencillo argumento "slasher" creado, el cual le disgustaba en un principio, unió la inspiración dada por los terribles asesinatos de varios excursionistas acaecidos en el país entre 1.989 y 1.993, cuyo principal culpable fue Ivan R. Milat, conocido psicópata de escandalosa carrera que acabaría sus días en prisión (fallecido en Octubre del año pasado).
Como toda película de terror que realiza un viaje a los infiernos con el avanzar de la trama, ésta lo empieza en las brillantes y limpias costas australianas con un prólogo más propio del típico film de jóvenes en vacaciones de universidad que sirve para presentarnos al trío protagonista (Liz y Kristy, dos chicas inglesas, y Ben), el cual planea lanzarse a la aventura y visitar el legendario cráter de Wolfe Creek. McClean cambia rápidamente de escenario y de las playas nos introduce en la inmensidad de esa Australia profunda de vastos y majestuosos desiertos y llanuras cuya belleza está aún por descubrir.
El espectador que aguarde una acción inmediata o una sorpresa inesperada por parte del argumento en su primer tramo no podría estar más equivocado y quizás un tanto decepcionado, pues el director decide tomarse largo tiempo y centrarse en la interacción de los personajes, con ellos mismos y con el paisaje que les rodea, del cual se celebra su magnificencia sin pudor alguno (hay que reconocer que resulta cautivador); una pequeña y casi insignificante trama amorosa parece servir de subterfugio a tantos minutos de metraje ocupados. Con la llegada al cráter, McClean enrarece la atmósfera dotándola de unas tonalidades que la inclinan hacia la extrañeza.
Antes de esto, un revelador incidente en un bar de carretera con unos repugnantes individuos que parece actuar de augurio y peligro venidero. De repente el desierto ya no es el mismo, su aspecto es amenazante y su inmensidad provoca una paradójica sensación de agobio que va intensificándose con el tiempo, a lo que no ayudan las anécdotas de Ben sobre alienígenas y sucesos raros que han ocurrido en la zona, sucesos que parecen repetirse. En este punto el cineasta posee algunos buenos elementos para desarrollar una obra de terror con trazos de ciencia-ficción o, por lo menos, con toques sobrenaturales...
Sin embargo y para nuestra nula sorpresa, "Wolf Creek" decide cambiar radicalmente su dirección con la aparición de un personaje más bien inquietante y poco esperanzador que se presta a sacar a los chicos del desierto, una especie de versión sucia y bribona de Cocodrilo Dundee (se harán chistes sobre esto...) cuya desquiciante risa eriza el vello y comienza a infundir las más terribles sospechas acerca de los verdaderos propósitos que se ocultan entre tantas muestras de simpatía y amabilidad y que el espectador más avispado (aunque tampoco hace falta serlo) podrá adivinar a poco más tardar.
McClean tuerce la historia hacia los convencionales terrenos del cine de asesinos psicópatas preparando una brutal lucha por la supervivencia y revelando bajo las apariencias las más horribles anomalías de la condición humana; lo interesante es que la película se dispone a centrarse en el desasosiego en lugar de en la brutalidad física, no haciendo alarde de un horror sangriento y vomitivo (salvo por ciertos toques de violencia explícita), sino más bien psicológico. La emoción no se halla en esta ocasión en la cantidad de vísceras, sino en el frenesí de la huida y en averiguar quién vivirá o morirá.
Por esto mismo "Wolf Creek", aun inspirada por el cine de Hooper y Craven, parece deber más a títulos como "Nunca Juegues con Extraños", "Carretera al Infierno" o el clásico de Spielberg "El Diablo sobre Ruedas" que a esos que predican la hermosura de la sangre y los miembros cercenados al estilo de "Hostel" o "Saw". A la técnica y espontaneidad de McClean se suma la envolvente fotografía de Will Gibson y las correctas actuaciones de Kestie Morassi y Cassandra Magrath, frente a un colosal John Jarratt que tan rápido puede resultar absurdo y divertido como terrorífico y repugnante.
El australiano sale del paso (a pesar de la falta de originalidad, una tediosa primera parte y un desenlace que no se cree nadie) con un ejercicio minimalista, absorbente y escabroso, interesante desviación del "slasher" que usa todos sus tópicos y el hecho de inspirarse en sucesos reales en favor de la inquietud, la intriga y la incertidumbre. No bien recibido por la crítica aunque logrando una buena acogida en taquilla, su debut permanece para muchos (incluido el sr. Tarantino) como un auténtico título de culto, el cual ha derivado en una muy tardía secuela y hasta en una serie de televisión, cuyas únicas intenciones son estirar el chicle...
5 de febrero de 2007
5 de febrero de 2007
13 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
De vez en cuando uno se topa, por casualidad, con películas que, de seguro, no serán estrenadas ni mucho menos en todos los cines patrios, y bendice nuevamente internet...
Este es mi caso ante esta "pequeña" obra maestra del género.
Una película desconcertante de principio a fin, con giro argumental sorprendente e interpretaciones, por fin, creibles...
Angustiosa, angustiante, cruel, realista hasta el extremo, con un discreto componente gore que cualquier amante del terror comedido, agradecerá, aunque de comedida la película tiene bien poco y comparte mucho con otra de las grandes del terror reciente, "Las colinas tienen ojos".
La típica historia que en otras manos, con Buffy o cualquier otra actriceja del momento habría sido una más, se convierte en una estupenda y casi perfecta película que desde luego no deja indiferente... aunque con mal sabor de boca, desde luego...
Lo mejor: desde que arranca el verdadero terror, no da el más mínimo respiro... Lo fabulosamente aprovechados que están los escasos medios... Los actores, todos, pero sobre todo el malo más malo de los últimos malos.
Lo peor: el final, no por mal resuelto, sino porque las ganas de venganza extrema quedan sin saciar, y a uno, de vez en cuando, le mola que las cosas sean como tienen que ser.
Este es mi caso ante esta "pequeña" obra maestra del género.
Una película desconcertante de principio a fin, con giro argumental sorprendente e interpretaciones, por fin, creibles...
Angustiosa, angustiante, cruel, realista hasta el extremo, con un discreto componente gore que cualquier amante del terror comedido, agradecerá, aunque de comedida la película tiene bien poco y comparte mucho con otra de las grandes del terror reciente, "Las colinas tienen ojos".
La típica historia que en otras manos, con Buffy o cualquier otra actriceja del momento habría sido una más, se convierte en una estupenda y casi perfecta película que desde luego no deja indiferente... aunque con mal sabor de boca, desde luego...
Lo mejor: desde que arranca el verdadero terror, no da el más mínimo respiro... Lo fabulosamente aprovechados que están los escasos medios... Los actores, todos, pero sobre todo el malo más malo de los últimos malos.
Lo peor: el final, no por mal resuelto, sino porque las ganas de venganza extrema quedan sin saciar, y a uno, de vez en cuando, le mola que las cosas sean como tienen que ser.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
¿ Pero de verdad hay alguien que sigue haciendo viajes en coche por esas carreteras?
¿ Es que la gente no ve pelis de miedo con psicópatas rurales?
Por fin dos chicas en una película de miedo que no son dos payasas.
Por fin en una peli de miedo los coches arrancan no con la última de las llaves que se prueba.
Y bueno, Australia es grande, la región será enorme, pero ( por ponerle un pero), ¿cómo que se desiste en la investigación por lo grande que es la zona y la inexactitud del pueblo?
¿ Es que la gente no ve pelis de miedo con psicópatas rurales?
Por fin dos chicas en una película de miedo que no son dos payasas.
Por fin en una peli de miedo los coches arrancan no con la última de las llaves que se prueba.
Y bueno, Australia es grande, la región será enorme, pero ( por ponerle un pero), ¿cómo que se desiste en la investigación por lo grande que es la zona y la inexactitud del pueblo?
3 de septiembre de 2007
3 de septiembre de 2007
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, otra del montón.
Si digo que los diálogos son simples, que la fotografía mediocre y la música regular,¿de que película hablamos? ¡Ah sí!, Wolf Creek.
Cuando en el título pongo "cuando lo cambiarán" es porque siempre es sobre un asesino en serie y basado en hechos reales.
Este film se ha rodado en Australia siempre tiene que salir algún canguro ¡basta ya! parece que no sea basada en hechos reales.
Miren, yo estaba en casa viendo esta película en el sofa he hice "ZzZz" ¿saben que significa? yo se lo diré, me dormí durante los primeros diez minutos de película.
Y me pregunto porque habré pagado en ir a ver esta película al cine. Así que...
...cuando lo cambiarán.
Si digo que los diálogos son simples, que la fotografía mediocre y la música regular,¿de que película hablamos? ¡Ah sí!, Wolf Creek.
Cuando en el título pongo "cuando lo cambiarán" es porque siempre es sobre un asesino en serie y basado en hechos reales.
Este film se ha rodado en Australia siempre tiene que salir algún canguro ¡basta ya! parece que no sea basada en hechos reales.
Miren, yo estaba en casa viendo esta película en el sofa he hice "ZzZz" ¿saben que significa? yo se lo diré, me dormí durante los primeros diez minutos de película.
Y me pregunto porque habré pagado en ir a ver esta película al cine. Así que...
...cuando lo cambiarán.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
También el viejo granjero u otro personje es al principio muy majo pero luego poco a poco ese viejo acaba siendo el malo de la película.
Si está basado en hechos reales se supone que el que sobrevive lo ha contado lo sabe todo... pero también lo de las dos chicas, el no lo vió, así que se lo inventó como en todas las películas de basado en hechos reales.
Si está basado en hechos reales se supone que el que sobrevive lo ha contado lo sabe todo... pero también lo de las dos chicas, el no lo vió, así que se lo inventó como en todas las películas de basado en hechos reales.
30 de marzo de 2008
30 de marzo de 2008
7 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una de las mejores películas de terror que han aparecido en los últimos años. Película sencilla y sin filigranas, dura y concisa y además un asesino que deja huella, ¿qué más se puede pedir a una peli de terror?. No hay que olvidar que este film es la primera película de Greg Mclean, ya quisieran muchos empezar en el mundo del cine con una película como ésta, lo único malo, que no haya llegado antes a España.
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