La chica del dragón tatuado
2011 

7.0
38,129
Thriller. Intriga. Drama
Mientras espera poder librarse de una acusación de difamación que puede hundir su carrera, el periodista Mikael Blomkvist recibe un extraño encargo: trasladarse a una remota isla del norte de Suecia, donde la muerte no esclarecida de una joven cuarenta años atrás atormenta aún a su tío, el patriarca de una de conocida familia. Sospechando que el asesino puede seguir aún en la isla, Blomkvist emprende una investigación que lo lleva a ... [+]
25 de octubre de 2018
25 de octubre de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con la nueva versión del universo protagonizado por Lisbeth Salander a la vuelta de la esquina con la prometedora Claire Foy -una actriz maravillosa que fue lo mejor de ‘Perturbada’ y nos ha vuelto a dejar al borde del asiento con ‘First Man’- me ha dado por volver la cabeza atrás. Y mi mayor sorpresa es que tengo que remontarme a siete años atrás para dar con la última película de ‘Millennium’, la presente de la que hoy me apetece escribir cuatro trazos. Y rememorándola, no me cabe duda de que el listón está altísimo.
A mi gusto, la versión americana es la mejor película basada en la novela. La trilogía original con Noomi Rapace se la tiene en estima -sobre todo la primera-. Pero una factura televisiva y una ligera falta de intensidad (a mi gusto) la echan un poco para atrás. Teniendo a David Fincher a la cabeza en labores de dirección y un libreto respetuoso a su esencia da sus frutos desde los geniales créditos iniciales. Un estilo visual y un pulso narrativo que nos mantiene a su mereced a lo largo del relato (uno largo, valga la redundancia). Más descarnada, más sobria, más valiente, más profesional.
Una lástima que no terminase de funcionar en taquilla (pese a recuperar su presupuesto y recaudar el doble, lo permitido para que una película sea rentable), porque con el plantel que había aquí podríamos haber tenido una trilogía reivindicable. Rooney Mara es lo mejor de la cinta -a ver qué hace Claire Foy- y Daniel Craig se aleja de su magnífico Bond de forma soberbia y notándose que se lo pasa pipa pese a la temática de la cinta. Aunque la película tiene el detalle de ser conclusiva y contener un final que si no estás puesto con la saga narrativa, puede ser un punto y final digno. En resumen, ojalá las versiones o adaptaciones que se hacen estos días conserven esta gran calidad.
A mi gusto, la versión americana es la mejor película basada en la novela. La trilogía original con Noomi Rapace se la tiene en estima -sobre todo la primera-. Pero una factura televisiva y una ligera falta de intensidad (a mi gusto) la echan un poco para atrás. Teniendo a David Fincher a la cabeza en labores de dirección y un libreto respetuoso a su esencia da sus frutos desde los geniales créditos iniciales. Un estilo visual y un pulso narrativo que nos mantiene a su mereced a lo largo del relato (uno largo, valga la redundancia). Más descarnada, más sobria, más valiente, más profesional.
Una lástima que no terminase de funcionar en taquilla (pese a recuperar su presupuesto y recaudar el doble, lo permitido para que una película sea rentable), porque con el plantel que había aquí podríamos haber tenido una trilogía reivindicable. Rooney Mara es lo mejor de la cinta -a ver qué hace Claire Foy- y Daniel Craig se aleja de su magnífico Bond de forma soberbia y notándose que se lo pasa pipa pese a la temática de la cinta. Aunque la película tiene el detalle de ser conclusiva y contener un final que si no estás puesto con la saga narrativa, puede ser un punto y final digno. En resumen, ojalá las versiones o adaptaciones que se hacen estos días conserven esta gran calidad.
18 de enero de 2012
18 de enero de 2012
14 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crítica con algunos spoilers
Tras 'La red social', vuelve David Fincher con una adaptación de la primera parte de la trilogía 'Millennium'. De la trilogía sueca solo vi la primera parte, que no me gustó casi nada, por lo que las expectativas estaban divididas. Lo que esperaba de esta nueva adaptación era un producto no tan dependiente, con el sello Fincher. Es probable, e injusto a la hora de valorarla, que tenga en cuenta la anterior pero el director no parece querer evitar esa comparación, que uno olvide que no está ante otra adaptación más. Y eso me ha acabado pasando factura, sobre todo a nivel argumental.
Porque a nivel tanto de dirección como técnico no hay problemas, es donde más se puede valorar y más diferente se siente. Se ha dejado atrás el aspecto de telefilm que tenía la sueca para darle un tono más cinematográfico. Y es la gran diferencia entre ambas adaptaciones y que hace que esta última sea superior. Fincher, que siempre cuida los créditos iníciales -algo que a mí me encanta y que hoy en día hay muchísimas películas donde no los realizan-, le cedió el testigo a un amigo suyo para que le creara unos créditos muy atractivos a nivel visual.
Donde más cómodo se siente es a la hora de tratar la atmósfera. Quizá no llegue al nivel malsano de otras, de tensión incluso en momentos aparentemente tranquilos -la charla en el bar entre Freeman y Paltrow, la obsesión de Gyllenhaal estando con su familia, incluso Kristen Stewart sacando de los nervios con el ascensor-. Esa atmósfera existe, pero quizá haya momentos que la relaje para dedicarse, tal como hacía en ‘La red social’, a plasmar el guión que ya de por sí cuenta con escenas crudas que le permiten al director plantear esto así. Pero me parece mucho más interesante todo lo que tiene que ver con la investigación de la desaparición de la sobrina, aunque la considere algo desaprovechada, que la relación entre el tutor y Lisbeth, que por algo de dinero tiene que devolverle el ‘favor’.
A nivel técnico también está muy bien. La banda sonora es lo más destacable. A ratos es hipnótica y contribuye a aumentar esa atmósfera. Y siempre me resultan atractivas estas películas que transcurren en ambientes fríos, al menos el que tiene ese pueblo al que va Mikael. Es algo que ayuda a que sea la parte que más me gusta. Imagen limpia incluso en escenas que podrían ser justamente lo contrario.
A nivel argumental no termina por convencerme. Porque pese a durar más de 2 horas y media, todo me parece algo deslavazado o falto de interés, como si le faltara desarrollo. Lisbeth y Mikael se juntan casi tras una hora de película. En esa primera hora tenemos a ambos por separado desarrollando sus conflictos. Buen trabajo de montaje que sabe dividir las dos partes durante ese tramo pero las historias de los personajes no terminan por interesarme. Cuando se juntan, mejora. Pero hay precipitación, la chica consigue en 2 minutos lo que el periodista en todo el tiempo que lleva.
(sigue abajo)
Tras 'La red social', vuelve David Fincher con una adaptación de la primera parte de la trilogía 'Millennium'. De la trilogía sueca solo vi la primera parte, que no me gustó casi nada, por lo que las expectativas estaban divididas. Lo que esperaba de esta nueva adaptación era un producto no tan dependiente, con el sello Fincher. Es probable, e injusto a la hora de valorarla, que tenga en cuenta la anterior pero el director no parece querer evitar esa comparación, que uno olvide que no está ante otra adaptación más. Y eso me ha acabado pasando factura, sobre todo a nivel argumental.
Porque a nivel tanto de dirección como técnico no hay problemas, es donde más se puede valorar y más diferente se siente. Se ha dejado atrás el aspecto de telefilm que tenía la sueca para darle un tono más cinematográfico. Y es la gran diferencia entre ambas adaptaciones y que hace que esta última sea superior. Fincher, que siempre cuida los créditos iníciales -algo que a mí me encanta y que hoy en día hay muchísimas películas donde no los realizan-, le cedió el testigo a un amigo suyo para que le creara unos créditos muy atractivos a nivel visual.
Donde más cómodo se siente es a la hora de tratar la atmósfera. Quizá no llegue al nivel malsano de otras, de tensión incluso en momentos aparentemente tranquilos -la charla en el bar entre Freeman y Paltrow, la obsesión de Gyllenhaal estando con su familia, incluso Kristen Stewart sacando de los nervios con el ascensor-. Esa atmósfera existe, pero quizá haya momentos que la relaje para dedicarse, tal como hacía en ‘La red social’, a plasmar el guión que ya de por sí cuenta con escenas crudas que le permiten al director plantear esto así. Pero me parece mucho más interesante todo lo que tiene que ver con la investigación de la desaparición de la sobrina, aunque la considere algo desaprovechada, que la relación entre el tutor y Lisbeth, que por algo de dinero tiene que devolverle el ‘favor’.
A nivel técnico también está muy bien. La banda sonora es lo más destacable. A ratos es hipnótica y contribuye a aumentar esa atmósfera. Y siempre me resultan atractivas estas películas que transcurren en ambientes fríos, al menos el que tiene ese pueblo al que va Mikael. Es algo que ayuda a que sea la parte que más me gusta. Imagen limpia incluso en escenas que podrían ser justamente lo contrario.
A nivel argumental no termina por convencerme. Porque pese a durar más de 2 horas y media, todo me parece algo deslavazado o falto de interés, como si le faltara desarrollo. Lisbeth y Mikael se juntan casi tras una hora de película. En esa primera hora tenemos a ambos por separado desarrollando sus conflictos. Buen trabajo de montaje que sabe dividir las dos partes durante ese tramo pero las historias de los personajes no terminan por interesarme. Cuando se juntan, mejora. Pero hay precipitación, la chica consigue en 2 minutos lo que el periodista en todo el tiempo que lleva.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y la investigación funciona más por acumulación que por la brillantez de los personajes, porque sean intuitivos o estén obsesionados con el caso. Y siendo una investigación donde un tío obsesionado con el caso no ha resuelto ni lo básico -el personaje de Plummer- resulta pobre que se dé así. El caso es que se le puede perdonar por ser una excusa para desarrollar ese tramo y porque mejora en el tratamiento de esa parte, en cuanto Mikael empieza a tratar con la familia. Pero el climax de esta parte sigue siendo decepcionante. Después de eso, tenemos otro tramo más en que Lisbeth ayuda a Mikael, que no está mal pero tampoco es destacable.
A nivel de interpretaciones sí que no la veo demasiado superior a la versión sueca. O al menos eso lo creo en uno de los dos personajes principales -Lisbeth-, mientras que en el otro la cosa está igualada -Mikael-. Los secundarios están entre anodinos o desaprovechados, siendo Skarsgård quien más intenta lucirse al tener el personaje más aprovechable. Daniel Craig está anclado en el único registro que tiene -igual que en 'Cowboys & Aliens' y en las últimas películas que ha hecho- y, en muchos ratos, a su personaje le conviene pero en otros habría que exigirle más, sobre todo en su relación con Lisbeth donde la química entre ambos no es demasiado elevada. Una relación también llevada con precipitación, desde el momento en que ella se entrega a él, a cuando decide confesarle lo que ocurrió en su infancia. Rooney Mara está bien y le reconozco la valentía a la hora de lanzarse al papel y el empeño puesto en varias escenas que le toca protagonizar, pero también le falta ese punto, a ratos de algo más de garra que sí le otorgaba Noomi Rapace, que era lo único destacable de la versión sueca.
Más que considerarla una mala película, la considero más decepcionante que otra cosa. Y que eso se debe al nombre del director pues las expectativas por ver una nueva adaptación de 'Millennium' no eran altas. Y que, si no se hubiera hecho con tanta prisa, el director podría haber pulido más ciertos detalles. A un director como Fincher pedirle que su película tenga atmósfera es lo mínimo exigible, luego tiene que aportarte algo más. Como sea, me parece la peor película que hasta ahora ha dirigido, a falta de volver a ver 'The Game', pese a ser un retorno al thriller, género donde se maneja a la perfección y pese a la crudeza existente. Quizá en una revisión, sin priorizar ciertas cosas a la hora de verla y sin tener en cuenta la adaptación anterior, puede hacer que la valore mejor ya que, como ya he dicho, no la considero una mala película, pero de momento ya estoy servido de Larsson hasta dentro de unos años. O quizá hasta antes del estreno de la segunda parte, como una oportunidad para ver si me reengancho o definitivamente dejo la saga.
A nivel de interpretaciones sí que no la veo demasiado superior a la versión sueca. O al menos eso lo creo en uno de los dos personajes principales -Lisbeth-, mientras que en el otro la cosa está igualada -Mikael-. Los secundarios están entre anodinos o desaprovechados, siendo Skarsgård quien más intenta lucirse al tener el personaje más aprovechable. Daniel Craig está anclado en el único registro que tiene -igual que en 'Cowboys & Aliens' y en las últimas películas que ha hecho- y, en muchos ratos, a su personaje le conviene pero en otros habría que exigirle más, sobre todo en su relación con Lisbeth donde la química entre ambos no es demasiado elevada. Una relación también llevada con precipitación, desde el momento en que ella se entrega a él, a cuando decide confesarle lo que ocurrió en su infancia. Rooney Mara está bien y le reconozco la valentía a la hora de lanzarse al papel y el empeño puesto en varias escenas que le toca protagonizar, pero también le falta ese punto, a ratos de algo más de garra que sí le otorgaba Noomi Rapace, que era lo único destacable de la versión sueca.
Más que considerarla una mala película, la considero más decepcionante que otra cosa. Y que eso se debe al nombre del director pues las expectativas por ver una nueva adaptación de 'Millennium' no eran altas. Y que, si no se hubiera hecho con tanta prisa, el director podría haber pulido más ciertos detalles. A un director como Fincher pedirle que su película tenga atmósfera es lo mínimo exigible, luego tiene que aportarte algo más. Como sea, me parece la peor película que hasta ahora ha dirigido, a falta de volver a ver 'The Game', pese a ser un retorno al thriller, género donde se maneja a la perfección y pese a la crudeza existente. Quizá en una revisión, sin priorizar ciertas cosas a la hora de verla y sin tener en cuenta la adaptación anterior, puede hacer que la valore mejor ya que, como ya he dicho, no la considero una mala película, pero de momento ya estoy servido de Larsson hasta dentro de unos años. O quizá hasta antes del estreno de la segunda parte, como una oportunidad para ver si me reengancho o definitivamente dejo la saga.
10 de febrero de 2012
10 de febrero de 2012
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El origen de esta película es una catarsis muy personal producto de una mala experiencia. Todo porque hace 40 años, cuando Stieg Larsson, el autor de la trilogía, tenía 15 años, fue testigo de una violación grupal a una niña de 15 años llamada Lisbeth. A la sazón Larsson no hizo nada, porque era un adolescente inseguro y tenía miedo de ofender a sus amigos. El incidente lo marcó de por vida, aquella omisión culposa lo había carcomido tanto que le impulsó a escribir esas novelas a modo de catarsis personal. Pero también se convirtió en un activista político religiosamente ideologizado.
Así pues, esta película destila una fantasía feminista bien misándrica y desagradablemente revanchista. Dejando de lado el atractivo de esta chica cyberpunk, medio emo, medio McGyber, indudablemente un nuevo ícono feminista, es notable la justificación vengativa de su violencia de género contra estos hombres blancos que son o casanovas, o cerdos violadores, o nazis, o capitalistas corruptos y estafadores y que, por supuesto, no aman a las mujeres (y que además parecen ser característicos de esta Suecia ficticia). Ahora, sé que esto es ficción, pero por lo forzado que resulta este escenario y por la obviedad de la bandería progre del autor, creo que es pertinente subrayarlo.
La caracterización de Mikael y Lisbeth se me antoja algo plana. La confianza asesina que llega a transmitir Lisbeth no me convence dadas sus circunstancias y heridas personales; si bien podríamos achacárselo a su aparente síndrome de Asperger, la hipersexualización de su personaje y su fantasioso "hackerismo" contribuyen a volver más inhumano su estoicismo. Mikael, como un James Bond que acaba rescatado por esta maquinal heroína, es otra muestra de ingenuidad solapada. Como mencionaba Roger Ebert en su reseña, se extraña una vibración emocional más plausible en ambos personajes.
Aparte está el misterio de la desaparición de la joven. Al principio el asunto es intrigante, pero conforme avanza su resolución va perdiendo fuerza; la revelación del misterio no convence. Los huecos de guión y las incoherencias afectan la suspensión de la descreencia. Luego de el cierre del caso la película se alarga mucho y solo para volver a recalcar la condición de Lisbeth de ser una sobreviviente de desamores y desventuras provocadas por los hombres.
Así pues, esta película destila una fantasía feminista bien misándrica y desagradablemente revanchista. Dejando de lado el atractivo de esta chica cyberpunk, medio emo, medio McGyber, indudablemente un nuevo ícono feminista, es notable la justificación vengativa de su violencia de género contra estos hombres blancos que son o casanovas, o cerdos violadores, o nazis, o capitalistas corruptos y estafadores y que, por supuesto, no aman a las mujeres (y que además parecen ser característicos de esta Suecia ficticia). Ahora, sé que esto es ficción, pero por lo forzado que resulta este escenario y por la obviedad de la bandería progre del autor, creo que es pertinente subrayarlo.
La caracterización de Mikael y Lisbeth se me antoja algo plana. La confianza asesina que llega a transmitir Lisbeth no me convence dadas sus circunstancias y heridas personales; si bien podríamos achacárselo a su aparente síndrome de Asperger, la hipersexualización de su personaje y su fantasioso "hackerismo" contribuyen a volver más inhumano su estoicismo. Mikael, como un James Bond que acaba rescatado por esta maquinal heroína, es otra muestra de ingenuidad solapada. Como mencionaba Roger Ebert en su reseña, se extraña una vibración emocional más plausible en ambos personajes.
Aparte está el misterio de la desaparición de la joven. Al principio el asunto es intrigante, pero conforme avanza su resolución va perdiendo fuerza; la revelación del misterio no convence. Los huecos de guión y las incoherencias afectan la suspensión de la descreencia. Luego de el cierre del caso la película se alarga mucho y solo para volver a recalcar la condición de Lisbeth de ser una sobreviviente de desamores y desventuras provocadas por los hombres.
22 de enero de 2012
22 de enero de 2012
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película sueca esta mejor lograda siendo las escenas trascendentales más crudas y espontaneas. La versión original está mejor interpretada ya que Daniel Craig no es un gran actor. A pesar de ser fan de Fincher estoy convencido que ésta remake no superó a la versión original.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Una lástima porque esperaba mucho más de éste gran director de cine.
10 de febrero de 2012
10 de febrero de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es precisamente lo que David Fincher ha hecho con la primera -y sensacional- novela de la trilogía Millennium de Stieg Larsson. La gran mayoría de medios reconoce su calidad pero tacha a esta cinta de un "remake" caro y Hollywoodiense de la versión sueca de Niels Arden Oplev. Puede ser que ambas se encuentren muy recientes en lo que a tiempo se refiere, pero ya que casi todos se empeñan en comparar ambas cintas, ya que parece ser lo más crucial a la hora de valorar una película (nótese la ironía), pasaré a dar mis valoraciones con respecto a la película de 2009.
En primer lugar Fincher no es un buen director, es un director genial, de la primera línea de directores en la actualidad, y puede que esta no se trate de su mejor película (habiendo títulos como Seven, La red social o Zodiac), pero añade una serie de elementos que hacen que el espectador quede enganchado desde el primer minuto hasta el último de su largo metraje. La intriga no permite distracciones de ningún tipo, y eso es todo un logro, por no hablar de los títulos de crédito iniciales, tan oscuros y genuinos, al más puro estilo 007 y que introducen de una forma muy correcta al espectador en lo que va a visionar.
Y ya que mencionamos la oscuridad de los títulos, diremos que es algo que está presente durante toda la película. Tenebrosidad, el negro mezclado con el blanco frío de la nieve sueca, un tema escabroso por detrás que investigar, y un clima de lo más inquietante se enlazan para ofrecernos una bella fotografía. Todo ello hilvanado con una gran música de Trent Reznor y Atticus Ross. Por cierto, genial el tema Immigrant Song de los créditos.
En cuanto a las interpretaciones en sí -y ya que nos empeñamos en compararlo todo- diré que Daniel Craig aporta mucho más al personaje de Mikael Blomkvist que Michael Nyqvist. Sin hacer una enorme interpretación, Craig añade muchos matices nuevos de cara a su papel de periodista-investigador y también un toque de distinción que se agradece y mucho. Pero si debemos ensalzar alguna interpretación en esta cinta es la de Rooney Mara; una Lisbeth Salander que evoluciona y que es capaz incluso de mostrar algún atisbo de sentimiento. Tan reservada y poco sociable como de costumbre, pero con alguna diferencia si la comparamos con Noomi Rapace. Merecida nominación al Óscar para una transformada e irreconocible Mara, musa de Fincher. Por otra parte, otros actores secundarios como Christopher Plummer o Robin Wright por mencionar alguno se mantienen correctos.
Puede que se parezca mucho a la versión sueca, y puede que por ello cuente con el handicap de no contar con el factor sorpresa -cosa que dudo-. A pesar de ello Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres queda como una de las mejores películas del año, por su director, por su historia, por su ambientación, por su música, y cómo no, por sus actores.
Me remito a la frase de un compañero que ha criticado la película con anterioridad: no es más de lo mismo, es mejor.
En primer lugar Fincher no es un buen director, es un director genial, de la primera línea de directores en la actualidad, y puede que esta no se trate de su mejor película (habiendo títulos como Seven, La red social o Zodiac), pero añade una serie de elementos que hacen que el espectador quede enganchado desde el primer minuto hasta el último de su largo metraje. La intriga no permite distracciones de ningún tipo, y eso es todo un logro, por no hablar de los títulos de crédito iniciales, tan oscuros y genuinos, al más puro estilo 007 y que introducen de una forma muy correcta al espectador en lo que va a visionar.
Y ya que mencionamos la oscuridad de los títulos, diremos que es algo que está presente durante toda la película. Tenebrosidad, el negro mezclado con el blanco frío de la nieve sueca, un tema escabroso por detrás que investigar, y un clima de lo más inquietante se enlazan para ofrecernos una bella fotografía. Todo ello hilvanado con una gran música de Trent Reznor y Atticus Ross. Por cierto, genial el tema Immigrant Song de los créditos.
En cuanto a las interpretaciones en sí -y ya que nos empeñamos en compararlo todo- diré que Daniel Craig aporta mucho más al personaje de Mikael Blomkvist que Michael Nyqvist. Sin hacer una enorme interpretación, Craig añade muchos matices nuevos de cara a su papel de periodista-investigador y también un toque de distinción que se agradece y mucho. Pero si debemos ensalzar alguna interpretación en esta cinta es la de Rooney Mara; una Lisbeth Salander que evoluciona y que es capaz incluso de mostrar algún atisbo de sentimiento. Tan reservada y poco sociable como de costumbre, pero con alguna diferencia si la comparamos con Noomi Rapace. Merecida nominación al Óscar para una transformada e irreconocible Mara, musa de Fincher. Por otra parte, otros actores secundarios como Christopher Plummer o Robin Wright por mencionar alguno se mantienen correctos.
Puede que se parezca mucho a la versión sueca, y puede que por ello cuente con el handicap de no contar con el factor sorpresa -cosa que dudo-. A pesar de ello Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres queda como una de las mejores películas del año, por su director, por su historia, por su ambientación, por su música, y cómo no, por sus actores.
Me remito a la frase de un compañero que ha criticado la película con anterioridad: no es más de lo mismo, es mejor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Inolvidable la escena en la que Blomkvist (Craig) está asfixiándose con una bolsa de plástico atada a su cabeza en el sótano de Martin Vanger y éste último pone en su equipo de música el clásico tema Orinoco flow de Enya mientras el periodista lucha por respirar.
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