Rachel Weisz es lo único que se salva en una película lenta aburrida y de la que me esperaba mucho mas.

Tratar la pasión con un lenguaje tan frío, desluce todo lo que debería ser un amor, fuego y pasión.

Las pinceladas sociales y psicológicas y los maravillosos detalles de época son parte del escenario, pese a ello no aportan nada para hacer esta historia mas interesante.

¿Por que nos sentimos a veces tan solos? ¿Por que hacemos a veces a otros, responsables de nuestro estado de ánimo? ¿Por que el amor es algo tan indigno?

3 preguntas de miles que me he realizado al terminar de ver ESTA película, mil veces repetida, de un trio de personajes cumpliendo con el tema que conlleva.

Mujer casada, con matrimonio infeliz, que conoces al apuesto hombre que a ratos la desprecia, se pasa de estar cómodamente con su marido juez a sufrir lo insufrible para ella.
Bastante común en situaciones reales, llegamos a empatizar algo por eso mismo, porque la mayoría de las personas ha vivido dentro de los tres personajes.
Ambientada en Inglaterra de los años 50, con imágenes y vestuario bastante sosos, Rachel Weisz, guapa como siempre, cumple, pero jamas sera recordada por esta interpretación, Tom ha estado algo mejor.

Lo mejor: Quizás, las canciones de época en los bares, y la despedida final que le ha dado un poco mas de puntuación.

Lo peor: Pues la verdad y muy importante, se echa mucho de menos el erotismo, y las tristes imágenes de la fotografía de aquel país en los 50 mas un vestuario horrible.

Buenos planos, y bonita fotografía pero la película no puede ser más aburrida. Cuando termina, te preguntas para qué has estado 100 minutos viendo esta película. Eso no quita la buena actuación de Rachel Weisz.

Envuelta en ese halo nostálgico de un Londres de los años 50, con una buena puesta en escena y ambientación, la historia se devalúa por momentos y va perdiendo interés progresivamente.
Se hace pesada y aburrida a más no poder.
No se lo que habrán querido simbolizar con esta historia, lo que está claro es que te quedas igual de frío e impasible que una noche de niebla londinense.

Confieso que no tenía mucha fe en esta película. Solamente me interesaba verla por las recomendaciones que halagaban la buena actuación de Rachel Weiz.
Si bien la actriz se destaca, para mi gusto, termina siendo un poco sobreactuada y llega a aburrir con el mismo personaje.

En cuanto al guion, está bastante bien armado, cosa de que nos va creando una buena cuota de suspenso con tintes de drama. Pero más allá de esto, el filme se estanca bastante al no poder despegar del argumento central de la historia, como que uno como espectador le pide un poco más.

Lo único destacable es la atmósfera melancólica y algo triste. Sin llegar a ser mal, no la recomiendo.