A Roma con amor
5.8
27,954
Comedia. Romance
Cuatro historias independientes con un escenario común: la ciudad de Roma. En la primera, un matrimonio americano (Woody Allen y Judy Davis) viaja a italia para conocer a la familia del prometido de su hija (Alison Pill). En la segunda, un italiano (Roberto Benigni) se hace famoso sin motivo de la noche a la mañana. En la tercera, un arquitecto californiano (Alec Baldwin) visita Roma con sus amigos donde conoce a un estudiante (Jesse ... [+]
30 de septiembre de 2012
30 de septiembre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque en algún momento las situaciones son bastante cómicas y hemos llegado a reírnos, en general es bastante decepcionante. Las historias son muy absurdas e inverosímiles y además sin gracia.
Hay fallos técnicos como varios micrófonos que asoman por la parte superior de la pantalla.
Los actores son muy regulares, incluyendo a nuestra Pe.
Y como guinda, el doblaje es pésimo.
Lo único destacable es la presencia del señor Allen, que por mil veces que explote su papel de psicótico, siempre me hace reír con sus brotes paranoides.
Hay fallos técnicos como varios micrófonos que asoman por la parte superior de la pantalla.
Los actores son muy regulares, incluyendo a nuestra Pe.
Y como guinda, el doblaje es pésimo.
Lo único destacable es la presencia del señor Allen, que por mil veces que explote su papel de psicótico, siempre me hace reír con sus brotes paranoides.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es como un vovevil a lo Alfredo Landa, con escenas de malentendidos en calzoncillos incluídas, y con un despropósito detrás de otro...
6 de octubre de 2012
6 de octubre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La irregularidad de Allen es un hecho. Es un director tan peculiar, tan personal, que se puede permitir serlo. Nos puede regalar una obra maestra indiscutible como obras menores, pero lo que es innegable es que hace el cine que le apetece, ni mas ni menos.
Ya sea la irregular Vicky Cristina, la menor pero digna El sueño de Casandra o el clásico Desmontando a Harry, siempre lleva su sello intransferible en cada película. Y ha llegado el momento de catearle como a cualquier mortal, porque al igual que yo disto mucho de ser perfecto, su cine tampoco lo es.
Tras la sorprendente y mágica Medianoche en París, donde su fotografía era notable y la historia poco menos que deliciosa, en Roma no le sucede lo mismo. La palabra que mejor define su ultima película es, simplemente, forzada. Muy forzada y excesiva, falta de ritmo, con un humor muy débil y lo peor de todo: bastante aburrida. La historia coral puede parecer interesante en un principio, pero lamentablemente dura poco. No me creo ningún personaje excepto quizá el de Baldwin, aunque tambien rescato al mismo Allen en un papel que, aunque siempre es el mismo, es ya un clásico.
Todo lo demás decepciona. Desde el cansino papel de Eisenberg, que parece tener un solo registro, hasta la desperdiciada historia de Benigni, pasando por el papel facilon de Penélope. La historia del cantante resulta bastante absurda con algunas escenas alargadas en exceso además, que si al principio pueden resultar graciosas, acaban por cansar. Si además le sumamos una fotografía que no hace justicia a la hermosa Roma, todo termina en una cinta muy regular.
Por supuesto qe habrá espectadores que para nada estarán de acuerdo con mi critica, de hecho recuerdo una pareja en la sala que no dejaba de reír, y es que el humor es muy subjetivo. Pero aparte de alguna ligera sonrisa, Woody en esta ocasión no me ha tocado demasiado hondo, sino mas bien lo contrario. Y es que quizá sea hora de terminar estas largas vacaciones que se esta pegando, para volver a sorprendernos como antes. Quizá en la Nueva York donde todos le ubicamos, vuelva a tener la frescura e ingenio que hizo de el quien es.
Los años pesan y Allen parece cansado, lo cual es lógico. Pero todos sabemos que puede dar mucho mas, total, nuestra cita con su cine solo de da una vez al año, tiempo suficiente para que nos regale si no una obra maestra, una historia que me haga volver a aplaudir en silencio al señor del clarinete. Y yo lo siento, pero no ha podido ser esta vez. Tópica, facilona, plagada de clichés y momentos tan prescindibles como poco creíbles. No me vi enganchado por ninguna de las historias que nos relata nuestro querido neoyorquino. Roma ofrecía muchas mas posibilidades.
Ya sea la irregular Vicky Cristina, la menor pero digna El sueño de Casandra o el clásico Desmontando a Harry, siempre lleva su sello intransferible en cada película. Y ha llegado el momento de catearle como a cualquier mortal, porque al igual que yo disto mucho de ser perfecto, su cine tampoco lo es.
Tras la sorprendente y mágica Medianoche en París, donde su fotografía era notable y la historia poco menos que deliciosa, en Roma no le sucede lo mismo. La palabra que mejor define su ultima película es, simplemente, forzada. Muy forzada y excesiva, falta de ritmo, con un humor muy débil y lo peor de todo: bastante aburrida. La historia coral puede parecer interesante en un principio, pero lamentablemente dura poco. No me creo ningún personaje excepto quizá el de Baldwin, aunque tambien rescato al mismo Allen en un papel que, aunque siempre es el mismo, es ya un clásico.
Todo lo demás decepciona. Desde el cansino papel de Eisenberg, que parece tener un solo registro, hasta la desperdiciada historia de Benigni, pasando por el papel facilon de Penélope. La historia del cantante resulta bastante absurda con algunas escenas alargadas en exceso además, que si al principio pueden resultar graciosas, acaban por cansar. Si además le sumamos una fotografía que no hace justicia a la hermosa Roma, todo termina en una cinta muy regular.
Por supuesto qe habrá espectadores que para nada estarán de acuerdo con mi critica, de hecho recuerdo una pareja en la sala que no dejaba de reír, y es que el humor es muy subjetivo. Pero aparte de alguna ligera sonrisa, Woody en esta ocasión no me ha tocado demasiado hondo, sino mas bien lo contrario. Y es que quizá sea hora de terminar estas largas vacaciones que se esta pegando, para volver a sorprendernos como antes. Quizá en la Nueva York donde todos le ubicamos, vuelva a tener la frescura e ingenio que hizo de el quien es.
Los años pesan y Allen parece cansado, lo cual es lógico. Pero todos sabemos que puede dar mucho mas, total, nuestra cita con su cine solo de da una vez al año, tiempo suficiente para que nos regale si no una obra maestra, una historia que me haga volver a aplaudir en silencio al señor del clarinete. Y yo lo siento, pero no ha podido ser esta vez. Tópica, facilona, plagada de clichés y momentos tan prescindibles como poco creíbles. No me vi enganchado por ninguna de las historias que nos relata nuestro querido neoyorquino. Roma ofrecía muchas mas posibilidades.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La historia de la pareja se hace demasiado pesada. La de Benigni, puede parecer fresca y divertida en un principio, pero pronto se desaprovecha y pierde fuerza debido además a una innecesaria y forzada moraleja. Ellen Page y su amorío tambien acaba por cansar, y Baldwin parece algo desubicado en la historia. Pero no todo va a ser negativo. Woody tiene algún punto gracioso en su eterno personaje, a pesar de que la historia del cantante y su ducha sea francamente estúpida. Una labor en general no exenta de esfuerzo y buenas maneras, pero fallida en general. Roma se merecía algo mejor.
12 de octubre de 2012
12 de octubre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gusta Woody Allen en sus últimas películas romper la lógica discursiva de las cosas e introducir digresiones, personajes que no lo son pero que ayudan a avanzar la trama como los antiguos coros griegos, o soluciones narrativas absurdas. Esto plantea al posible espectador el hecho de aceptar este juego que nos propone el maestro de Manhanttan. En algunas ocasiones será muy fácil, y pongo como ejemplo la película que hizo sobre París, absolutamente maravillosa; en otras, como esta sobre Roma, resulta un poco más difícil, pues hay muchas vueltas de tuerca, muchos giros del guion.
A pesar de ello Allen consigue firma una vez más, y van muchas, un buen film, algo por debajo de su media, pero bastante por encima de las películas que conforman la cartelera. El film se compone de cuatro historias independientes entre sí que van radiografiando la ciudad y la sociedad actual. Destaca, por ejemplo, la historia protagonizada por el injustamente denostado Roberto Benigni sobre los famosos de pacotilla. La trama en la que interviene Woody como actor resulta como mínimo curiosa a pesar de estar muy al límite de la imaginación. De todas maneras, con la historia que me quedo es de la ese joven arquitecto prendado de la amiga de su novia, porque sintetiza como la casualidad, más que la voluntad, va conformando nuestro universo social. No acabaré sin dejar constancia de la increíble capacidad que tiene Woody Allen de crear innumerables diálogos, creíbles e ingeniosos, y eso a lo largo de décadas, ahí es nada.
A pesar de ello Allen consigue firma una vez más, y van muchas, un buen film, algo por debajo de su media, pero bastante por encima de las películas que conforman la cartelera. El film se compone de cuatro historias independientes entre sí que van radiografiando la ciudad y la sociedad actual. Destaca, por ejemplo, la historia protagonizada por el injustamente denostado Roberto Benigni sobre los famosos de pacotilla. La trama en la que interviene Woody como actor resulta como mínimo curiosa a pesar de estar muy al límite de la imaginación. De todas maneras, con la historia que me quedo es de la ese joven arquitecto prendado de la amiga de su novia, porque sintetiza como la casualidad, más que la voluntad, va conformando nuestro universo social. No acabaré sin dejar constancia de la increíble capacidad que tiene Woody Allen de crear innumerables diálogos, creíbles e ingeniosos, y eso a lo largo de décadas, ahí es nada.
13 de octubre de 2012
13 de octubre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el éxito y reconocimiento recibido por Midnight in Paris, Woody Allen sigue su ruta por Europa que esta vez lo lleva a Roma, donde "patrocinado por el ministerio de turismo" nos ofrece el esperado recorrido por sus calles, su gente, su música, etc. En esta ocasión nos cuenta 4 historias independientes entre si, en las que como practicamente siempre, se adentra en los lodos de las relaciones amorosas, un terreno que maneja como nadie.
- TDS PTS: Con el ya famoso término resumiríamos la primera de ellas. Una pareja recién casada va a Roma a buscar trabajo para él y prosperidad para los dos. Le esperan unos familiares acomodados en la nobleza y el snobismo para introducirles en la alta sociedad y darle a él un empleo bien remunerado. En esta historia vemos al Woody al que le encantan los enredos amorosos llevados al límite y las historias de infidelidades. Penélope Cruz está genial en el papel de prostituta que aparece por error en la vida del marido y lo tienta a la vez que la mujer de este, perdida por la ciudad, conoce al actor de sus sueños y se debate en un gran dilema moral. Lástima que esté rematada con más libertinaje que con la coherencia de los personajes y sus motivaciones hasta el momento.
- Chico conoce chica, suegros conocen consuegros: Una de las que más me han gustado y más porque el propio director participa en ella. Una chica viaja a Roma de vacaciones y preguntando por una plaza conoce al hombre de sus sueños. En poco tiempo se han prometido y su familia viaja hasta la ciudad italiana para conocer a la familia de él. El suegro de la chica tiene una voz espectacular aunque la familia no quiere sacarle provecho y su padre, productor musical jubilado insistirá en ello aunque parece que solo sea capaz de cantar en la ducha. Un final predecible pero en general la historia resulta fresca y divertida, con diálogos ingeniosos y batallas dialécticas familiares con mucho sarcasmo y consiguiendo en algún momento la carcajada.
- La fama es algo tan efímero: Roberto Benigni es un tipo corriente, uno más de la ciudad. De repente y sin saber por qué, todo el mundo se interesa por su vida, desde que desayuna hasta como se afeita. Todo lo que hace es tendencia, le llaman para todos los programas de televisión y le persiguen paparazzis. Una genial y original sátira sobre la fama con tildes surrealistas y reflexiones interesantes. Seguramente en conjunto aunque sea la más simple, es la mejor historia de todas.
- La locura dijo a la razón: Jesse Eisenberg, estudiante de arquitectura, vive felizmente con su novia. A estos los visita Ellen Page, que hace el papel de la mejor amiga de ella, considerada por todos un torbellino sexual, que sin ser un portento fisicamente, tiene algo que enamora. Asistimos al eterno debate de contentarse con lo que uno tiene, disfrutar de la estabilidad y ser feliz o dejarse arrastrar por la pasión irracional de un deseo tan incomprensible como incontrolable. Historia con el especial aliciente del personaje de Alec Baldwin, alguien que desde el principio nos dan pistas de quien es aunque no lo dicen directamente. Hará las veces de pepito grillo y a la vez de espectador que se mete en la película, la pausa y dialoga con los personajes sobre lo que dicen y lo que realmente están pensando. Como pasa en alguna que otra historia y está presente en cada película del maestro Allen, sus mujeres son inestables, impulsivas y pasionales y los hombres son más simples y bobos, que no por ello angelitos. Una forma de plasmar a los dos sexos para mi bastante ajustada a la realidad aunque muchas veces sus personajes rocen o se adentren directamente en el histrionismo.
En resumen: notables personajes, buenos y en ocasiones geniales diálogos y un aura de frescura e ingenio que acompaña, aunque sea de forma irregular, a la película. Su mayor defecto y lo que la priva de ser una obra mayor, es que por un lado abarca más historias de las que puede, repitiendo además conceptos ya plasmados en alguna de las otras y por otro que esto hace que no tenga tiempo para rematarlas como debiera y la mayoría de ellas pecan de tener un cierre apresurado y frío, no cargándose pero si empañado, las buenas sensaciones que te estaba transmitiendo con ellas hasta el momento. Aún así, con el paso de las horas, en el recuerdo mejora y pesa más las virtudes que los defectos en un film cuanto menos interesante y que va mucho más allá del simple o vacuo entretenimiento.
Nota: 6'5
P.D. Obligadísimo visionado en V.O. Tras la escabechina que hicieron en Vicky Cristina Barcelona con el doblaje, no me quiero ni imaginar lo que puede haber pasado con esta. Si en aquella habían batallas dialécticas que unos hablaban en inglés, otros en castellano, discutían sobre ello y en la versión doblada era todo en castellano inventándose los diálogos, es esta no quiero ni pensarlo. Una película donde conviven los diálogos en inglés con otros en italiano y que en la versión doblada seguro que está todo en castellano (parece que cueste poner subtítulos o asustan a la gente) poniéndoles diferentes acentos y seguro que inventándose alguna que otra escena dada la imposibilidad de que quede coherente si lo traducen literal.
http://www.elperiodic.com/noticias/198600_critica-roma-amor-rome-with-love-2012.html
En twitter: @er_calderilla
- TDS PTS: Con el ya famoso término resumiríamos la primera de ellas. Una pareja recién casada va a Roma a buscar trabajo para él y prosperidad para los dos. Le esperan unos familiares acomodados en la nobleza y el snobismo para introducirles en la alta sociedad y darle a él un empleo bien remunerado. En esta historia vemos al Woody al que le encantan los enredos amorosos llevados al límite y las historias de infidelidades. Penélope Cruz está genial en el papel de prostituta que aparece por error en la vida del marido y lo tienta a la vez que la mujer de este, perdida por la ciudad, conoce al actor de sus sueños y se debate en un gran dilema moral. Lástima que esté rematada con más libertinaje que con la coherencia de los personajes y sus motivaciones hasta el momento.
- Chico conoce chica, suegros conocen consuegros: Una de las que más me han gustado y más porque el propio director participa en ella. Una chica viaja a Roma de vacaciones y preguntando por una plaza conoce al hombre de sus sueños. En poco tiempo se han prometido y su familia viaja hasta la ciudad italiana para conocer a la familia de él. El suegro de la chica tiene una voz espectacular aunque la familia no quiere sacarle provecho y su padre, productor musical jubilado insistirá en ello aunque parece que solo sea capaz de cantar en la ducha. Un final predecible pero en general la historia resulta fresca y divertida, con diálogos ingeniosos y batallas dialécticas familiares con mucho sarcasmo y consiguiendo en algún momento la carcajada.
- La fama es algo tan efímero: Roberto Benigni es un tipo corriente, uno más de la ciudad. De repente y sin saber por qué, todo el mundo se interesa por su vida, desde que desayuna hasta como se afeita. Todo lo que hace es tendencia, le llaman para todos los programas de televisión y le persiguen paparazzis. Una genial y original sátira sobre la fama con tildes surrealistas y reflexiones interesantes. Seguramente en conjunto aunque sea la más simple, es la mejor historia de todas.
- La locura dijo a la razón: Jesse Eisenberg, estudiante de arquitectura, vive felizmente con su novia. A estos los visita Ellen Page, que hace el papel de la mejor amiga de ella, considerada por todos un torbellino sexual, que sin ser un portento fisicamente, tiene algo que enamora. Asistimos al eterno debate de contentarse con lo que uno tiene, disfrutar de la estabilidad y ser feliz o dejarse arrastrar por la pasión irracional de un deseo tan incomprensible como incontrolable. Historia con el especial aliciente del personaje de Alec Baldwin, alguien que desde el principio nos dan pistas de quien es aunque no lo dicen directamente. Hará las veces de pepito grillo y a la vez de espectador que se mete en la película, la pausa y dialoga con los personajes sobre lo que dicen y lo que realmente están pensando. Como pasa en alguna que otra historia y está presente en cada película del maestro Allen, sus mujeres son inestables, impulsivas y pasionales y los hombres son más simples y bobos, que no por ello angelitos. Una forma de plasmar a los dos sexos para mi bastante ajustada a la realidad aunque muchas veces sus personajes rocen o se adentren directamente en el histrionismo.
En resumen: notables personajes, buenos y en ocasiones geniales diálogos y un aura de frescura e ingenio que acompaña, aunque sea de forma irregular, a la película. Su mayor defecto y lo que la priva de ser una obra mayor, es que por un lado abarca más historias de las que puede, repitiendo además conceptos ya plasmados en alguna de las otras y por otro que esto hace que no tenga tiempo para rematarlas como debiera y la mayoría de ellas pecan de tener un cierre apresurado y frío, no cargándose pero si empañado, las buenas sensaciones que te estaba transmitiendo con ellas hasta el momento. Aún así, con el paso de las horas, en el recuerdo mejora y pesa más las virtudes que los defectos en un film cuanto menos interesante y que va mucho más allá del simple o vacuo entretenimiento.
Nota: 6'5
P.D. Obligadísimo visionado en V.O. Tras la escabechina que hicieron en Vicky Cristina Barcelona con el doblaje, no me quiero ni imaginar lo que puede haber pasado con esta. Si en aquella habían batallas dialécticas que unos hablaban en inglés, otros en castellano, discutían sobre ello y en la versión doblada era todo en castellano inventándose los diálogos, es esta no quiero ni pensarlo. Una película donde conviven los diálogos en inglés con otros en italiano y que en la versión doblada seguro que está todo en castellano (parece que cueste poner subtítulos o asustan a la gente) poniéndoles diferentes acentos y seguro que inventándose alguna que otra escena dada la imposibilidad de que quede coherente si lo traducen literal.
http://www.elperiodic.com/noticias/198600_critica-roma-amor-rome-with-love-2012.html
En twitter: @er_calderilla
22 de octubre de 2012
22 de octubre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El último proyecto que ha hecho Allen en su gira por Europa es sin duda casi que exclusivo para fanáticos del humorista judío que se basa en un surrealismo extremo y algo desprolijo que sirve como excusa para poder mostrar los gags y diálogos tan inteligentes que sólo un tipo como Allen puede diseñar.
También por supuesto es una nueva historia que supone un nuevo vehículo para mostrar el punto de vista del director neoyorquino sobre el mundo absurdo de la farándula, y un nuevo aporte sobre la sexualidad en la pareja, un tema sobre el que sabemos le encanta hablar.
En mi opinión la mejor de las historias es la Benigni, actor que por cierto no me gusta demasiado pero que hace bien el papel que en otros tiempos haría el propio Allen y que es la más evidente parodia a la prensa rosa actual.
Después se encuentra la del cantante de ópera donde es un placer volver a ver a Woody en su típico rol de histérico y que supone la historia más light pero la que posee mayor y mejores gags, además de los diálogos sobre el comunismo y las funerarias que sin duda son el aporte más gracioso de la película.
En tercer lugar coloco a la de Page y Eisenberg que sin duda es la más ilógica de las cuatro donde Baldwin y Eisenberg son en algún punto la misma persona pero no se llega a desarrollar bien, y el personaje de Page es también una burla a las famosas descerebradas.
Y por último la pareja de recién casados donde lo mejor es Penélope Cruz con su característico acento español (no importa si habla italiano, inglés o cualquier idioma siempre tiene el mismo acento característico que te recuerda que es la Cruz), no es que sea mala esta historia pero es la menos atractiva aunque esconde una interesante filosofía sobre el adulterio y la vida conyugal, y una buena escena en el robo del hotel.
Lo que a mí entender aúna las cuatro historias es el sin sentido del deseo del ser humano, siempre queremos lo que no tenemos y cuando lo tenemos lo dejamos de apreciar pero al perderlo volvemos a desearlo.
Lo mejor: volver a ver a Allen en su histriónico papel que tiene el mejor diálogo del guión (la escena de "ya deje de hablar de eso... excelente voz").
Lo peor: lo mal llevado que está el personaje de Baldwin, y me sobran totalmente los personajes del principio y el final que dicen saber todo lo que pasa en Roma.
También por supuesto es una nueva historia que supone un nuevo vehículo para mostrar el punto de vista del director neoyorquino sobre el mundo absurdo de la farándula, y un nuevo aporte sobre la sexualidad en la pareja, un tema sobre el que sabemos le encanta hablar.
En mi opinión la mejor de las historias es la Benigni, actor que por cierto no me gusta demasiado pero que hace bien el papel que en otros tiempos haría el propio Allen y que es la más evidente parodia a la prensa rosa actual.
Después se encuentra la del cantante de ópera donde es un placer volver a ver a Woody en su típico rol de histérico y que supone la historia más light pero la que posee mayor y mejores gags, además de los diálogos sobre el comunismo y las funerarias que sin duda son el aporte más gracioso de la película.
En tercer lugar coloco a la de Page y Eisenberg que sin duda es la más ilógica de las cuatro donde Baldwin y Eisenberg son en algún punto la misma persona pero no se llega a desarrollar bien, y el personaje de Page es también una burla a las famosas descerebradas.
Y por último la pareja de recién casados donde lo mejor es Penélope Cruz con su característico acento español (no importa si habla italiano, inglés o cualquier idioma siempre tiene el mismo acento característico que te recuerda que es la Cruz), no es que sea mala esta historia pero es la menos atractiva aunque esconde una interesante filosofía sobre el adulterio y la vida conyugal, y una buena escena en el robo del hotel.
Lo que a mí entender aúna las cuatro historias es el sin sentido del deseo del ser humano, siempre queremos lo que no tenemos y cuando lo tenemos lo dejamos de apreciar pero al perderlo volvemos a desearlo.
Lo mejor: volver a ver a Allen en su histriónico papel que tiene el mejor diálogo del guión (la escena de "ya deje de hablar de eso... excelente voz").
Lo peor: lo mal llevado que está el personaje de Baldwin, y me sobran totalmente los personajes del principio y el final que dicen saber todo lo que pasa en Roma.
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