Su llegada fue un golpe de aire fresco. Ácida, sin complejos, llena de matices y verdad, con actores a los que se veía disfrutar. Una gozada en un panorama tan plano, tan complaciente, tan encantado de haberse conocido. Pero se la han ido cargando. Una cobardía creciente que ha convertido la serie en algo agradable de ver pero sin apenas esa mala leche que tenía. Como si a los guionistas los hubieran llevado a un campo de reeducación. Casi todo es ya políticamente correcto. Sigue habiendo chispazos, momentos, pero ya son la excepción. Una pena. Estos tiempos victorianos hipócritas.

Como película resulta aburrida, intrascendente, con un guión inane y unos actores que no parecen saber de qué va el tema. Una mínima intriga que enseguida te das cuenta que no va a ningún lado es incapaz de mantener la atención. Porque todo es una excusa para exponer una serie de postales paisajísticas y humanas que reflejan admiración por Gauguin pero que nunca llega a ser cine. Y al principio se disfrutan, pero el cine es algo más, mucho más, y te llega el sopor y el hastío de otro atardecer más. Inaguantable.

"Alcarrás", tan premiada, podría pasar por un documental de coleópteros, pero al menos estos nos pueden sorprender con alguna curiosidad. No es el caso de esa película infumable que al no tener actores no muestra la vida. Porque, aunque pueda parecer sorprendente y contradictorio, el "arte" se dedica a catalizar lo real, a hacerlo más intenso, creíble, y para eso necesita figurantes. Decía Klee que el arte hace visible lo invisible. El actor, como un artista barroco, convierte lo cotidiano en un viaje emocionante. Y "cinco lobitos" lo es. Sin pasarse en sensiblería, controlando, saltando de la sonrisa al lloro. Toca la fibra porque parece real, porque la asocias a tu vida. Excelente película. De lo mejor de este año

Muestra una situación inicial que podríamos decir excesiva, tirando de culebrón. Esto le obliga a presentar a unos personajes, su protagonista, lo suficientemente fuertes como para afrontar el vacío. Y todo resulta creíble, aunque haya algún exceso lacrimógeno (cojan muchos pañuelos) pero que no acaba de caer en lo facilón. El papel de su protagonista es enorme, qué manera de hacer naturales esas situaciones al límite. Radiografía de adolescentes en su variedad. Una serie con mayúsculas.

El cine es entretenimiento fundamentalmente. Salvo gafapastas varios, gentes de pose o tipos cool, nadie aguanta películas experimentales o cine necesario que aburra. Y esta peli ofrece entretenimiento a raudales. Un Wick con tipo aparentemente de andar por casa. Tiene ritmo, acción bien realizada y un humor latente magnífico. Cuenta con Bob, protagonista de la seguramente mejor serie del año pasado, la 5ª temporada de Better call Saul, y que está de nuevo magnífico y sorprende. Esa escena del autobús es de lo mejor que se ha visto en cine de acción. Adictiva. Y eso a pesar de un final muy de andar por casa que desmerece algo el resto.
Cojan palomitas y a divertirse.