De entre todas las películas de animación que ya he visto se podría decir que es una de las más originales en relación al contexto espacio-temporal, se podría decir que la dirección artística es lo mejor que tiene. La historia es sencilla pero el detallismo de los dibujos te embriaga. La banda sonora no es nada reprochable así que por todo eso se merece un 7, aunque si fuera solo por la historia tendría un 4 o 5. Punto muy bueno y destacable del guión es el punto feminista de María. Ella es encantadoramente una mujer de la actualidad.

Para los que no son niños puede llegar a aburrir en determinados momentos.

Me enorgullece pensar que es una película española. Cada vez veo más luz en el cine español, cada vez da más pasos adelante.

Con esta película se demuestran muchas cosas, que se puede hacer una película de un tema bastante corriente pero que sin embargo te atrapa de principio a fin. No es necesario que sea una historia apasionante o que esté plagada de dramatismos o de golpes de humor. Es una película cálida, enorme, tranquila... como una pintura realista de trazos finos.

Como una nube que te sobrepasa y disfrutas mientras lo hace.

Lo mismo de siempre, no se vayan ustedes a sorprender, esta historia no es nueva.

Si lo es el marco y el enfoque, pero en el fondo es lo mismo. Está muy bien para los más pequeños porque así aprenden una valiosa lección "Los malos no son solo malos, hay algo bello dentro de esos a los que llamamos monstruos".

El marco artístico y los efectos especiales son un sello propio de Hollywood, esto viene de fábrica.

Y no me malinterpreten, es una historia enternecedora, que saca una sonrisa a todos en la sala, hasta a los que sabían lo que iba a suceder pero para ser de Disney me esperaba algo más.

No tenía ni idea de quién era Kieslowski ni del tipo de cine que hacía. Ahora ya tengo una ligera visión del rumbo que tomarán los otros títulos que me disponga a ver de este autor gracias a "Azul".

Esta película ha conseguido, gracias a la precisa combinación de sus elementos técnicos, transmitirme ese sentimiento azul que pretende inyectar en el espectador. Siempre intento adentrarme en la atmósfera y en los personajes de todas las películas que veo, pero con "Azul" no ha hecho falta, su color y musicalidad se han introducido en mi cabeza por sí solos.

Además, Juliette Binoche ha dado la cara durante toda la película. Su nivel de atracción ha sido el gancho que me ha sobrecogido y gracias a ella esta película es mejor de lo que podría haber sido sin ella.

Lo más destacado de este film, es su simbología, magnífica sucesión de simbologías.

Dichas simbologías se envuelven en una atmósfera futurista que poco tiene que ver con el año 2000, en la estética al menos, pero y ¿qué hay del trasfondo?

Un trasfondo, que aunque proyectado en blanco y negro, cuenta una historia en escala de grises. Y esta metáfora será entendida por las personas que la hayan de entender.

En resumen, una historia plagada de simbología, unos mensajes críticos brutales, un océano de maquetas de gran calidad y miles de fotografías que se han de retener en nuestra memoria, para cuando nos encontremos con nuestra realidad sepamos buscarle su significado en relación al argumento de Metrópolis.

Ojalá todo el mundo sepa apreciar esta belleza audiovisual.