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Argentina Argentina · Buenos Aires
Críticas de Maija Meier
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Críticas 111
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
10
3 de julio de 2023
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Beau is afraid, dirigida por Ari Aster, de 2023. Otra obra de arte mayor moderna con el talentosísimo Joaquin Phoenix en el personaje principal.

Presentación: «Following the sudden death of his mother, a mild-mannered but anxiety-ridden confronts his darkest fears as he embarks on a epic, Kafkaesque odyssey back home».

Tan wittgeinsteniana y kafkiana, que no tiene sentido que en algunos portales se la catalogue como comedia junto a las acertadas catalogaciones de drama y horror, más que nada, drama psicológico, terror psicológico. Ni siquiera hay tragicomedia. Todo es una constante tragedia. En esta obra se hizo de la existencia una tragedia.

Con toda la fuerza, se podría admitir el término «tragicomedia negra surrealista» que denota Wiki, si admitimos cierto tipo de humor negro maduro; no obstante no encuentro nada gracioso en esto, en un estado de distopía mental y anomia política. Todo es una enorme lástima; un solemne desconcierto; un caos social enfermizo que difumina los límites entre la realidad y la representación, entre la ficción artística y la realidad artística. Es decir, no hay hechos. En la obra, sólo se nos descubren interpretaciones. En el campamento teatral se esboza, literalmente, el gusto por difuminar la línea entre el artista y el espectador; entre la ficción y la realidad.

Todo puede ser una sobrerrepresentación del túnel de realidad de nuestro cristo psicológico guiado sutilmente hacia su crucifixión judicial; un estado mental desordenado en el marco de una ansiedad hiperrealista, en un sistema interno de paranoia permanente. Sobrerrepresentación en el sentido de una subjetivada representación lastimosamente exagerada. O puede ser una representación del mundo tal cual es, desastroso, donde ya todo se fue al diablo, lentamente, cuya catastrófica lentitud acrecentó el estado de terror. En este sentido el mundo perdió su sentido. La realidad designificada se yuxtapone con un sistema político distópico al cual siempre se descubre de reojo. En este infierno descivilizado, la experiencia mental civil está totalmente distorsionada, ¡sin haberse distorsionado de la realidad!, pues lo que se observa sería lo real. El «sujeto» reducido al sistema.

La reducción del sujeto es una magnífica posición de visión que nos permite tocar su dolor. Ver el mundo con sus ojos. Se logra percibir, así mismo, el absurdo ontológico kafkiano. Artísticamente tecnificada por una manipulación wittgeinsteniana del símbolo y por su designificación. He aquí retratada como nunca antes: la real locura. Siempre, no obstante, sin perder la ambigüedad interpretacional: o todo se ha vuelto loco, o sólo se ha vuelto loco nuestro pobre protagonista, intermediado ficcionalmente por metáforas cinematográficas exquisitamente horrorosas. Figuración de sensaciones, o exposición sensacional.

En un mundo signado por la demencia, el trauma se ha impuesto. La distópica cotidianeidad parece sugerir una especie de pandemia del error, donde un sistema de totalitarismo de mercado donde la seguridad mercantilizada y el negocio de la salud dio por resultado el lanzamiento, en algún momento, de un fármaco cuyo efecto secundario parece haber ocasionado un desmoronamiento sistémico de la salud mundial internacional que, sin embargo, se focaliza localizadamente, en el pequeño mundo observable del individuo. El resto es todo extrema lejanía. Las relaciones sociales demuestran, sin embargo, los síntomas de la distancia social normalizada. A fin de cuentas, el terror es inmenso, como un sistema. Y como dijo Shakespeare: el infierno está aquí, señalándose la cabeza.
Maija Meier
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10
16 de mayo de 2023
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Mustang, por la directora Deniz Gamze Ergüven, 2015.

Grandiosa película crítica de la directora turco-francesa en su debut en la carrera del largometraje. Mustang es una genialidad crítica de la cultura alienante del tradicionalismo más retrógrado: el patriarcado. Sin siquiera nombrar dicho término, está presente en toda la película. Nos transmite la ira contra la opresión a aquelles que empatizamos con la verdadera libertad, la libertad social.

Investigando sobre su directora, observé que participó de dos capítulos de The Handmaid's Tale; de hecho, antes de saberlo, mientras miraba la película pensaba, por momentos, cuánto me recordaba semejante clima opresivo a la serie de las criadas. Lo trágico, lo realmente doloroso, es que esta obra no trata sobre una peligrosa potencialidad, sino sobre la amargura del tiempo presente en determinados sitios del mundo, en este caso, la aberrante cultura tradicionalista y provinciana turca, donde su único faro de escape era la gran capital, Estambul, ignorando que, lamentablemente, el patriarcado también estaría presente allí. Y claro que lo ignoran, ¡son niñas!, y aún así, fuertemente lúcidas; su protagonista, en términos intelectuales, y sus hermanas, en términos sentimentales. La lucidez sentimental se expresa aquí como rebeldía. La liberación del cuerpo en ese traspaso hacia la adultez [forzada por una cultura nefasta] es una bandera política tácita. En el mundo lejano, adulto, apenas se asoma la crítica del sistema organizada, en una sola palabra, lejana, militante: feminismo. La visión de reojo de la pequeña protagonista es el acercamiento de la consciencia a la teoría de la liberación de la mujer, de su emancipación.

Al observar que la directora participó de las series The first y Perry Mason, no queda otra que verlas, tomando su participación como recomendación, así igual con su segunda película: Kings.

Sin duda alguna esta directora nos promete futuras grandiosas creaciones.

Esta obra, finalmente, nos lleva por el arduo camino de la crítica social hacia las culturas alienantes, como las desprendidas del islamismo patriarcal donde teorías aburguesadas como el "feminismo islámico" reivindican la liberal elección de semejante opio de los pueblos 'femeninos' principalmente, como el islam. La religión, a fin de cuentas, sea cual sea, no deja de ser un opiáceo. Esta película tiene como fuerte fundamento de su crítica un retorno al marxismo, ya que a diferencia de dichas corrientes que buscan religar a ciertos pueblos con ideologías religiosas opresivas, desde el movimiento comunista iniciado por Marx y Engels se deja en claro que el papel opresivo y alienante de la religión en la humanidad. No hay elección liberaloide que sirva; dicha supuesta elección por, por ejemplo, un burka, no refleja más que el adoctrinamiento religioso y la presión cultural que hizo del cuerpo de la mujer oriental principalmente una prisión cultural. La elección como farsa en el sistema capitalista es moneda corriente; romperlo no es fácil y supone la liberación de la consciencia, su emancipación total.
Maija Meier
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8
7 de julio de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película del año 2021 dirigida por múltiples directoras (utilizo el género femenino como genérico), entre las cuales se encuentra la destacada Chloe Okuno, quien hizo un gran debut con Watcher del año 2022.

Esta obra contiene terror puro, a tal punto que puede ser catalogada tranquilamente como gore. El efecto VHS le da el toque realista necesario para acrecentar la sensación de terror.

Las historias están entrelazadas casi de un modo forzado, pero su propio contenido las rescatan. Quizás, hubiera preferido que el entrelazamiento fuese de otro modo y más moderno, como, por ejemplo, presentar las historias como videos encontrados en en la dark net. De todos modos, película altamente recomendable para las fanáticas del terror.
Maija Meier
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10
7 de julio de 2022
9 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este horror-folk de Alex Garland es sin duda alguna una gran película de actualidad (2022), y promete ser una de las mejores del año; un año donde el género del terror parece estar en alza.

Al igual que en Last night in Soho (2021) y Watcher (2022), en Men encontramos otra vez presente el peligro de la otredad masculina. Una reiteración temática reproducida con gran ingenio y a su vez tristemente basada en hechos y sensaciones reales para la mujer del día a día. El arte es un reflejo de su tiempo, también de la crítica de su tiempo, y esto es comprendido por Alex y se sube al tren de la crítica artística del mundo social que nos acontece. Lo hace magníficamente bien. El género del terror parece estar explorando nuevos senderos de seriedad artística donde traspasa la barrera del entretenimiento superficial para pasar a ser una obra de arte mayor.

Película de hermosas fotografías y clima templado, prácticamente nublado y por tanto perfecto para la explotación del silencio y la intimidad de las sensaciones, de la cercanía de la mente de la protagonista y sus miedos en este mundo y especialmente su mundo, donde lamentablemente muchas mujeres podrán verse reflejadas.

La gran metáfora parece ser la transpolación del terror de la cotidianeidad hacia la pantalla grande, simbolizando incluso el terror mismo en la metamorfosis del hombre que las oprime, cual una cebolla, o mejor dicho, cual un monstruo que deviene hombre.
Maija Meier
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9
7 de julio de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Horror psicológico de Edgar Wright del año pasado (2021), o, una película de terror light, puesto que al carecer de tonalidades oscuras y escenas noir de thirllers también de la psicología del terror (como Watcher), rebasa de tonalidades claras y noches iluminadas; calles de Londres fantásticamente iluminadas y días demasiado coloridos para ser Londres, la ciudad donde siempre llueve. Quien no guste de tanto color en el género del terror, no debería verla; sin embargo, en películas clásicas como Freddy el color abunda, aunque contiene escenas altamente contrastantes unas con otras; quiero decir, esta película es el equivalente moderno a una auténtica película de terror de culto.

Lo magnífico de esta obra es que retoma los clichés de las viejas películas de terror y los readapta a nuestra era. Los guiños a lo fantasmal, la alusión cinematográfica a los zombies que emergen de la tierra; las salpicaduras de sangre y los reflejos de cuchillo y espejos de habitaciones de hoteles de mala muerte; la mirada de los sospechosos, hombres misteriosos que acechan; la investigación de la joven protagonista sobre los extraños acontecimientos; las miradas de miedo; los gritos; todo conforma una actualización refinada del género.

Una película que vale la pena ver no sólo por su delicadeza estética, sino también porque detrás del maquillaje fílmico encuadra una crítica social tajante: la mirada masculina hacia una mujer extranjera. El film parece decirnos, entre otras cosas, en este mundo patriarcal la mujer parece siempre una extranjera; nueva en este mundo, casi perdida, donde su genuino temor es a menudo tomado por histeria o paranoia. La explotación sexual y el acoso son temas que subyacen el argumento, y entre líneas ejecutan perfectamente su crítica.

Y el fruto del postre, si acaso podemos comparar esta obra con uno, es una delicia para los aficionados nocturnos de la música. Toda gran película debe tener su escena musical maravillosa. La tiene Odisea en el espacio con Así habló Zaratustra; la tiene Joker con Gary Glitter; la tiene Hater con Kyle Minogue; Crimes of the future, con Body is reality, etc. En esta ocasión, se constituye un clima fenomenal en un abrupto y hermoso cambio de música en la escena del baile con Siouxsie and the Banshees, y a partir de allí, simplemente la magia sucede en el espectador.
Maija Meier
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