Si bien Onward estaba llamada a ser una gran producción de los estudios Pixar, se queda corta en tener la real magia de que gozaron producciones como pa saga de Toy story o Monsters, Inc.

Se reconoce que tiene ritmo, pero a veces peca por cierto desenfreno que no ayuda a la dramaturgia. Se le abona además que está muy bien animada y hace una sutil crítica a esta sociedad hiperconectada que se ha olvidado de creer en los sueños.

¡Para mi gusto pasa raspando con un cinco!

No piensen que voy a hablar bien de la película ni mucho menos de las bondades de su director, quien la verdad siempre me ha parecido sobrevalorado. El título de mi crítica habla sencillamente de que M. Night Shyamalan se repite como siempre. Si uno hace un recorrido por su filmografía, sus historias no tienen mucha cuerda, no pasa mucho en ellas, terminan estirándose como un caucho viejo que al final se rompe, cuando dan el gran giro final y todo lo que hemos visto no significa nada. Pasó con Sexto Sentido, con The Village, Señales y con la ingrata The Happening, quizás la peor de todas.

De tal modo que siendo consecuente con su “marca de fábrica” lo repite en “La Visita”. Los viejitos locos no hacen más que sinsentidos durante buena parte del metraje y uno como espectador se va desesperando. ¿Será que ese era el objetivo? Sin embargo Shyamalan se atreve a poner elementos de humor con la esperanza de hacerse el gracioso y congeniar con las nuevas generaciones más proclives a consumir terror barato. Hay que aceptar que el truco le funcionó porque le ha ido bien en la taquilla y la producción fue muy barata, pero de seguro no pasará a la historia por su guion, que la verdad da pena ajena.

¿Ingeniosa? ¿Trepidante? ¿Un gran guión? ¡¿Qué les pasa a los críticos, por Dios?! Es una película bastante regular, predecible (para mi) en sus vueltas cuando va hacia el final. Mamet creo que ha sido un guionista sobrevalorado y este mediocre film es una prueba de ello.

La verdad me entretuve poco, todo ese aparataje para ese robo me resultó aburrido porque nunca sentí peligro inminente para los protagonistas. Y los pretendidos giros me parecieron de la mano del guionista y no de los personajes. El que quiera gastarse hora y media viendo una película insípida, aquí tienen una, si sus expectativas no son muy altas. Prefiero mil veces como narración ingeniosa otra película, (esta si memorable) sobre robos: Italian job (la original, claro está)

Hacía buen tiempo no encontraba una película que me gustara tanto en todos los sentidos: guion, fotografía, actuaciones, música y humor negro. Mantiene todo este equilibrio (casi perfecto) la dirección y la escritura del talentoso Martin McDonagh, quien parece un auténtico americano, conocedor de la “América profunda”, cuando en realidad es 100% irlandés.

Poco hay que criticarle; Frances McDormand y Woody Harrelson están inmensos en sus roles y seguramente saldrán ganadores de varios premios a nivel internacional. No se la pierdan, es una delicia y una escuela para los que amamos el mundo del cine.

Sin duda lo peor que he visto de Alex de la Iglesia y unas de las más malas producciones de este año 2013. No hay palabras para describir lo perversamente mala que es. Hay quienes dicen que este Alex de la Iglesia es el de los orígenes, ¡pero qué osadía, por Dios! Obras maestras como “El día de la Bestia” y La Comunidad” tienen que ver con este despropósito sin sentido. Una cosa es contar una historia donde el absurdo tiene cabida, pero dicho absurdo necesita verdadero humor y sobre todo una premisa dramática coherente. Y Las brujas de Zugarramurdi no tiene nada de lo anterior. Solo guarradas ridículas y chistes torpes sin ninguna gracia. El arranque de la historia es lo único que a medias aguanta porque a medida que avanza la proyección se desinfla totalmente.

Da pena ajena ver este desperdicio de talento y recursos. Después de esto creo que no veré jamás otra película de Alex de la Iglesia. Ha ido de mal en peor, mucho peor, hasta tocar fondo. Lamentable.