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España España · Córdoba
Críticas de Talía666
Críticas 1,449
Críticas ordenadas por utilidad
5
15 de julio de 2013
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fernando Trueba intenta explicarnos el proceso creativo a través de una relación única, íntima, tortuosa, personal e intransferible: la de un artista y su modelo.

El artista mira a la modelo y la modelo se deja mirar.

El artista pinta, esculpe, crea... ella quieta, ausente y silenciosa.

El artista se enamora lentamente de la modelo.

La modelo lo sabe y explota su sensualidad para alimentar ese deseo.

Ergo... la inspiración nace del deseo.

Un pellejoso, viejo y cansado Jean Rochefort se enfrenta a la insultante juventud, a la belleza y a la carnalidad de una preciosa Aida Folch. El resultado es visualmente intachable, la fotografía magistral, sin mácula. Pero algo esencial falla: el proceso creativo NO SE PUEDE EXPLICAR.
Talía666
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7
15 de julio de 2011
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se le puede negar que el tufillo Disney lo tiene y que canta a la legua, pero es tan emocionante. Me encantan esas pelis que van de un deporte del que no tengo puta idea, sea golf, jockey sobre hielo, rugby, beisbol o halterofilia, pero con las que me emociono como si fuera una verdadera experta, contando puntos, erizándoseme el vello al mirar los marcadores, cruzando los dedos, sufriendo a tope...

Y el caso es que no sé ni cómo se consiguen los puntos ni cuándo lo hacen bien y cuándo mal ni si están ganando o perdiendo. Pero le miras la cara al jugador y ya sabes o que la ha cagado o que lo ha hecho de puta madre, y con eso basta. A mí el golf me parece un deporte sumamente aburrido, lento y poco emocionante pero hay que ver lo que yo sufrí anoche con este muchacho, con sus swings y sus swangs y sus pares y sus comosellamen. Ah, y con su caddy, palabro éste que he tenido que buscar en google para saber cómo se escribe, tal es mi ignorancia supina sobre este tema.

Que es una historia de superación más que previsible y llena de tópicos y tics Disney? Pos sí, para qué lo vamos a negar? Pero que está bien hecha y que consigue atrapar al espectador y emocionarlo aunque a lo mejor no tenga ni puta idea... eso no se le puede negar.

Por suerte la vi con mi contrario, que sí que sabe algo de golf y me iba informando de lo que pasaba:

"Pues ahora la ha metido en el agua".

"Y eso es bueno o malo?'"

"Eso es fatal porque es superdifícil sacarla de ahí"

"Ah".

Esto de tener un marío que sabe de todo es un chollazo. Se lo recomiendo a todo el mundo.
Talía666
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9
4 de diciembre de 2012
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Peligro a la vista! Peli basada en una novela que he leído y que me encantó! En principio parece un difícil reto obviar el libro para centrarme en la película, verdad?

Bueno, pues no; la peli de István Szabó (menudo nombrecito, eh?) está tan bien hecha que casi no se acuerda una de la estupenda novela de W. Somerset Maugham en la que está basada. Contribuyen, por supuesto, unos cuidadísimos decorados, ambientación, vestuario y música, que rozan la perfección. Y cómo no, la estupenda interpretación de Annette Bening, que ha captado perfectamente la esencia de Julia Lambert, la actriz protagonista de la novela.

El filme tiene tres partes: el inicio, la presentación de Julia, su entorno, su vida en el teatro, y el tedio que empieza a invadirla tanto en el terreno personal como en el artístico; la segunda, en la que conoce y se enamora del jovencisimo Tom Fennell, interpretado por un sosito y nada carismático Shaun Evans; y la tercera, que podríamos denominar “La venganza”, que es la más dinámica de las tres y en mi opinión la mejor.

Como ya he dicho, Bening está guapísima y magistral, pero Jeremy Irons, que interpreta a su flemático marido, no desmerece en absoluto. Con su prestancia habitual y su distinguida apostura es el contrapunto preciso al histrionismo obligado del personaje de Julia.

Una adaptación seria, fiel y elegante. Y con el atractivo del teatro como tema de fondo y los excéntricos personajes que giran en torno a él. En definitiva, que hay que verla, disfrutarla y, si encarta, recomendarla.
Talía666
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5
26 de diciembre de 2012
73 de 138 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya por delante que “Cadena perpetua” es una de mis pelis favoritas de tema carcelario. Y de no carcelario también; vamos, que es una de mis pelis favoritas en general.

Y vaya por delante también que no soy demasiado amiga de hacer críticas de pelis multitudinarias de culto, porque de ellas ya se ha dicho todo mil veces y cualquier cosa que se pueda comentar resulta repetitiva y cansina. En todo caso, si hago una crítica de estas películas es para señalar los peros que pueda tener, que todas los tienen y algunas muchísimos.

Es el caso de “Cadena perpetua”, que ya lo he confesado, a mí me encanta, pero no puedo aceptar la inmensa cantidad de críticas que leo sobre ella en las que prácticamente se obvian todos sus defectos y se beatifica a su director y sus protagonistas hasta límites incluso vomitivos.

No, miren, bajemos un poco de la nube y situémonos en un plano crítico real. Lo cierto es que Frank Darabont hace muchísimas trampas y se pone en plan bastante maniqueo. Viendo su historia da la sensación de que todos los condenados a cadena perpetua son una especie de angelitos que no han roto un plato, o que aunque hayan roto tropecientosmil son tan buenísimas personas que hay que perdonárselo todo, mientras que los responsables de las cárceles en su mayoría no sólo son malos de malignidad, sino encima tontos de solemnidad. Véase si no el caso del alcaide, que no puede ser ni más farfullero ni más gilipollas, como se comprueba al final.

Por lo demás, Tim Robbins y Morgan Freeman están adorables como nunca y sus personajes son carismáticos y atractivos a rabiar. Y el espectador se enamora tanto de ellos (yo la primera) que quiere creer todo lo que los pueda salvar y hace un esfuerzo mental tremendo para poder creerlo. Porque a poco que se sustrajera un poco de la magia que desprenden y se situara en el mundo real nada de lo que pasa en la película es posible y en cambio todo es bastante rocambolesco. Sí, es muy bonito y es lo que queremos que pase, pero es pura autosugestión. Y es pura trampa. Y además lo sabemos, y nos da igual. Pero bueno, alguien tenía que decirlo y joder el truco, no?
Talía666
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2
28 de diciembre de 2013
51 de 94 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay dos cosas en esta película que me irritan profundamente. Me irritan tan profundamente que todo lo bueno que pudiera tener o haber tenido me lo paso por el arco del triunfo tan ricamente.

Y esas dos cosas son, por estricto orden de capacidad irritativa:

1. La cámara convulsa de Tony Scott. Aquí tenemos a otro Guy Ritchie que se ha creído que hacer cine consiste en mover la cámara como si tuviera Parkinson, grabar como si fuera esquizofrénico y volver loco al espectador, que intenta en vano seguir con la vista las convulsas tomas de la cámara. Odio a estos tipos, no sé de dónde han sacado la idea de que una película tiene que tener la misma estética de un vídeo de Lady Gaga. Por diosssss, desaparecerá alguna vez esta moda insoportable sólo apta para tarados y yonkis muy perjudicados??

2. Las dos chicas de la película, la madre y la hija. De qué van estas dos prendas. Llega Denzel Washington a la casa para trabajar como guardaespaldas de la nena y de inmediato, sin casi intercambiar media palabra, la madre se echa a babear como una posesa, y la hija, una niña de diez años, empieza a portarse como una Lolita desquiciada, y ya esa misma noche le pone el nombre del guardaespaldas a su osito de peluche, el osito Chrissy, y se abraza a él para dormir con cara de haber echado veinte polvos del tirón. Pero esto qué es lo que es. Vale que Denzel es un tío guapo, alto, atlético y estiloso y vale que impresiona al primer golpe de vista, pero... joder, en la vida hay algo que se llama disimulo, pundonor, vergüenza torera... En fin, ese tipo de cosas que hacen que una no se tire al barro y se ponga a pegar gritos histéricos cada vez que ve a un tío cachas.

Y entre las dos babosas, madre e hija, y la cámara esquizoide del trastornado Scott puedo prometer y prometo que me pasé toda la película cagándome en la puta madre del director y de toda su nación.

Por qué ya no hay películas en las que la cámara se quede quietecita en su sitio, grabando, como toda la vida de Dios. O como mucho haciendo travellines pero a la velocidad del ojo humano. Por qué ya no hay niñas en el cine que parezcan niñas y no putones en miniatura. Joder, por qué, por queeeeeé.
Talía666
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