Hacía tiempo que quería ver el film porque soy fan de Tim Burton, y, a los 5 minutos de película, ya entendí que tenía muy poco de burtoniana. Sin embargo, decidí seguir adelante, y me encontré con una historia interesante, un drama con matices, con una estética cercana al manga y el anime, donde lo más brillante es la genial interpretación de Amy Adams, en el rol de una mujer con talento e inteligencia que, sin embargo, decide dejarse eclipsar por un hombre para ver su sueño cumplido al menos en una parte.
Muy buena también la banda sonora, hecha a medida, y el elenco de actores que rodean a Amy y que consiguen que el film resulte más que decente.

Después de haber visto una gran adaptación de la primera parte, este mundo sin fin se antoja un tanto descuidado, como si intentasen tomar simplemente la idea principal y olvidarse de detalles, sin prestar atención a muchas cosas que, en el libro, son importantes. Los personajes tienen historias diferentes, lo que pasa tampoco es igual, pero, en sí, no es una mala serie, y, para quien no haya leído la novela, puede resultar hasta notable. Es mejor verla sin esperar una adaptación fiel, ya que no lo es, y hay que recordar que aquí no está el brillantísimo Ian McShane, por lo que los actores elegidos resultan mediocres en comparación.

Reconozco que cometí un fallo al ir a ver esta película: esperaba algo parecido a "Ocho apellidos vascos" y, por mucho que compartan actor protagonista, no tiene nada que ver.
Aquí, el talento de Rovira se pierde en un mar de secundarios que, aunque graciosos y con escenas muy divertidas, hacen que la película se convierte en una especie de puzzle, un mosaico donde las piezas principales (él y María Valverde) no destacan tanto como podrían. La pareja protagonista podría brillar mucho más, y, dicho sea de paso, me hubiese encantado verles compartir más escenas, y no relacionarse básicamente por teléfono.
En mi opinión, los mejores momentos se los lleva la pandilla de amigas de la novia, donde cada una tiene un puesto fundamental, un carácter diferente, y las cuatro hacen reír a partes iguales.

Parece que ,como suele ocurrir, la segunda parte es incapaz de llegar a la altura de la primera. Con una duración superior y una lentitud ausente en su predecesora, El cofre del hombre muerto vuelve a demostrar que Johnny Depp sustenta todo el peso de la película en un papel en la línea de sus personajes, extravagante y divertido, que hace reír en la mayoría de sus planos y que compensa la sosez de Orlando Bloom y el papel menospreciado de Keira Knightley. En resumen, una película algo lenta, aburrida en ocasiones, pero con un estupendo Depp y que ,sin duda, deja con ganas de la tercera.