Es de las películas más aburridas que he visto en mi vida. No hay intriga, no hay suspense, los personajes no son creíbles... No llegas a encariñarte con ellos lo suficiente como para que empiece a importarte si lo consiguen o no. Es una pena ver como se tira el dinero y se malgasta el tiempo de actores que podrían dar mucho más de sí.

He soportado ya muchas películas de Adam Sandler, unas me han gustado más que otras, pero en general eran pasables, entretenidas; con esta el tiempo no corría, era un sinfín de momentos para el bostezo. Ni siquiera la actuación de Jack Nicholson la salva de la quema.

Aburrida, larga, lenta... He de reconocer que decidí verla porque no puedo resistirme a disfrutar de Paul Newman, pero no ha conseguido que la visión de este tostón merezca la pena.

Me resultó pesadísima. Estuve hasta el final de la película esperando a que de verdad sucediese algo, a que un giro de la historia le diera sentido, a que los personajes dejasen de ser planos, a que las lagartijas se convirtieran en seres monstruosos que se los merendaran a todos...

Inquietante, creo que es la palabra que mejor la define. A lo largo de todo el metraje estás con la sensación de que te estás perdiendo algo, que algo escapa a tu control. Es divertido descubrirlo al final. Para mi fué la confirmación de Edward Norton (ya fabuloso en American History X), no podía prestarle ni la más mínima atención a Brad Pitt mientras él estaba en plano. No digo más porque considero que es una película de obligada visión; vean, comparen y decidan.