Summer Palace, es una de esas películas en las que uno cree que puede encontrar un montón de situaciones que pueden retratar la singularidad de una vida y un momento. La vida en el seguimiento a un personaje, y la singularidad de este en un contexto determinado. Ubicar este film en el antes, durante y después de las protestas de la plaza de Tian'anmen, no le agrego nada al argumento, podría haber sucedido o no las protestas que igual no marcó a ningún personaje. Tampoco lleva al espectador a la ebullición histórica, no se sabe que sucede y por momentos no pasa de ser una película de jóvenes adultos con gran interés por el sexo. Si fue vetada en china y su director castigado a no producir o dirigir películas por un tiempo, diría que no fue por su contenido político – intrascendente- , y si fue por las escenas de sexo…. Es mojigatería del gobierno chino. En fin, una historia que pintaba y podría haber dado más, pero se quedo en lo poco trascendental.

Los viajes del viento de Ciro Guerra, se convierte para el espectador en un viaje idílico por la geografía, el folclor y el mito del Caribe colombiano. Este viaje permite conocer a las personas de esta región del país y como estas personas viven el folclor y mantienen el mito vivo entre duelos acordeoneros y percusiones deslumbrantes.

Ciro Guerra acierta al ubicar su historia en 1968, porque muestra un periodo de tiempo en el que el vallenato toma forma y tiene fuerza, sin caer en purismo, da una muestra de ese vallenato que casi ya no se escucha pero que sin lugar a dudas es el que más llega al alma.

Nunca había visto en el cine colombiano una historia autentica, que reflejara de forma clara como convive el multiculturalismo en el país, como es que en Colombia vive el afrodescendiente, el indígena, el blanco y el mestizo. Cada uno mantiene una identidad pero al mismo tiempo se mezclan las tradiciones, las razas, los credos y sale esa cultura (en este caso caribeña) viva y en transformación constante.

Los viajes del viento, deja claro que un viaje no es un obstáculo a salvar para llegar al destino, todo lo contrario, es un momento más de aprendizaje personal. A partir de un relato claro y sencillo, lleno de realidad y realismo mágico, así como de una fotografía que cautiva al mas colombiano y al no nacional, desnuda una historia idílica, alejada del sensacionalismo vulgar que acompaña a otras producciones del país.

La mejor película colombiana de los últimos años.

No voy a dar un resumen de la película, sólo voy a dar unas cuantas percepciones de la misma. Esta película carece de argumento, no tiene personajes sólidos..... Si, todos eran falsos "amigos", pero no hay nada con lo que uno como espectador pueda identificarse, o sentir con estos personajes. Parece una versión francesa de "Merlose Place The movie", con dos horas y media de botes, comida, vino y despilfarro, y diálogos monótonos. Sí al final se busco reivindicar la amistad, la historia del grupo, no sabría decir si fue ridículo o un sarcasmo.

Película pretensiosa en el total de su realización, que llega hasta lo paupérrimo.

No busque nada en esta película, seguro pierde su tiempo.