Esperaba algo diferente de una comedia musical. No sé si es que esperaba un Glee en potencia, pero con chistes de verdad, o más bien un musical con canciones graciosas tipo "Flight of the Conchords" aunque eso se me hacía demasiado raro y hubiera sido muy genial en realidad.

La película es graciosa, tiene muchos momentos wtf de risas, sobre todo gracias a la actuación de Fat Amy y a la labor de los críticos del concursillo de los grupos de acapella. Obviamente y siendo comedia de Hollywood, no podían faltar los momentos WTF donde no entiendes nada, como por qué la gente soporta a Beca que es lo peor, PEOR, y aún más que eso, no es que solo la soporten, ¡sino que la idolatran! O de dónde sale su relación con el cachurrito de la película, o por qué él está tan loco por ella cuando lo trata con el culo.

Por lo demás, mucho jiji jajá, y canciones chachis, que siempre está bien.

Una película interesante para pasar un ratejo entretenido. Lo mejor de todo son las combinaciones de animales al más puro estilo Avatar, pero sin bichines azules sino con trogloditas para amenizar la película y mucho más humor.

Si quieres ver una película con la que echarte unas risas, pensar un poco en la evolución de las familias (en todas las etapas de la historia, no solo en la prehistoria), lo típico de la hija rebelde, el cachurrito de la hija rebelde, el papá incomprendido que solo quiere proteger a su familia... un poco de drama con el fin del mundo... ¡Entonces no lo dudes! ¡Esta película cumplirá todas tus expectativas!

La guerra fría sirve de telón de fondo y en teoría de paralelismo para dibujar una relación sentimental que da perecica por lo desestructurada que se la ve ya de entrada. Ella, una diva con un leve problema de alcoholismo. Él, un aún mayor divo con pocas ansias de vivir.

Uno pensaría en lo bonito que son las almas torturadas encontrándose en el sinsentido de las políticas generales, un mundo en constante cambio, las tragedias personales, los celos y el amargor de la vida que se sigue escurriendo entre los dedos. Sin embargo, todo tiende más al: ¡ay madre! Pero, ¿¡por qué!?

Si te apetece ver una película con transfondo histórico, pero que al mismo tiempo sea una mezcla de Operación triunfo y culebrón de Telemundo, esta es tu película.

Esperaba mucho más de esta película, la verdad. Primera película de animación de temática mexicana, y ... bueno, menos la estética y el colorido de la película que son claramente impresionantes y un poco lo que la salva, el resto no deja de ser una historia convencional llena de clichés sobre México.

Si bien el diseño de los personajes es espectacular, después el tratamiento de los mismos es 100% plano, ya sabemos qué va a pasar desde el principio de la película y la historia de triángulo amoroso del cual todos sabemos el final desde el principio no ayuda. Tampoco se hace eco de la profundidad y variedad de la cultura mexicana que podría haber dado lugar a mucho, mucho más, no han sabido explotarlo bien.

Ahora, para pasar un ratejo, y alucinar con el mundo de colores y el diseño de calaveras de día de muertos, mola.

Dos personajes totalmente diferentes, cada uno de un espectro de personalidad diferente, el perfeccionista repipi y el malote con mal carácter y un tanto asquerosillo, empiezan la película siendo enemigos y odiándose a muerte, lo cual sería lo normal, al igual que sería normal que los odiara el resto del mundo, porque dan asco lo mismito aunque desde diferentes perspectivas.

Total, que hay drama en los primeros 10 minutos de la película y ahí acabas sabiendo que al final van a ser amiguísimos. Lo cual no importaría si la película no fuera tan coñazo en general, tiene un par de chistes buenos, y está bien que se rían un poco del patinaje sobre hielo, pero a mí me recuerda un poco a un Zoolander mal llevado con muy poca gracia.