Alex Cox, el director, se acercó al personaje más conflictivo nacido de la explosión punk britanica: Sid Vicious.
Bajista de los Sex Pistols, descerebrado a más no poder, aunque acabó siendo tras su muerte en el heroe por antonomasia del movimiento musical, ya se sabe el rollo de los "mártires" tira mucho...cuenta su turbulenta historia de amor-odio con una goupie (Nancy Spungen), y su posterior caida en los infiernos de la heroina hasta su total autodestrucción.
El binomio protagonista (Webb y Oldman),son creibles en sus repectivos roles, lo que tira de espaldas es el propio personaje en que se basa el film ya que no deja de ser una excusa constante para presentarnos el submundo de los yonkis y poco más.
Por cierto, la banda sonora tan solo se salva por las recreaciones de los originales de los Pistols, del propio Vicious y los temas de Joe Strummer (The Clash), el resto es prescindible.
Si quieres aumentar tu cultura musical y aprender te entretendrá.

Solo he visto la primera temporada.
Obviando los clichés sobre un tipo concreto de gay (plumífero y ultra afectado), y el uso del acento sevillano ( que a veces me cuesta pillar y eso que soy andaluz aunque de la otra punta de la región), con un exceso cansino; es de justicia hacer dos valoraciones: la primera a actores que sorprenden por sus tablas dejando al resto como simples amateurs ( el caso de Dani Manota que borda su personaje y le dota de un carisma arrebatador). Bajo mi punto de vista hay escenas que se podrían haber ahorrado , caso del beso negro con tropezones que resulta bastante abyecto en mi opinión, (higiene es sinónimo de felicidad y placer).

Coral y atormentada obra que sigue la estela de la obra teatral original en la que se basa ( y que desconozco). La gran baza de la película sin duda es el trabajo de actores , grandes y mucho, siendo el pilar fundamental en que se sustenta el film. Retrata sin cortapisas la grandeza y miserias de la comunidad gay (en gran medida auto infligidas por sus propios miembros y que nos cuesta tanto admitir en ocasiones),. y el sabor agridulce que sobrevuela todo el metraje acaba siendo su mayor valor, es justo con lo que te quedas y lo que perdura en tu cerebro.

Imagina el choque de trenes que supone Blade Runner y Akira. Pues eso es , ni mas ni menos, esta fábula de ciencia ficción . Acción, un guion engrasado al milímetro, actores tanto europeos, de relumbrón ( Binoche), como japonés (Takeshi Kitano). Perfecta para el público ajeno a mangas y video juegos , pero también para aquell@s que disfrutamos del cine en estado de gracia. Sorpresa más que positiva.

Es lo que hay. La estetica sigue muy de cerca a su precuela de 1982, cosa muy de agradecer en los tiempos que corren, pero el guion flaquea en los mismos puntos en los que lo hacía su predecesora. Y es que a cualquiera que se aleje de los preceptos del mundo virtual va a aburrir hasta la saciedad. Al resto...pues encantados de la vida aunque le sobre la mitad del metraje y no aporte nada memorable.Por cierto, ¿alguien se cree lo del doble de Jeff Bridges? Yo no.