Grandísima muestra de lo que debe ser una película obsesiva, impulsiva desquiciante y alucinante. Lo que comienza con algo tan normal como visitar a tu padre, que ha sufrido un accidente casual, se convierte, por los azares del loco destino, en una búsqueda de la verdad a toda costa para que el bien triunfe sobre la maldad.
Las escenas fuertes se suceden y la cámara busca el doble tirabuzón para que no falte detalle: de las más bajas perversiones al amor inocente. No hay lagunas en un guión sólido y bien estructurado ni altibajos en las interpretaciones, todas magistrales. El sello del gran Lynch es indiscutible.
Absolutamente recomendable si te gusta el cine de verdad. Se merece un 9 de nota.

Vamos a ver: la historia es buena pero la ejecución es horriblemente mala, lenta, sin tensión y con un final de lo más moñas que he visto nunca. Menos mal que acaba pronto porque casi paso de verla hasta el final.
La idea es buena aunque muy manida: un tío disfrazado de oredicador que va por ahí matando viudas con las que se casa para sacarles todo el dinero pero se encuentra con una que los hijos no se lo quieren decir y así estamos casi todo el rato.
Sir Laughton sólo vale para actor, no cabe duda, y Mitchum tiene obras mucho mayores. El único que se salva de la quema es el niño y no tanto.
Esta trama en otro contexto y bien expuesta sería una obra maestra pero tal y como está no vale mucho. No la recomiendo. Le doy un 3: 1 por el director (porque aparece su nombre), 1 por la actuación del niño y 1 por que aparece Mitchum (sólo por su presencia y no por su actuación).
Se salvan de la película dos escenas:

Película rara tal y como se ve. De atrás hacia delante uno no acaba de enterarse del todo de lo que pasa salvo la escena de la violación. Para enterarse bien hay que verla al menos un par de veces.
Es oscura y un poco agobiante y todo gira entorno a la vida de una pareja. Los actores cumplen muy bien sobre todo la Bellucci que lo borda. La dirección es buena pero la fotografía no me acaba de gustar.
Se merece entre un 6 y un 7 de nota.

Toda la puntuación se la lleva Kristen Bell, evidentemente. La serie en sí es una mezcla moderna y, a veces incluso decente, entre Colombo y Murder She Wrote.
La idea es buena aunque manida: los crímenes y delitos son resueltos por un/a espabilado/a con alguna pequeña ayuda y una investigación basada en la lógica y algún truquillo de magia (la limitación de los capítulos así lo requiere).
Si eres chico, te gustará esta serie más que nada por ver a la bellísima Kristen y si eres chica te gustará esta serie por el vestuario y el maquillaje de la bellísima Kristen.

Segunda de seis, uf. Intenta ser al principio en un trhiller psicológico, después pasa a ser un tostón romántico para acabar cogiendo escenas de otras películas y ser una amalgama de cosas. A Lucas se le fue la cabeza con esta cosa, viendo que, hiciera lo que hiciera, las ganancias estaban aseguradas.
Hay un montón de escenas copiadas de El Quinto Elemento, Blade Runner, El Señor de los Anillos e incluso de Gladiator y ¡no se le cae la cara de vergüenza al Lucas! Y, lo peor de todo, es que nadie ha hecho nada al respecto...
Lo mejor, sin duda, de este film son las naves y los paisajes pero eso es mérito de los ordenadores y de sus programadores (éstos sí son La Fuerza).
Lo peor, el resto pero los diálogos claman al cielo. Además, nadie se cree (casi nadie) que la princesa se lie con el que era un niño en la primera parte. Si fuera así, la princesa sería muy mayor y la Portman no lo aparenta...
Por si fuera poco, Anakin (el actor es pésimo) hace todo lo contrario de lo que le dicen sus superiores. En cualquier sociedad civilizada eso supondría la destitución de su cargo pero aquí no, es el protagonista y hace lo que le sale...
Por esta vez, McGregor casi me convence, casi.
Suspende claramente. Le doy un 4.