La veo como una descarada sucesión de tías buenas, tetas, culos, leches y sangre, mucha sangre, y ya, punto, sin más pretensiones. En ese sentido, objetivo conseguido. Por otro lado, en ciertos momento llegamos a algo, incluso transmite, pero enseguida se vuelve a desinflar.

Gran prueba de la estupidez humana en general y, en particular, del mundo del cine. En este caso, me refiero a que en cuanto cualquier pendejo se hace un nombre, ya trabajan todos con el, sea en el bodrio que sea. Eso sí, me crea una duda existencial, el tal Rodríguez, ¿será plenamente consciente de esa coyuntura y por ello ficha superestrellas para descojonarse inplícitamente de ellas y de la propia situación?. En este escenario, mi voto cambia a 10.

Una autoparodia excelente, divertida y sin caer en lo patético. Todo ello aderezado con muy buenas dosis de acción y testosteronitis. Muy inteligente.
Totalmente recomendable salvo que, claro está, te asuste la sangre, la violencia y busques frases tiernas.
Acertadísimo incluir una de las "superfrases" de Chuck Norris en el diálogo.

Estamos ante la típica película que no dejará impasible a nadie. O te partes de risa, o te partes de aburrimiento. Yo tiro más a los de la segunda opción. Debe ser que es un humor que no encaja conmigo, totalmente absurdo.
Lo que no se le puede negar es, dentro de su tremenda absurdez, cierta brillantez.
Lo mejor, o mejor dicho, lo único salvable, algunas frases y/o diálogos brillantes.

Espero sincerametne que mi crítica no sirva absolutamente para nada, pues, en esencia, así es la película en sí misma.

Cumple perfectamente las expectativas, que no eran demasiadas.
Buenísimos efectos, acción, tías buenas, tíos cachas, ... Muy divertida. Lo que esperaba de ella, ni más, ni menos.
Perfecta para un buen rato de encefalograma plano.
Recomendable, en su contexto.

Lo primero es decir que me resultó muy entretenida, lenta en ocasiones, pero divertida.
Dicho lo cual, añadiré que tras una espectacular producción con grandes efectos y fotografía, me queda la sensación de que es demasiado lenta para ser de acción, demasiada acción para ser un drama, demasiado infantil para ser épica, demasiado épica para ser infantil ... Demasiado mejunge de géneros y estilos.

Y, por supuesto, aunque está ya muy manido, como no deja de ser cierto no debo obviar el insulto, la ofensa, la ignominia, la afrenta, el despropósito, la desfachatez que resulta pretender que la sosa de Stewart es más bella que la maravillosa Theron.
Mirror, mirror on the wall: ¡Vete al peo!.