La frase: Cuesta dinero tener un alma.

La escena: Sin duda la persecución por las calles y alrededores de San Francisco, ese pulso entre el Mustang GT fastback de 325 caballos contra el Dodge Charger de 375 caballos, ambos motores 8 cilindros en V que durante 10 minutos hacen rugir sus motores es poco menos que espectacular, Steve McQueen, un estupendo piloto condujo en parte de las escenas y después fue remplazado por especialistas que alcanzaron velocidades de 177 km/h.

El momentazo: Gran tensión tienen las escenas en el hospital antiguo, lleno de vericuetos, un sitio ideal para esconderse, asechar, escena que también fue después recreada y de manera brillante en películas como “Coma” o “El Fugitivo” y muchas mas.

La actuación: Excelente Robert Vaughn como el político despreciable que solo ve por sus intereses, borda el papel, al antiguo agente de C.I.P.O.L no le van mal los papeles de política villanesca (Recordémoslo en “El Coloso en llamas”).

Bullit es uno de los más grandes clásicos del cine policíaco y lo es porque cuenta con todos los elementos: Excelente dirección y fotografía, magníficos actores destacando un Steve McQueen enorme pero respaldado por grandes actores y actrices de reparto (Jacqueline Bisset una novia que comparte con McQueen una vida que se ve separada por la violencia y el peligro del trabajo de él, un Robert Duvall que obtiene tan buenas actuaciones de actor de reparto como de estrella, y varios mas que hicieron grandes carreras sobre todo en la TV como Simón Oakland (“Amor sin barreras”, “Psicosis”) o Don Gordon (el eterno compañero de apoyo al estrella, “Papillon”, “Coloso en llamas” e innumerables series de TV).

En Bullit la ciudad de San Francisco también es protagonista, algunos como el maestro Hitchcock ya la habían aprovechado antes y muchos vendrían después en la ciudad ideal para la acción policíaca (hermosas vistas en todos los sentidos, unos alrededores espectaculares, calles serpenteantes y con enormes cuestas, un lugar de vanguardia en todos los sentidos que al cine le ha dado muchas oportunidades de lucirse).

La película también está soportada en buena parte por muchos conflictos que se entrelazan con la trama policíaca:
El conflicto del policía que desea adaptar su vida a la de su novia que es radicalmente diferente.
El conflicto del político versus el policía cuyos objetivos no solo difieren sino que chocan a lo largo de toda la película.
El conflicto del jefe de policía que está entre la espada y la pared para apoyar a su detective mientras es presionado por los de arriba.

Capta sin duda el ambiente creado por Agatha Christie, la casona como escenario es magnífica y su ubicación en Irán y cerca de las ruinas de Persépolis original, los actores todos de primer nivel, sin duda de mis versiones favoritas de esta multi filmada historia.

La frase: ¿Usted cree que yo mataría a tres personas sin sacar de ello ningún provecho?.

La escena: Las tomas en el gran salón de la casona son magníficas, jugando a dos y tres planos y además combinando con juegos de contraluz.

El momentazo: Hugh le dice a Vera: “Ahora estamos solos tu y yo y ella responde no, no lo estamos” mientras la cámara hace un paneo hacia arriba y se ve a Blore asomándose a la barandilla.

La actuación: Oliver Reed se apunta una muy buena actuación dándole a Hugh Lombard un aire socarrón y de mucha autoconfianza.

La película es buena si bien tuvo la mala fortuna de ser lanzada el mismo año que “Asesinato en el Expreso de Oriente” obra también de Agatha Christie que tuvo un enorme éxito en parte por el fabuloso elenco que fue capaz de juntar. El elenco de Diez Negritos tampoco fue poca cosa con el famoso cantante Charles Aznavour y actores como Oliver Reed, Richard Attenborough, Adolfo Celi, Elke Sommer y muchos más, inclusive la “voz” de Owen es la de Orson Wells, todo un lujo.

Otro de los puntos fuertes de la película es la fotografía del español Fernando Arribas (ver por ejemplo la estupenda miniserie “Goya”) en la cual destacan los colores del desierto, las tomas cristalinas de sus “close-ups” y los antes mencionados juegos de cámaras en varios planos, en particular me gusta una escena en la que toma las figuras de los 10 negritos en tal ángulo que son del mismo tamaño que las personas detrás de ellos.

Interesante es saber que en los EEUU se cortó toda la entrada en la que los invitados llegan al aeropuerto en Irán en donde los mira con curiosidad un inspector de la policía.

Otra curiosidad es que si bien se filmó en Irán, algunas escenas fueron filmadas en Almería y, si el espectador es atento, encontrará el madrileño Templo de Debod en una fugaz vista.

Para una comparación de esta película con otras versiones de la misma historia pasar a la otra sección.

Marcus sale de la cárcel y pronto desarrolla un plan de estafa brillante basado en la sutileza, el estilo y lo que hoy llamaríamos la “ingeniería social”, poco a poco, sin prisas, sin sustos, sin violencia, se desarrolla una trama por demás astuta e ingenua que, mezclada con personajes entrañables y humanos, da lugar a una deliciosa historia.

La frase: Cesar Romero como aduanero en Brasil: “mira lo que este idiota americano ha traído al Brasil, un bote de café instantáneo”… tírelo a la basura.

La escena: Son muchas las escenas memorables, tal vez elija cuando quieren proponerse matrimonio y no saben cómo y sacan una carta y otra y otra…..

El momentazo: Cuando sea presidente y el sr. Gnatpole (Bob Newhart) presidente adjunto….. ”hay un montón de lógica en lo que ella dice”…y Gnatpole hasta se endereza la corbata para decirlo, genial.

La actuación: El cuarteto de protagonistas (Ustinov, Smith, Malden y Newhart) bordan la comedia interpretando papeles un tanto distópicos pero deliciosamente adaptados el uno al otro.

La película de 1968 fue dirigida por Erik Till y contó con el brillante guion de Ira Wallach y del mismo Ustinov (nominada al Oscar por ello), recordemos aquí que Ustinov escribió varios libros, recuerdo haber leído hace muchos años “El viejo y Mr. Smith” y me gustó bastante.

Los actores secundarios son de muy buen nivel destacando Robert Morley (quien acompañó a Ustinov también en “Topkapi”), el ya mencionado Cesar Romero, Anthony Sharp y varios más.

Reconocido melómano, Ustinov nombra a sus personajes ficticios con nombres de los grandes compositores y una siempre agradable música acompaña a la trama con el protagonista Marcus de vez en cuando sentándose al piano, película mas que agradable para pasar un estupendo rato.

Estupenda mini serie de 2 capítulos de la televisión inglesa que nos narra con lujo de detalles la vida de John Harrison, el constructor del primer reloj capaz de funcionar a bordo de un barco, invento que permitió por primera vez en la historia conocer no solo la latitud sino también la longitud en cualquier lugar del planeta.

La frase: John no te pido que seas político…¡Dios no lo quiera!

La escena: Bonitas y bien logradas las escenas en que el mismo lugar es visto primero en el siglo XVIII y después en el XX y que forman por supuesto parte de las dos historias paralelas, la del ya mencionado John Harrison y la de Rupert Gould (Jeremy Irons), amante de la relojería antigua y militar convaleciente.

El momentazo: El inicio es dramático, en 1707 el almirante Sir Clowdisley Shovell ordena colgar a un marino porque se atrevió a calcular dónde se encontraba el barco, cosa que lo enardeció pues se consideraba el único capacitado, tan absurda arrogancia llevó a la flota a una catástrofe que hundió 4 barcos y mató a 2000 personas.

La actuación: Michael Gambon (muy conocido por las películas de Harry Potter) hace un estupendo John Harrison, relojero que luchó muchos años para conseguir su sueño en esa Inglaterra que es verdad, lideraba al mundo, pero también estaba aun anclada en dogmas, prejuicios, luchas internas y todo tipo de actitudes arcaicas y atrasadas.

Una historia épica muy importante para la humanidad y una película con tintes humanos muy emotivos, bien ambientada en las dos épocas que contempla y sacando partido de los hermosos barcos del siglo XVIII. La actuación está repartida en un enorme reportorio de estupendos actores (Bill Nighy, Brian Cox, Heike Makatsch, John Wood y muchos más).

¿Qué hace grande a un hombre? “Un hombre puede ser grande en sus objetivos o en sus logros o en ambos, pero es verdaderamente grande aquel que hace del mundo su deudor, John Harrison fue un hombre asi” (Discurso de Rupert Gould como curador del Real Museo Marítimo).

Dirigida por Carl Reiner fue filmada en 1977 con música de Jack Elliott muy conocido sobre todo por sus series de TV (“Los ángeles de Charly”, “Starsky & Hutch” y muchas más).

La frase: Pierdes un trabajo pero salvas al mundo…

La escena: En el baño….¿estas seguro Dios?... ¿Que si estoy seguro, hice acaso un mal trabajo en el Gran Cañón?.

El momentazo: La reunión entre los “grandes” dirigentes de todas las iglesias donde le dan una serie de preguntas.

La actuación: Tanto John Denver como George Burns actúan magníficamente porque en realidad sus papeles reflejan mucho de sus vidas reales, el primero mas conocido por sus bellas canciones “country” y el segundo con sus 100 años de edad y su larguísima carrera en la que después de los 90 seguía actuando y hasta cantando.

Como curiosidad adicional añadiré que a la mujer de Jerry (Teri Garr) le corresponde el papel de la esposa escéptica que sufre con los hijos, vecinos y amigos que creen loco a su marido, una situación prácticamente idéntica a la que protagonizó la misma Teri Garr en “Encuentros cercanos del tercer tipo” como esposa escéptica de Richard Dreyfuss.