Todo lo que esperas que suceda, todo lo que sucede y todo lo que no, tiene lugar en una casa; y ahí también queda completamente encerrado el espectador. Este thriller presenta varios desencadenantes: muertes, reproches, ex-parejas, relaciones hipócritas, y hasta una aparente adhesión a una secta. Todos cenando en una misma mesa. La sospecha es el hilo conductor, y la tensión y la angustia, sus principales compañeras. La historia se hace tan real y tan experiencial, que la empatía generada hace que el anhelado conflicto y desenlance sean casi insoportables.

The Invitation es, ciertamente, una invitación a un mal rato tan retorcido como excitante. Sobre todo el final, cuyo giro no se espera nadie.