Haz click aquí para copiar la URL
Colombia Colombia · Bucaramanga
Críticas de Andres Botero
<< 1 3 4 5 10 65 >>
Críticas 324
Críticas ordenadas por utilidad
8
31 de julio de 2017
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi “El Presidente” (“The President”, Georgia, 2014), dirigida por el reconocido director iraní Mohsen Makhmalbaf [1957- ], perteneciente a la “nueva ola” del cine de su país, todo un personaje político que deja aquí plasmada la huella de sus pensamientos. Ahora bien, estamos ante una película del género drama, pero más específicamente de cine-político. (Spoiler 1). El filme es, estéticamente hablando, tremendo. Las actuaciones son muy realistas. Me impresiona, sobre todo, la del nieto del dictador. La fotografía merece aplausos. En fin, una obra bien hecha. No en vano ha obtenido buenos reconocimientos como el “Hugo de Oro” del Festival de Chicago en la categoría de “mejor película”. Ya desde el contenido, la película, como ya lo había señalado, es un documento de denuncia política, la cual, para su análisis, dividiré en tres partes. La primera es cuando se exhiben los desmanes del presidente, lo cual está muy cercano (no me extrañaría que hubiese servido de fuente) a aquella serie de novelas del género de las repúblicas bananeras, que exponían las atrocidades, a la vez que las miserias, de los gobiernos dictatoriales latinoamericanos, siendo el mejor ejemplo de dicho género literario “La fiesta del chivo” (2000) de Vargas Llosa. Esta parte deja en claro el gran problema que implica la acumulación del poder en el ejecutivo, el cual, si se asume como mesías o redentor, terminará por confundir (i) lo público con lo privado (el poder y sus privilegios pasan a ser asuntos familiares), (ii) el presidencialismo con la monarquía y (iii) la política democrática con la teología dictatorial. La segunda parte tiene que ver con la caída. Cuando el presidente huye, el espectador ve dos líneas que pudo haber seguido el guion. La primera es la empatía: que el dictador cae en cuenta de su maldad al ser testigo directo de las secuelas de su terrible poder, al poder ponerse en los zapatos de sus víctimas, de manera tal que logra así la redención; la segunda es que el dictador logra hacerse pasar por un peluquero y éste a su vez es obligado a vestirse como el dictador [línea narrativa que está presente en el The Great Dictator (1940) y The Dictador (2012)]. Pero ninguna de estas dos líneas sucede. El dictador atraviesa un país desolado, a veces parece ser tocado por lo que ve, otras parece que sigue siendo el mismo de antes. Justo aquí viene la tercera parte: el atrapado. El dictador es, finalmente, detenido (Spoiler 2). En ese momento, toma la palabra un prisionero político recientemente liberado, el cual le recuerda al grupo-verdugo el ideal de la democracia. Les recuerda que la democracia no puede comportarse como la dictadura, todo lo cual me recuerda el diálogo “El Critón” de Platón: ¿vale la pena ser injusto como reacción a una injusticia previa? ¿Es justo pagar con una injusticia ante otra injusticia? Entonces, propone una condena (Spoiler 3). Pero la película no nos muestra el final. Pero sea cual fuese, ya alguien había defendido el honor de la virtud política. Por todo lo anterior, considero que estamos ante una obra tanto estética como política que vale la pena ver y analizar. 2017-07-31.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Andres Botero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
15 de febrero de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi “Madame Bovary” (RU, 2014) dirigida por Sophie Barthes (siendo éste su tercer filme) y con un guion basado en la novela homónima de Flaubert (escrita en 1856). Está protagonizada por la despampanante Mia Wasikowska, quien hace de Emma Bovary. Trata sobre una mujer que rompe con los cánones moralistas de su época y quien busca el lujo y la pasión de la que está privada por su matrimonio con un médico, buen hombre, pero carente de riqueza y emociones. Antes que nada, el cine está lleno de versiones de esta obra de Flaubert. Es todo un riesgo exponer una nueva mirada de dicho clásico de la literatura cuando en la mente de los cinéfilos repuntan algunas cintas muy buenas sobre el tema. Pero este filme intenta tener su propio sello mediante dos recursos, algunas adaptaciones originales ante la historia y un rigor metódico en los detalles, lo que la hace ver, para un buen sector de la crítica especializada, como una película muy acartonada e intelectualista. Pues bien, creo que este afán por el respeto hacia los detalles, logra tanto cosas buenas como malas para la cinta. Entre las buenas están que ese cuidado se ve claramente reflejado en las buenas locaciones y en el vestuario (aunque la protagonista termine usando, a lo largo de la narración, el mismo par de vestidos). Pero lo malo es que se descuida sensiblemente la pasión que debía despertar si se sigue la obra de Flaubert. Entonces, es una película lenta (si ya lo es la obra literaria, esta cinta le agrega aún más), con poca emotividad, con actuaciones opacas (incluyendo la de Mia Wasikowska) y que gira en sus escenas desmesuradamente sobre la protagonista (a un punto que raya con el tedio). Creo que por el respeto a los detalles se pierde la vitalidad que debía haber despertado en el espectador, o dicho con otras palabras por cuidar el árbol se perdió el bosque. Esto explica por qué ha sido considerada por muchos como una de las versiones menos afortunadas de esa obra del novelista francés; sin embargo, sigue siendo una obra que merece aplausos en ciertos tópicos ya mencionados. No la recomiendo entonces, a pesar de sus méritos. 15-02-2016.
Andres Botero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
10 de junio de 2020
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi “T-34” (Rusia, 2018), bajo la dirección y guion de Aleksei Sidorov [1968-], quien cuenta con una modesta carrera en el cine, y que ahora incursiona con este filme en el género bélico, sin mucho éxito en lo artístico, pero mucho en lo político (pues se aprovecha del discurso patriótico tan exaltado hoy día por la dirigencia política rusa) y lo comercial (ha sido, hasta el momento, la segunda película más taquillera en su país). El reparto está integrado por Alexander Petrov, Vinzenz Kiefer, Viktor Dobronravov e Irina Starshenbaum, entre otros. La cinta narra las peripecias de un grupo de prisioneros rusos durante la Segunda Guerra Mundial que logran escapar de sus captores nazis en un tanque T-34. Ahora bien, la película, claramente, es un negocio que centra su emprendimiento en apelar al nacionalismo ruso mostrando a un imparable grupo de soldados rusos que, si hubieran querido, habrían destruido por sí solo el Tercer Reich.
Estéticamente los efectos visuales son tan desproporcionados que más que una obra bélica parece un videojuego. Claro está que algunos méritos tienen las escenas bélicas de los primeros momentos, pero luego, las del escape son, sencillamente, ridículas.
Además, no podía funcionar la apuesta de negocio sin un romance de por medio, como si esto estuviese en el orden del día de un campo de prisioneros nazi. Pero ni siquiera se toman el esfuerzo de plantear un romance dramático, pues el amor florece de forma tan sencilla, para el filme, como lo es destruir media docena de tanques alemanes con muy poca munición y teniendo todo en contra.
Agrego que hay demasiados vacíos entre las escenas. No hay desenlaces coherentes que le den credibilidad a la narración y esto tiene una explicación sencilla: no era necesaria para la apuesta política y comercial que hay detrás. VER SPOILER. En fin, la narración poco importa; la apuesta era captar aplausos (y dinero) con las imágenes del mítico tanque T-34 destruyendo, como si nada, tanques nazis Pantera, con un insípido romance de por medio. Los vacíos son tales que, en ciertos momentos de la cinta, sentí que estaba ante la versión rusa de esas cintas gringas de la Guerra Fría, de bajo presupuesto, donde un soldado yanqui con seis balas y dos granadas destruía un batallón entero de comunistas.
Remato con esta perla: la cinta no narra lo que un historiador sabe que habría sido el destino de esos prisioneros que escaparon: el Gulag. Sí, los pocos prisioneros sobrevivientes fueron tratados, en su gran mayoría, como traidores a la Madre Rusia y a Stalin.
Pero no hablemos más de una película que no merece más que lo acabado de decir. Que el cine pueda ser negocio no es ningún problema; antes bien, esto garantizaría de cierta manera la continuidad de un arte que es muy costoso en su realización. Pero lo que sí me parece decente es que ofrezca algo más que la típica apuesta de negocio: un héroe que puede contra todo el mundo con muy pocos recursos y que se queda con la chica linda del baile. No pensemos siquiera en el machismo que hay detrás de líneas argumentales como esta, ni en el círculo vicioso de fundarse y alentar un nacionalismo que, siempre, es peligroso, pues a fin de cuentas las naciones son inventos políticos y en nombre de ellas se ha matado tanto o más gente que en nombre de la religión.
Quiero centrarme, eso sí, en dos aspectos. El primero, es el merecido tributo que debería darse a los que vivieron la guerra, el que se daría al tratar con respeto el drama y la tragedia (que no son lo mismo) de la guerra; y el segundo, es el deber estético de ofrecer un producto que cumpla con la regla de oro para un espectador que ama al cine: credibilidad. Veamos.
Frente al primer punto, la guerra es, ante todo, un drama y una tragedia que padecen especialmente los que están en los primeros escalones de esa pirámide mortal. Ese carácter dramático y trágico que padecieron seres humanos termina siendo un límite ético en la forma como debería narrarse la guerra por parte del cine, por lo que este debe intentar reflejarlos en las escenas, con credibilidad claro está, para generar la empatía que exige un espectador precavido.
Frente al segundo punto, la guerra, como cualquier otra historia, debe ser creíble y coherente al espectador, lo que supone que corresponda con los presaberes del auditorio, que haya una conexión interna sólida en lo narrado y que los desenlaces que dan impulso a la historia sean convincentes y claros. Además, uno de los elementos de dicha credibilidad está justo en que se pueda retratar el miedo, la angustia, el dolor, etc., que siente un soldado o un civil en un conflicto como ese.
Esta cinta, entonces, queda en el listado de las obras para ver como ejemplos negativos de lo que no debe ser el cine bélico; es decir, de una cinta que no respeta la memoria de los que padecieron la guerra, que no logra cohesión interna y que no contribuye a un género que, poco a poco, se desvanece por sus altos costos. Estamos pues ante una apuesta comercial y política, pero no ante una obra cinematográfica en sentido estricto. 2020-06-09.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Andres Botero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
18 de julio de 2016
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi “Elser: Er hätte die Welt verändert” (comercializada en Hispanoamérica como “13 minutos”, Alemania, 2015) del reconocido y exitosísimo Oliver Hirschbiegel (quien así vuelve a tomar el rumbo luego de su fracasada película “Diana”, 2013) y quien, además, ya tiene experiencia tratando temas del fascismo (con “Das Experiment”, 2001) y de la Segunda Guerra Mundial (con “Der Untergang”, 2004). En este caso, la nueva película de Hirschbiegel narra la vida de George Elser (magníficamente interpretado por Christian Friedel), carpintero alemán quien, preocupado por el rumbo que tomaba el nazismo, intentó asesinar a Hitler en 1939 con una bomba que él mismo fabricó y puso, proyecto solitario que no fue creído por las autoridades policiales que intentaron demostrar infructuosamente que todo era parte de un complot comunista. Hitler se salvó pues abandonó precipitadamente el recinto 13 minutos antes de la explosión. Sin embargo, no es la típica película de acción que se hubiera centrado en el hecho mismo del atentado. La verdad es que el atentado y Hitler son meros pretextos del director para pasar revista, muy políticamente correcta y sin dar lugar a dudas en el espectador, a la vida del carpintero que pudo haber cambiado la historia. La producción es muy buena y eso se refleja en la calidad de la fotografía, el sonido, la banda sonora, el vestuario y las locaciones. El director contó, y bueno por él, con todos los recursos para darnos este buen documento fílmico que nos deja otra lección sobre los peligros del fascismo, en especial su progresividad hacia el mal; esto es, que la potencialidad autoritaria y perversa del régimen no se vislumbra en los días iniciales sino con el paso del tiempo cuando se relajan los parámetros morales y políticos. La cinta ha recibido aplausos por parte de la crítica en especial por su buena producción y la gran actuación de Friedel, pero ha dejado algo de sinsabor en algunos espectadores porque la obra no se centra en el elemento de acción (el atentado y el intento de huida) y algunos críticos cinéfilos porque ofrece una mirada muy correcta, muy impoluta del protagonista, olvidando que todos somos, en alguna medida, santos y demonios. Pero a pesar de ello, sigue siendo un filme que merece ser visto, por sus propios méritos y al que podría añadírselo otro: invita a la reflexión de cómo la mala opción de “buenas personas” (como lo eran los electores iniciales del partido nazi) termina, con el tiempo, generando sistemas de terror masivos de los que ya no hay huida más allá de la muerte (la banalidad del mal). Elser lo advirtió a sus interrogadores: nunca habrá un futuro bueno si dejamos a los tiranos dominar, lo que exige actuar antes de que caiga la bola de fuego que amenaza Alemania (la que cayó, pocos años luego, como racimos de bombas arrojadas por los bombarderos aliados). Es por ello que recomiendo la película, pero no para quien busca entretenimiento mediante el cine acción, sino para quien se dejaría llevar de relatos de verano y cantos locales que dieron esperanza a los pocos cuerdos en una época de locos (de allí los estribillos que aparecen y desparecen continuamente durante el filme). 18-07-2016.
Andres Botero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
13 de enero de 2015
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi “American Psycho” (USA, 2000) dirigida por la canadiense Mary Harron (con una modesta carrera en el cine) y protagonizada por (el gran) Christian Bale, quien a pesar de todo no logró salvar la película. Se basa en una novela homónima, con un buen éxito comercial. La película trata de un joven yuppie neoyorquino de los ochenta del siglo pasado, acaudalado, que se vuelve asesino en serie como forma de salir de su vida aburrida. Pero la película me pareció tan aburrida como la vida misma del asesino. Pero hay mucho que decir al respecto. En primer lugar, esta película sufrió muchos cortes y censuras pre y posproducción, que terminaron por hacer de la historia algo enredado y con muchas sombras. Esto explica en buena medida las decenas de preguntas con las que queda el espectador una vez termina el filme. En segundo lugar, la trama es inverosímil: un yuppie que asesina cuanto ve y no pasa nada. En tercer lugar, no hay claridad sobre qué se buscaba. Inicialmente creí que era detectivesca pero de eso no tiene un ápice. De terror, menos. De suspenso, pues tampoco, en tanto que la trama es lineal y sin sobresaltos. Al finalizar me pregunté si era una sátira social de la decadencia de los ejecutivos gringos de la década de los 80, pero un componente fundamental de este género sería el humor negro, que no está presente. En fin, no me pareció una película que convoque al espectador por sus propias confusiones internas. Tal vez lo único rescatable es una buena (aunque no ha sido la mejor) interpretación de Bale y la banda sonora (se basa en los hits de los ochenta del siglo pasado). Tampoco veo algunas ideas relevantes del filme como para un ciclo de cine-foro, salvo la crítica a la vida de los ejecutivos decantados de los 80. Es por ello que considero que puede dejarse pasar. 13-01-2015.
Andres Botero
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 3 4 5 10 65 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow