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Críticas de Luis Guillermo Cardona
Críticas 3,333
Críticas ordenadas por utilidad
7
11 de julio de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la misma línea de, “The Secret of Convict Lake” (Michael Gordon, 1951) y “Westward the Women” (William A. Wellman, 1951), <<BRIGADA DE MUJERES>>, es otro título que exalta el compromiso de las féminas en ciertos momentos del pasado en los que han jugado roles de gran valor histórico. Seguramente, en todo esto hay algo de ficción, pero nadie puede negar los inmensos ejemplos de valor, responsabilidad y compromiso que, muy valiosas hembras han demostrado a todo lo largo de la historia de la humanidad.

Se trata aquí de un grupo de solitarias y muy heterogéneas damas que, en 1864, viven en una misión en Colorado, Texas, a la cual llega un joven soldado de la Unión que acaba de desertar tras haber comprobado con sus propios ojos, las infames acciones que el ejército comete contra los indígenas cheyennes. Dispuesto a advertirlas y protegerlas de las retaliaciones que están a punto de asumir por su parte los comanches, lo que se aviene se conjuga satisfactoriamente entre la comedia y el drama -como suele ser muy propio del cine del director, George Marshall- y se pasa un rato muy entretenido con esta historia que, sin ser tomada demasiado en serio, consigue exaltar el valor de esos seres de cabellos largos que ¡tantísimas satisfacciones!... y unos cuantos líos, han causado en este disparatado, pero encantador mundo.

El guion, escrito por Walter Doniger, quien se basó en una historia de C. William Harrison, cuenta con atractivos diálogos y borda una serie de personajes femeninos representativos de muy diversos sectores sociales y con variados niveles intelectuales y morales, logrando que la historia se convierta así en una plasmación sociológica, sin duda, llamativa. Fácilmente, cada mujer que vea la película, podría preguntarse: ¿Con quién me identifico?... y es muy factible que obtenga la respuesta.

Sin timidez, George Marshall, se muestra muy crítico con ciertos comportamientos que, infortunadamente, no escasean en nuestra sociedad, y en primer plano tendrá al Teniente, Frank Hewitt, (representado por el carismático, Audie Murphy), dispuesto a sacudir el terreno cuando sea necesario… y, claro, también habrá otra suerte de hombres que, igualmente resultarán muy disímiles y contrastantes, y en definitiva, la sociedad humana estará francamente pintada.

En el reparto -además de Murphy-, sobresalen: Hope Emerson (quien también estuviera en la película de Wellman), como la “viril” Hannah Lacey; Peggy Maley (Lucy), la dama alegre de afectuoso corazón; Jeanette Nolan (que hiciera parte en la película de Gordon), es aquí la obstinada y muy devota, señora Melavan; y Jeff Donnell, la cordial Mary Wheller… pero, en general, la dirección de actores es bien satisfactoria y la historia fluye, sin tropiezo alguno, dejando de nuevo demostrada la idea de que, la unión puede vencer y superar todos los obstáculos.

Y nunca lo olviden: Sin importar el lugar en donde ocurra, un hombre debe siempre sumarse, y luchar si puede, por todo aquello que, en su conciencia, considere que es una causa justa.

Título para Latinoamérica: LA BRIGADA DE LA MUERTE
Luis Guillermo Cardona
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10
16 de enero de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1854, John Simpson Chisum (1824-1884), entró en el negocio del ganado y se convirtió en uno de los primeros en enviar sus reses a los territorios de Nuevo México. Con las ganancias que esto le reportaba –también vendía ganado al ejército-, adquirió tierras a lo largo del río Pecos y construyó un gran rancho en el Bosque Grande con más de 100.000 cabezas de ganado. Ante la fuerte disputa territorial que se venía dando en el condado de Lincoln, el 1° de octubre de 1878, el gobernador, Lew Wallace, decretó una amnistía para todos los involucrados.

Un hecho ocurrido durante esas disputas y la relación que sostuviera, Chisum, con el joven pistolero, Billy the Kid -mucho menos difícil, aquí, de lo que fuera en la vida real-, y con el recordado cazador de búfalos y luego sheriff del Condado Lincoln, Pat Garrett, es lo que, en versión muy libre nos recrea el director, Andrew V. McLaglen, en esta estupenda película hecha para exaltar los valores de los hombres que hicieron grande a los Estados Unidos de Norteamérica.

El guion, escrito por Andrew J. Fenady -a quien veremos en la fotografía que Chisum enseña a su sobrina Sallie-, está bordado con impecables matices y gradualmente nos va acercando a unos personajes a los que se aprende a querer, a comprender… o a repudiar, según sea el bando donde han decidido actuar. Por el lado donde hay luz, Chisum, es un ser generoso que siempre piensa en el bien de los demás -comparte el agua con todos sus vecinos-; tiene un alto respeto por la nación Comanche –la defensa que hace de, Búfalo Blanco, es admirable-; es un amigo fiel -Henry Tunstall y Garrett, lo aprecian incondicionalmente… y, además, es un hombre que defiende la Justicia con los más altos criterios.

Otro gran personaje es, Billy the kid, el joven pistolero con una docena de muertos a sus espaldas, quien al sentirse apoyado y valorado por el señor Tunstall, se esfuerza por regenerarse con la mejor voluntad… pero, quizás sea más fiel a sus promesas que a sus propósitos, y el destino va a ponerlo a elegir. La frase de Garrett para definirlos a ambos es bastante precisa: “Billy the kid quiere la venganza. Mr. Chisum desea hacer justicia. En esto hay una gran diferencia”. Pero, por las cosas que hace ¿conseguimos despreciarlo?

También resultan muy valiosos y bien recreados, los personajes de Pepper, Alex McSween e incluso, Sallie Chisum. Mientras, por el lado de sombra, L.G. Murphy, el hombre que no conoce los límites de su ambición; el sheriff Brady, la desgracia de “hombre de ley” que sirve a los intereses del más “poderoso”; y Dan Nodeen, el caza-recompensas convertido en nuevo sheriff, cumplen muy bien su rol de instrumentos para retrasar la paz y animar, así, la combativa unidad de la gente de bien.

Pocas veces me había sentido tan satisfecho con un rol de John Wayne -fue capaz hasta de hacerse unas cuantas cirugías para lucir un poco más joven-; y Geoffrey Deuel, Patrick Knowles, Forrest Tucker, Ben Johnson y Glenn Corbett, resultan inmejorables.

La secuencia del asedio por parte de Nodeen (Dolan en la vida real) y Murphy a la tienda-casa de McSween, ocurrió efectivamente el 15 de julio de 1878 y duró cuatro días. Lo que sigue de ahí es pura ficción, pero, fue logrado con gran impacto y asegurando un magnífico clímax.

Hechas las cuentas, creo que, <<CHISUM>>, es una gran película.
Luis Guillermo Cardona
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8
8 de octubre de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si ustedes lo crean o consigan creerlo, pero, el Fatum (Hado o Guía Espiritual), nunca deja de jugar sus cartas en las relaciones interpersonales y cuando siente que, entre dos personas muy contrarias, hay un impulso humano que desde muy adentro amaga con escapar, Él crea la situación precisa para que esos dos seres tengan la ocasión de encontrarse para intercambiar ideas y experiencias. Esto les permitirá conocerse… y el Conocimiento extingue los prejuicios ya que éstos siempre se producen por desconocimiento o por posiciones ideológicas sesgadas, generalizadoras y excluyentes, ¡y algún día tendremos que aprender que cada ser humano es uno y único, y sólo conociendo sus ideas, sus emociones y sus acciones, podemos emitir un concepto válido sobre su personalidad! Toda estigmatización basada en la nacionalidad, raza, profesión, religión… o género, es necia y definitivamente ridícula.

<<NADIE ES PERFECTO>> -título en español que rememora una frase de la inolvidable película “Some Like it Hot” (Billy Wilder, 1959)-, es una película con propósitos abiertamente edificantes, pues, se propone demostrar que, el conocimiento es lo único que nos convierte en seres justos, y sirviéndose de dos seres comúnmente excluidos en nuestra sociedad, irá tejiendo una lección -o moraleja si se quiere- que, confiamos, no sea en vano, porque los prejuicios y las discriminaciones ya ¡harto daño han hecho!

Entremezclando drama y comedia, debidamente dosificadas y con bastantes aciertos, la trama se sirve de un antiguo triunfador en el deporte y también expolicía, Walter Koontz, cuya ideología responde a una visión muy conservadora de la vida, y como es de esperarse, plagada de prejuicios. Entre sus vecinos de edificio tiene a, Busty Rusty, una transformista (drag-queen) quien de tanto en tanto arma sus juergas con sus congéneres, causando -inevitablemente- el malestar del varonil y seductor Koontz.

Pero, para que estos dos seres -que se repelen como el agua y el aceite- puedan Conocerse, el siempre oportuno Fatum, se jugará su carta… y lo que sigue nos hará reír y reflexionar en unas buenas ocasiones.

Tengo que volver a decir que, Robert de Niro y Philip Seymour Hoffman, nos aseguran actuaciones dignas del Oscar y ambos personajes se me metieron en el corazón. ¡Que histrionismo y que soltura con la que cada uno se introduce en la piel de su personaje!... y que estupendo como van aflojando su alma hasta lograr ver cuán cercano se encuentra uno del otro.

Presiento que fue un cierto exceso en las escenas con las restantes drag-queens, y sobre todo, en los incidentes con el mafioso y su banda, lo que me ausentó un poco de la película, pero, cuando la trama vuelve a conectar con el flujo psicológico de sus personajes (y aquí incluyo a las chicas latinas que también entran en el círculo de los excluidos), la trama recupera su encanto… y hasta esa cinefilia que abunda en los diálogos, resulta deliciosa, sobre todo si el arte cinematográfico es de esas cosas que circulan por nuestra sangre.

Esto es, Cine para aprender a vivir.
Luis Guillermo Cardona
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La hora de los hornos
Documental
Argentina1968
7.7
442
Documental
9
29 de agosto de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque fue, en 1968, cuando, Fernando Ezequiel Solanas y Octavio Getino, realizaron, <<LA HORA DE LOS HORNOS>>, fue, en 1973, cuando el estreno del filme pudo realizarse debidamente en Argentina. Sin embargo, creo que, en Latinoamérica no hubo universidad o sindicato que no hubiese pasado bajo sus toldas partes de este valioso y perenne documental.

Realizado de manera clandestina por las condiciones políticas que agobiaban al país en aquellos años, en la sangre de Solanas -quien había estudiado, teatro, música y derecho-, bullía el deseo de plasmar, con la mayor claridad posible, como se había gestado y desarrollado el neocolonialismo, la brutal violencia y la enorme miseria que padecían, tanto el pueblo argentino como otros países de América Latina.

Pero, el tema iba ampliando sus posibilidades y campos de desarrollo, y de la mano del español Getino, narrador e investigador de medios de comunicación, Solanas fue logrando un extenso documental que abarcó muy diversos temas y terminó siendo una suerte de trilogía dividida en varios capítulos: 1. Neocolonialismo y Violencia. 2. Acto para la Liberación (Crónica del Peronismo 1945-1955 y Crónica de la Resistencia 1955-1966) y 3. Violencia y Liberación.

En, “Neocolonialismo y Violencia”, se hace un exhaustivo y muy bien ilustrado recuento de las deplorables condiciones del pueblo argentino en la década del ‘60 (“De un millón de trabajadores rurales solo la mitad tiene trabajo permanente; el 75% de los trabajadores no cubre, con sus ingresos, sus más elementales necesidades”…), y con cifras reales e imágenes contundentes -tomadas algunas de otros históricos documentales como, “Tire Die” de Fernando Birri, “El Cielo y la Tierra” de Joris Ivens y “Mayoría Absoluta” de León Hirszman-, los directores dejarán plasmado el clima de opresión y miseria que sufría entonces gran parte de Latinoamérica, quedando bien claro que, “es en su rebelión como el latinoamericano recupera su existencia”.

En la segunda parte, conoceremos a, Juan Domingo Perón, el hombre que, durante diez años (1945-1955), desplazara del poder político a la oligarquía y el imperialismo, causándoles la primera derrota en la historia del país… y fue también el líder que dio el voto a la mujer; quien construiría más escuelas que en siglo y medio de historia nacional; y quien haría cientos de obras de infraestructura que mejorarían la calidad de vida de los argentinos. De esto, Solanas y Getino, harán un imparcial análisis, pues, también dejarán muy claros los errores cometidos por el peronismo, los cuales llevarían a su caída y a la tiranía militar de los siguientes años. Seguidamente, se verá cómo el pueblo resiste contra el despotismo; cómo la deuda externa que llegó a cero (0) dólares con Perón, en los siguientes diez años, ascendía a ¡6 mil millones de dólares!, muchos de ellos destinados a la represión; y cómo la clase obrera, en gran parte analfabeta, se las ingeniaba para hacer su oposición al régimen tomándose las fábricas.

El último segmento, “Violencia y Liberación”, seguirá registrando las atrocidades que se siguen cometiendo tras la caída de Perón y cómo la clase obrera tendrá que seguir un proceso de toma de conciencia para poder escapar de la opresión. Una frase, resuena en los oídos:
“El régimen vuelve cómplices de sus crímenes a todos aquellos que no lo combaten resueltamente”.

<<LA HORA DE LOS HORNOS>>, es uno de los más efectivos registros que se hayan hecho de la historia negra de la República Argentina.
Luis Guillermo Cardona
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8
4 de febrero de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contratado por el presidente del Congo, Mwamini Ubi, el capitán inglés, Bruce Curry, tiene una misión: Ir en tren, pasando por territorio rebelde hasta Port Reprieve, y a su regreso, deberá traer consigo a un grupo de personas que hay allí retenidas ¡y una bolsa con diamantes que tienen un valor de 50 millones de libras esterlinas! Para que lo asistan, Curry elegirá al sargento Ruffo, un congolés que defiende a su gobierno; y al capitán Henlein, un militar con el perfecto tipo y mentalidad nazi… pero, con un necesario espíritu guerrero.

Así comienza esta road movie que, con el señuelo de la misión, se propone enfrentar a tres tipos de caracteres muy disímiles el uno del otro, dándonos la ocasión de conocerlos en sus diferentes respuestas físicas y verbales, de tal manera que se nos permitirá decidir por cuál de ellos sentimos más simpatía y qué clase de sentimientos nos resultan más humanitarios.

“The Dark of the Sun”, la novela que, Wilbur Smith, publicara en 1965, fue la base de la que se sirvieron, Ranald MacDougall (quien firmara como Quentin Werty) y Adrian Spies, para convertir a guion esta penetrante historia a la que el director, Jack Cardiff, ha sabido inyectar suficiente energía como para alcanzar un filme de impactante resultado. Tanto, desde lo puramente físico (diseño de producción, fotografía, vestuario, back projection…), como desde la construcción de personajes y dirección de actores, el filme logra efectivos resultados, pues, más que la guerra -que, aunque algo adulterada, también sirve para recrear la irracionalidad humana-, es lo moral lo que esencialmente pesa, pues, es esto lo que, en definitiva, define las acciones… y esto aquí tiene un valioso peso.

El filme deja sentado un preciso alegato antirracista; confirma, por enésima vez, la irracionalidad de la ideología nazi; y demuestra finalmente que, sólo cuando el hombre lucha por objetivos humanitarios es cuando puede lograr la trascendencia.

La historia transcurre en la llamada, Rebelión Simba (1963-1965), la cual tomó lugar durante la Crisis del Congo y la muy larga Guerra Fría. Los Simba, eran seguidores del primer Ministro, Patrice Lumumba, quien buscaba liberar a su país del oprobioso yugo belga y, en este sentido, el filme yerra al mostrarlos como si fueran los malos-malotes del paseo. Esto, y ciertos excesos violentos que debieron ser editados para no herir susceptibilidades -dejando la edición con unos cuantos baches- es lo que empaña un filme que, además de una eficaz banda sonora, tiene también muy buenas interpretaciones de, Rod Taylor, Jim Brown, Peter Carsten e Yvette Mimieux.

Título para Latinoamérica: <<LOS MERCENARIOS>>
Luis Guillermo Cardona
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