Qué bello es morir es una cinta de Tyler Maclntyre (Tragedy Girls) que me parece, de momento, un director un poco flojo y al que le falta alma.

Tragedy Girls estuvo bien, pero le faltaba ese «algo», ese puntito que hace que disfrutes con una buena película de terror. Lo mismo le ocurre a la nueva. A pesar de aparecer una maravillosa Katherine Isabelle (Ginger Snaps) y de rescatar a un olvidado Justin Long (Jeepers Creepers), no ha conseguido mantenerme sin pestañear. A ratos me ha resultado aburrida o incluso repetitiva, y esto a pesar de su corta duración. Puede que no fuera el día correcto pero me ha decepcionado ver a buenos actores echados a perder por un mal guion (Kennedy).

Escribe la crítica profesional algo sobre tener en navidad esa moral navideña, supongo que refiriéndose al guiño de este film a Qué bello es vivir. A nuestra protagonista le pasa algo parecido e irá descubriendo a lo largo del metraje qué pasaría si ella no hubiera existido nunca.

A priori parece una premisa interesante, pero…a mí no me ha llegado.

Bastante aburrida en general (no hablo de originalidad puesto que cualquier buen slasher es bienvenido a mi vida).

Película de serie B que se les ocurrió como una idea estúpida y basada en las cintas malas de los años setenta y ochenta, con efectos especiales de la época (sinceramente, no sé cómo está hecho el oso perezoso), y que funciona como una absoluta absurdidad cómica.

Una osa, a la que llaman Alpha y que es rescatada por Emily (Lisa Ambalavanar; The A List) se dedica a sembrar el caos en una hermandad, llegando incluso a sacarse selfies con los cadáveres. Es casi inimaginable si no fuera porque hemos visto los Gremlins o Chucky y nuestro cerebro puede asimilar que una monada de osita perezoso pueda hacer todas esas cosas.

He leído algún artículo en el que también la están comparando con Mean Girls (Chicas Malas) y bueno, en cierto sentido es así ya que la otra protagonista, Sydney Craven (Jeepers Creepers: El renacer), nos recuerda a las chicas malas originales.

Lo bueno del filme es que es lo suficientemente dinámico para que no te aburras y tan tonto que te echas unas risas. Quién sabe, puede que algún día se convierta en un clásico que hace honor a los clásicos ochenteros de culto.

No esperéis más de lo que os ofrece una premisa tan surrealista. Avisados.

Película dirigida por Molly Manning Walker (Scrapper) que narra la historia de tres menores de edad que hacen un viaje, antes de saber si van a entrar en la universidad, para beber y sobre todo y como indica el título, tener sexo.

Hay buenas interpretaciones, aunque lo que les va pasando a las protagonistas no es nada nuevo, ni original. Lo que me ha llamado la atención es el casi inexistente drama. Supongo que será algo de las nuevas generaciones.

Bien filmada y con una decente banda sonora, no hay mucho más que contar sin caer en el spoiler por lo que es mejor verla.

Nominada a muchos premios, incluidos el de la Seminci de mi ciudad y ganadora a mejor dirección novel, no cuenta nada extraordinario pero si algo que ocurre demasiado a menudo.

CRÍTICA CON ALGÚN SPOILER (PERO PEQUEÑOS):

Miniserie extraordinaria de Netflix, creada por Mark Gatiss (La Favorita; Sherlock) y Steven Moffat (Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio, Sherlock) nos sorprenden con una novedosa lectura de Drácula, de Bram Stocker, que me ha recordado a una novela que leí hace tiempo, En tierra de vampiros, que trata también de Drácula en nuestro tiempo.

Tres capítulos que duran como una película cada uno.

El primero narra la estancia de Jonathan Harker (John Heffernan) en el castillo del Conde (Claes Wells –Una obra maestra) y más o menos respeta el principio de la novela, aunque con algunos cambios, como el tema de la hermana Agatha (Dolly Wells), que sale retratada como una Van Helsing. Una magnífica interpretación de los tres actores, con un muy atractivo Wells.

El segundo y como era de esperar, ya que otros directores se han centrado en este pasaje de la novela de Stocker, narra el viaje en el Demeter, pero aquí sí que se inventan muchas cosas que en el libro solo podemos imaginar y es que El Conde tiene que alimentarse durante el largo viaje y aquí lo hace de una manera original y muy glamurosa. Termina siendo un viaje sangriento, pero también divertido. El tema del miedo del Conde a la Cruz, a la Biblia o al sol va a ser un debate interesante entre Agatha, el pasaje y El Conde, que no sabrá explicar el porqué a esas fobias.

El tercero y el que más me ha sorprendido es el mejor de todos, con muy buenos diálogos, muy divertidos y mordaces; iremos descubriendo, junto con la Dra. Zoe Van Helsing y el propio Conde los oscuros secretos que se encuentran en los miedos de este.

La sangre son VIDAS; Dominación del mundo; Experimentos del conde; o la pregunta: ¿Tú te has visto, Lucy?, son algunos detalles que vas a recordar al final y que te van a sacar una sonrisa.

El final es inesperado, aunque los que hemos leído la novela sabíamos que debía terminar con algo parecido.

Una relectura interesante del vampiro más famoso de todos los tiempos. No imagino lo que pensaría Bram Stoker si supiera que su novela ha sido tantas veces llevada al cine o reinventada en otras novelas (incluso una familiar suya tiene un libro titulado: Drácula, el Origen, exquisitamente escrito). Stoker murió viendo en delirios a Drácula en una esquina de su habitación por lo que no sé si estaría orgulloso o aterrorizado. Sobre todo con esta versión, que termina siendo bastante irónica y se ríe de sí misma.

Una fotografía de diez y una banda sonora excelente.

Peliculón dirigido por Luis Tinoco con gran acierto e interpretado de manera magistral por Andrea Trepat (El club de los incomprendidos) que sostiene ella sola todo el peso de la película. Reconozco que la llevaba dejando pendiente para ver durante varias semanas sin imaginar que me iba a dejar tan impresionada, tan impactada y es que es emocionante en muchos aspectos.

Alexandra lleva desde los diez años soñando con el trabajo que está haciendo ahora mismo. Algo tan importante que podría cambiar el rumbo de la humanidad (podría no, seguramente tampoco, al cien por cien lo cambiaria), sin embargo, justo ese día en el que parece que va a hacer su gran descubrimiento, se presenta el peor drama familiar imaginable.

Ella está sola, ese trabajo depende de ella, ese gran descubrimiento, pero al mismo tiempo se ve presionada por las circunstancias familiares. Para muchos la respuesta es sencilla de un lado o de otro, sin embargo para mí ha sido una hora y media complicadísima, haciéndome las mismas preguntas que la protagonista y sintiéndome tremendamente culpable por ella, por la decisión que debe tomar.

La cinta es excelente. Tiene una calidad impresionante. Me ha encantado y creo que está hecha precisamente para que pensemos más allá de la idea básica de lo que está mejor. Ese dilema moral de los que muchos compañeros hablan. Eso que nos enseñaban en clase de filosofía, cuándo nos ponían dos ejemplos difíciles y teníamos que elegir a quién salvar. Nos enseñaban a pensar y este filme hace lo mismo, porque yo no dejo de darle vueltas a todas las posibilidades.

Increíble. Más pelis así.