No quiero ser injusto... esta película épico fantástica fue un fracaso artístico y en taquilla por un motivo obvio: no solo porque parezca un videojuego malhecho, o por las rutinarias y absurdas acusaciones de racismo porque los personajes no fueran más oscuros tratándose de egipcios, sino porque todo en ella es colosal, exagerado y sobre todo falso, sin alma y con poca emoción sincera.

Me explico.
Es el típico producto de venganza de héroes, de plataformas de Hollywood, "situado en el Antiguo Egipto" aunque más parece una intriga palaciega a lo Hollywood que está bien para pasar el rato pero que se olvidará porque tiene muy poco que suene a auténtico: con efectos especiales hasta que a veces parece un videojuego, con bellas mujeres muy arregladas siempre disponibles o con ganas de flirtear, con héroes que reciben palizas que no les afecta ni un rasguño y sonríen con chulería al final con el que es imposible sentir una empatía real.

Con un argumento simple y lleno de clichés con alguna frase brillante suelta y sin venir a cuento, y con la clásica historia de venganza entre dioses para adolescentes. ¿Cuál es el problema? que la vida no es así, que echamos de menos unos personajes un poco auténticos y sospechamos que en el Antiguo Egipto tampoco debía de ser así.

Por ejemplo, la saga de películas de 007 son falsas, suenan falsas pero desde el comienzo parece que se nos dice: "todo esto es una broma" ningún espía tiene tantos inventos milagrosos, ni conduce coches casi fantásticos, ni por elegante que sea se acuesta con tantas mujeres distintas en tan poco tiempo solo por saludarlas: es una caricatura, un icono, para reírte y soñar, y me tienes que juzgar así. Lo malo es que " la fantasía" se quiera hacer tomar en serio siendo tan poco humana y real.

Echo de menos al Indiana Jones clásico o a Star Wars que era un trasunto crítico del militarismo, un cine por lo menos con sentimientos más auténticos, mucho más trabajado donde las cosas tienen consecuencias adversas como en la Vida, que tenía un proceso lógico, con aventuras que exigían astucia y humanidad al que le perdonábamos incluso que fuera artesanal y con algo de cartón piedra o incluso se lo valorábamos.

E incluso me alegro que los más jóvenes hayan puesto una nota baja a esta película de enormes medios y que se siga valorando lo auténtico y no sólo los apabullantes efectos especiales por ordenador que son mucho más perfectos (y agrios) que la maravillosa vida real.

¿PARA QUÉ vas a ver una película épico-fantástica que tiene una estética casi de videojuego si no tiene alma y no te puedes identificar sinceramente con algo real?

Muy recomendable, buena serie infantil de animación, sobre todo hoy en día cuando parece que la adolescencia llega más prematuramente

Muchos niños de los 80 crecimos conociendo la obra de Julio Verne en dibujos animados sin saberlo. Sin embargo, hay una magia que solo puede existir en la infancia y uno lo sabe, aunque lo descubra un poco tarde.

Buena música. Buena animación en dibujos sencillos pero con mucho contenido detrás. Buenas interpretaciones vocales. Mucho color. Los dibujos supieron retratar la enorme cantidad de vicisitudes que vivió Willy Fogg, Rigodón y Tico en el dúo de ayudantes cómicos y la princesa Romy, viuda india salvada de que la quemaran viva.

La serie solo tuvo 26 capítulos pero era tan entretenida con sus capítulos tan diferentes en distintas partes del mundo y siempre sufriendo obstáculos e intentos de boicots en los dispares modos de transporte que se hacía muy interesante.

Obra maestra recomendable aunque sólo sea para verla una vez en tu vida.

Retrato fiel, desagradable y profundo del proceso de hundimiento y degradación máxima de una mujer en la locura y de los intentos de su marido un hombre bruto pero noble por entenderla y cuidarla lo máximo posible.

La estética de la película resulta desagradable, cargante y confusa, recuerda a la vanguardia de los años 70 y a un cierto verismo, los diálogos saben retratar ese sadomasoquismo, confusión y ganas de crear peleas absurdas de la esposa.

Gena Rowlands esta simplemente maravillosa en ese papel bipolar que llega a generar miedo y un incuestionable morbo malsano. Peter Falk también en ese papel del hombre bruto, educado para ser el pater familias patriarcal, y que desea llegar a casa para quejarse del trabajo pero se da cuenta que su mujer está mal y no sabe cómo reaccionar, si ayudarla o huir como un canalla porque los diálogos reflejan lo que piensan los personajes en lo mejor y la mayor bajeza moral.

Los diálogos reflejan el egoísmo brutal, la culpa, todos los complejos absurdos y como nada tiene importancia respecto a la salud mental.

El director no cede al espectador y la verdad es que la película a veces se vuelve lenta, otra insoportable, y otra simplemente feísta, pero sinceramente uno agradece haberla visto. Te vuelve más profundo y humano.
Ya lo dijo Tennessee Williams "no te rías de la esquizofrenia, la esquizofrenia es peor que la muerte".

Completamente recomendable.

Woody Allen supo marcar los patrones sinceros de esta comedia romántica puzle llena de humor, que después repetiría numerosas veces: un hombre adulto neurótico, quejica, indeciso y normalmente hipocondriaco que se deja enamorar sin pretenderlo por una chica más joven hasta que al final ella le deja cuando él se estaba enamorando de verdad.

Cuanto uno más madura en experiencia más se identifica con numerosas escenas de esta película que está llena de escenas vividas, genuinas con las que uno acaba identificándose viva o no viva en su querida Nueva York. Vista con el paso delas décadas el humor deja paso a la verdad humana.

Ni es tan bueno ni tan malo. Da lo que promete. Nada más. Recomendable preferiblemente para fans.

Es una miniserie documental más del famoso gamer el Rubius, un jugador de videojuegos, que con la excusa de que su gato se ha fugado o lo han secuestrado se va a Japón a buscarlo y con esa excusa conocer todos los submundos de adictos de los videojuegos, al manga, a los disfraces, al fetichismo, de los coches que derrapan, del karate y de todo lo que previsiblemente le puede gustar a un gamer.

Además está lleno de pequeños detalles divertidos como cuando se ve como cuando le enseñan a derrapar un coche da marcha atrás de un arrebato en vez de hacerlo progresivamente, y pone nervioso al maestro copiloto japonés.

Se ha dicho que el Rubius ni tiene carisma ni tiene garra como actor, pues sí ¿y? el documental está hecho para sus fans que sólo querrán verlo a él y a sus aficiones. Es un documental interesante y tranquilo sin más, además me ha gustado la forma sencilla en que explica mundos tan peculiares como por ejemplo esa gente adulta que se disfraza de cosas absurdas o la cafetería en que los consumidores van a consumir viendo gatos sueltos porque les desestresa y tranquiliza.

Lo que sí me sorprende es como cuando muchos youtubers o streamers hacen documentales o películas las hacen sólo para sus fans y no se lo curran nada. No contratan a un guionista ni a técnicos de calidad para crear una gran historia y aprovechar el tirón que tienen para hacer algo artísticamente importante.