A estas alturas a nadie nos sorprende las crueldades y salvajadas que protagonizó el régimen nazi, pero es bueno refrescar la memoria para que tales hechos no queden en el olvido.
Aquí se narra lo que sucedió en Roma como venganza a un ataque de los partisanos de manera bastante explícita aunque quizás adornada al gusto de los guionistas para que resulte más cinematográfico-
Con grandes actores como protagonistas resulta extremecedora a la vez que interesante su visionado.

Con un papel a la medida exacta de la Davis y una dirección sibilina y elegante como nos tiene acostumbrados Willy Wyler, el único pero que le encuentro es que es en demasía melodrámática hasta llegar a hacerse excesivamente ampulosa y pretenciosa en el empeño.
Para nostálgicos de los años 40 de Hollywood, eso sí era cine.

Estoy harto de ver películas españolas en las que a duras penas entiendes lo que dicen los actores, no vocalizan, hablan deprisa y se atropellan, clases de dicción es lo que necesitan, tuve que poner "aclarar voz" para enterarme de algo.
En otro orden de cosas Mario Casas ha demostrado que es buen actor, aquí con otro registro, está francamente bien pero no para tanto premio a mejor actor.
La historia no acompaña demasiado, empieza bastante bien pero según va avanzando va perdiendo el norte y se va saliendo de madre hasta llegar a una apoteosis final completamente absurda y desmadrada.
Y lo dicho, que se quiten el estropajo de la boca.

Ignoro los motivos por los que se decidió rodar este remake de Crimen perfecto para la TV, es totalmente calcada al original lo que la hace un tanto innecesaria ya que el tiempo en que se desarrolla es exactamente el mismo.
No obstante, hay que reconocer que está realizada con honestidad y mantiene fielmente el guión original que desarrolla con un pulso excelente.
Además hay que añadir que las interpretaciones tanto de la esposa, el marido, el amante y el inspector están muy a la altura y no desmerecen en ningún momento.
Es prácticamente imposible conseguir no superar sino igualar a Hitchcock, pero debo reconocer que esta versión prácticamente lo consigue.

El conflicto entre israelíes y palestinos que se mantiene a través de los años como puede comprobarse por la época en que se rodó la película hasta nuestros días, todo sigue igual, o sea igual de mal.
Particularmente es un tema que me hastía y me tiene más que aburrido, cuando un conflicto se estanca y no avanza quizás sea porque no va a tener nunca solución.
La película tiene su intriga y sus momentos interesantes aunque con altibajos y se salva gracias a un reparto de altura en el que destaca Robert Mitchum.