A modo de epopeya, esta película nos narra la espectacular historia de un suburbio de Rio de Janeiro llamado Cidade de Deus, desde su aparición allá por los inicios de los 70 hasta finales de los 80, dos décadas donde se nos narra la vida de dos de los más importantes traficantes que tuvo el barrio en su historia, desde sus primeros crímenes siendo aun unos niños, hasta convertirse en casi amos de las favelas, destacando al psicópata Zé Pequeño, en contrapunto y paralelamente y convergiendo de vez en cuando, se nos cuenta la historia de Buscapé, cuyo sueño es escapar de la violencia que le rodea en Ciudad de Dios gracias a su talento como fotógrafo. Sin duda, es difícil que te deje indiferente este cuadro costumbrista de la ciudad más peligrosa del mundo, donde la criminalidad afecta de lleno a los miles de niños desamparados que la habitan, poseedores de una violencia intrínseca descarnada. Rodada con coloridos planos y con un ritmo endiablado, fresco y ágil consigue envolverte de lleno identificándote con sus personajes según evolucionan con el paso de los años, algunas escenas pueden llegar incluso a herir sensibilidades y otras te harán sonreír, ya que no hay que olvidar que sus protagonistas no dejan de ser adolescentes con alegría por vivir a pesar de todo, lo cual dota de un fuerte carácter tragicómico a toda la obra.

La serie más adictiva y fresca de la historia definición perfecta por parte de Javier del Pino del Diario El País. Solo Expediente X se acerca un poco al cuelgue que tengo por esta serie, es indispensable verla de seguido si no quieres pasarte toda una semana preguntándote que pasará y para no arriesgarte a perderte un episodio, lo cual sería fatal. Está perfectamente entretejida en su argumento, las piezas van encajando episodio a episodio como un puzle perfecto. Nada está colocado al azar ni nada sucede sin motivo aparente. A medida que avanza la historia, y la isla va desvelando sus misterios, las situaciones se vuelven más paranormales y los protagonistas más paranoicos, los giros inesperados te dejan con la boca abierta y en definitiva, se convierte en un entretenimiento que te engancha al televisor durante horas.
Quizás la única pega que podría ponerle a esta serie, es lo raro que queda que solamente hablen los mismos protagonistas y que el resto de supervivientes (aproximadamente 40), se dediquen a pulular por la playa sin decir ni pio y acatando cual rebaño de ovejas todas las circustancias que ocurren a su alrededor, así como la inclusión de personajes aparentemente importantes para la historia pero que mueren sin más como si hubieran sido víctimas de una votación de popularidad por parte de la audiencia.
Por lo demás, para mí se trata de una perfecta excusa para llegar pronto a casa, tirarme en el sofá y disfrutar de mi chute catódico diario de Lost. Mi récord está en 6 episodios seguidos y siempre te quedas con ganas de otro.

Comienza el episodio, una vieja escena de alguna película protagonizada por un Jorge Sanz imberbe, una llamada al móvil y un Jorgito mal despertándose en el lugar menos pensado, así comienza cada episodio de la mejor serie española del momento, con permiso de La que se avecina.

Yo creo que a Jorgito no le veía desde Belle Epoque, no ha llovido ni nada. Y un día le vi haciendo un monólogo, bastante bueno por cierto, en el Club de la Comedia, y ¡si! dije: joer como ha envejecido este hombre y es enano y por que viste ese jersey enorme, para disimular su barriga claro.
Soy el típico sopla gaitas que se cruza a diario en la vida de Jorgito, solo que después de ver Qué fue de Jorge Sanz le soltaría ¡Super Sanz, el puto amo!, y el lo entendería.

De todos modos aunque la serie es muy buena el último episodio es un coñazo y el penúltimo un poco forzado, me esperaba que Santiago Segura fuera más gracioso pero su cameo es un coñazo.

Sin embargo Resines, Juan Diego Botto o un Miguel Ángel Lamata en estado de gracia, el mejor de todos, hacen que la serie tenga momentos de humor impagables en sus primeros cuatro episodios. Sin olvidarse de su representante experto en quesos. La chica que hace de su ex es buenísima, su actuación es muy natural, casi parece su ex de verdad.

Hay que tener mucho valor para reirse de uno mismo y conseguir arrancar una sonrisa al espectador.

El anime más bestia que he visto, no solo por lo sangriento de sus escenas sino porque no te lo esperas, viendo ese aspecto que tiene de serie de dibujos sobre amores adolescentes destinados al público infantil. La causa de todo este desparrame de hemoglobina viene dada por la capacidad de nuestra bella protagonista, un autentico lobo con piel de cordero, que posee unos extraordinarios poderes que la permiten desmembrar a cualquier persona que se le ponga delante, sin tan siquiera mover una pestaña. La historia de amor platónico entre los protagonistas, está envuelta de tragedia y crueldad y consigue en muchos momentos emocionarte como pocas series de animación lo han hecho. El aspecto más negativo es sin duda su pobre dibujo, que en ningún momento está a la altura de su historia, es una pena porque redondearía esta genial obra.
Muy recomendable si quieres disfrutar de una original y agridulce historia de amor adolescente, salpicada de brutales escenas de sangre.

Un final para olvidar el de esta, por otro lado, magnífica película de suspense, no porque el presidente no resulte asesinado, sino más bien por lo cogido por los pelos de la manera en que el mostachudo detective finalmente encuentra a su presa, se nota que se quedaron sin tiempo para más metraje lo cual chirria un poco en esta película que funciona como una perfecta maquinaria suiza.
Tienes la sensación de estar admirando un argumento verdaderamente ágil, nunca vi un film en el que el director nos saturara con tal cantidad de personajes y situaciones de un modo tan hábil que en ningún momento tenemos la sensación de no enterarnos de nada o de perder el hilo, y ese es un gran merito, todo funciona con la misma precisión con la que el asesino Chacal calibra su mirilla telescópica para acabar con la pobre sandia.
Pero la cosa decae un poco tras el encuentro con la aristócrata en el hotel, de tres estrellas impropio de alguien de tal linaje, entonces comienzan las lagunas en el argumento y después de un par de reveses del destino y errores gravemente penalizados por la Dirección General de tráfico, te das cuenta de que tanto el asesino como el director no son tan perfectos como parecían, ¿Como consigue Chacal pasar una maquina para pintar coches por la aduana sin levantar sospechas?.
Mención especial para su rubio protagonista que borda su bipolar papel de elegante galán y frío asesino.