La cinta blanca, que obtuvo numerosos y prestigiosos galardones durante el pasado año, es una espléndida película que retrata el origen del mal en la Europa de principios de siglo.
La historia comienza cuando el médico de un pequeño pueblo sufre una violenta caída montando a caballo provocada por alguien de la comunidad. A partir de este hecho comienza una espiral de terribles sucesos que rompen la armonía de la comunidad.
La película, cuya trama se sitúa entre el suspense y el terror, toma el punto de vista interno de uno de sus protagonistas, el del maestro, que nos introduce en la historia y explica los acontecimientos a través de un largo flashback que, ya desde el comienzo, vincula los hechos narrados (de lo particular) con la guerra posterior (a lo general), de forma que el espacio de la ficción sirve de retrato sociológico e ideológico para comprender los orígenes de la Alemania nazi.
Michael Haneke nos regala una película espléndida por su forma (bellísima fotografía), por sus interpretaciones y, en especial, por su equilibrio narrativo que la conecta con la mejor novela naturalista. Su frialdad y su distancia a la hora de plasmar los hechos es digna de un verdadero genio. Una película imprescindible para todo aquel interesado en ahondar en los aspectos más oscuros del alma humana.

Valiente adaptación del clásico de los Hermanos Grimm situada en la Andalucía de los años 20 que permite reescribir el cuento desde una óptica taurina, flamenca y litúrgica propia del imaginario español más profundo.
Película muda y en blanco y negro que rinde homenaje al cine de los años 20 y 30 mediante el montaje, la puesta en escena, la fotografía y la interpretación. Oda al cine expresionista, al cine cómico, al montaje ruso, a "Rebeca" de Hitchcock, a la ambientación de las películas de la Universal, a los freaks de Tod Browning y al imaginario colectivo español (tauromaquia, catetismo, superstición y esperpento). Narrativamente espléndida y sutil. Respeta el principio básico del cuento infantil (brevedad, sencillez, simbolismo profundo), así como sus clichés: madrastra maléfica, huérfana abandonada, padre tullido, madre ausente, maléfico procurador...
Grandiosa y arriesgada película en tiempos de crisis para el cine, y más todavía para el anquilosado y obsoleto cine español. Necesitamos más Pablos Berguer por estos lares.

The wall (El muro), dirigida por el británico Alan Parker y basada en el legendario disco homónimo de Pink Floyd, es un fascinante videoclip de hora y media de duración, una obra alucinada, romántica, expresionista, angustiosa y tremendamente lúcida inmersa en el contexto de los años 80, en los que el gobierno de Margaret Tatcher infundía el miedo con su política ultraconservadora.
El metraje respeta el concepto general del disco mostrándonos el dantesco itinerario que recorre una estrella de rock, llamada Pink, oprimida por su educación a través de varias etapas de su vida. La historia comienza en una solitaria habitación de hotel en la que se encuentra drogado Pink, quien irá recordando los capítulos más significativos de su vida que le han llevado hasta ese punto de soledad y degradación. The wall denuncia con fervor el papel de las instituciones en la formación del individuo, y trata temas como la rabia, la frustración, el miedo al sufrimiento y el aislamiento como solución al dolor.
Uno de los aspectos más originales de la propuesta es su complejidad a la hora de presentar los hechos (saltos temporales constantes y nula presencia de diálogos), ordenados por el espectador mediante las letras de la música y los elementos visuales que nos permiten construir la historia completa de Pink, el personaje interpretado por Bob Geldolf, cantante irlandés del grupo Boomtown Rats.
"The wall" obra es completamente transgenérica y rompedora, situándose entre el drama, el musical, el videoclip y el cine de animación, cuyas imágenes creadas por Gerald Scarfe, intercaladas entre la música y las imágenes reales sin ningún pudor, logran una atmósfera expresiva y surreal pocas veces alcanzada en el medio cinematográfico.

Con "Más allá de la vida", Clint Eastwood nos brinda una conmovedora película cuyo argumento paranormal sirve de excusa para mostrarnos unos personajes que buscan respuestas para sus respectivas parálisis vitales.
La trama cuenta tres historias entrelazadas: la de Marie Lelay, una afamada periodista francesa que vive una experiencia directa con la muerte de la que sale ilesa, la de George Lonegan, un americano solitario que lucha por dejar atrás su vida pasada como parapsicólogo, y la de Marcus, un niño inglés que pierde a su hermano gemelo al ser atropellado.
Los tres personajes principales están quebrados, cada uno a su manera, por su estrecha relación con la muerte, leitmotiv de unos personajes tremendamente frágiles e inmersos en un contexto amenazante e incierto.
La película lleva impregnada la sobriedad autoral de su director, un virtuoso del melodrama, tal y como demuestra la caracterización de sus imperfectos protagonistas, de cuyas carencias emocionales proviene el principal atractivo de la película. Sin embargo, "Más allá de la vida" chirría en los momentos en que debe posicionarse respecto a lo paranormal, la muerte, puro preámbulo para mostrarnos unos personajes desorientados, resultando así poco convincente en sus previsibles y planas justificaciones que, además, no aportan nada nuevo sobre el tema.
En definitiva, si quieres ver un drama sencillo y efectivo, ésta es tu película; pero si quieres ver una película que aborde el tema de la muerte más allá de los tópicos y no interesan los dramas, entonces no pierdas el tiempo, ésta no es tu película.

"Runaway" es una película de 35 minutos de duración, a medio camino entre el musical, la ópera moderna y el videoclip, dirigida por el músico y productor Kanye West, el rey del rap en EUA.
La historia comienza cuando un músico famoso, mientras conduce su espectacular coche por los contornos de un misterioso bosque, se encuentra, maltrecha en la carretera, a una hermosa criatura, medio mujer, medio pájaro, que proviene de un mundo maravilloso y lejano.
Esta sencilla trama fantástico-romántica sirve de pretexto para presentar cinco espléndidos temas del rapero americano, incluidos en su imprescindible último disco "My beautiful dark twisted fantasy". De entre todos los momentos de la obra, que no son pocos, destaca especialmente la interpretación del tema "runaway", espléndidamente coreografiada y filmada. Muy recomendable para todos los amantes de la música y el videoclip.