Lo han vendido en alguna parte como una especie de segunda parte de Eduardo Manostijeras, pero no le acabo de ver el parecido. Si fuera un paso a la oscuridad y la amargura de los sueños rotos del inocente peluquero no creo que se llegara a ese extremo de ira y desprecio por la vida humana. No me imagino a Eduardo haciendo lo que hace Sweeney por muy mal que le hubiera tratado la vida.

La peli avanza entre el asco y la violencia (bastante explícita y gratuita) hacia un desenlace esperado aunque no predecible. Entre toda esta desesperación y muerte, la música sirve como escape al espectador alejándolo un poco de la miseria material y humana de los personajes, haciendo soportable la película y dando un toque de gracia al conjunto.

La interpretación de los actores es muy buena, todos están creíbles y no desbarran a pesar de lo grotesco de la historia. Una pena que no se hayan llevado más premios por su trabajo.

La crítica ácida contra el sistema hecha con el sistema y para el sistema suena un poco contradictorio, pero eso es esta peli. No te puede convencer porque es demasiado yanqui pero dudo que los yanquis se vean muy identificados. La interpretación de los actores en general no me parece mala (excepción hecha de Julia Roberts, que está en su línea) pero el guión (o la realidad) es tan absurdo y rebuscado que no es creíble. Yo no me lo creo, aunque lo vendan como hechos, todo parece demasiado raro.