Su seriedad da risa... Es una mala aproximación de un film de Robert Rodríguez con el deseo (solo el deseo) de acercarse al sarcasmo de Quentin Tarantino. De toda la película lo que más me agrado fueron los gráficos de los créditos al inicio y la perra... Nada más!!

Un expresión de sentimientos canalizados a través de la música de forma simple y cautivadora. Lo existencial prevaleciendo más allá de los deseos, porque la realidad es más interesante de vivir, que la idealización de un futuro que nunca llega.

Excelente mensaje, uno que no pretende decirte como, por el contrario, solo te dice ¡Hazlo!

Memetica: Es la palabra clave en esta película. En algún momento la nombran y con ello no dejan mucho espacio para interpretaciones. Es lo que prevalecer hoy día. Esa forma involuntaria de volverse famoso como resultado del azar, de la equivocacion, de la idiotez. Sus consecuencias son impredecibles, y si, el resultado inicial puede ser grandioso, cuando lo que se resalta es ordinario, oculto, insignificante, entonces cualquier llamado de atención, cualquier boca a boca y saberse nombrado, referido, de quién hablan y hasta de quien se burlan, resulta atractivo. El problema surge después, cuando la propagación cultural se llena de interpretaciones y los protagonismos buscando realzar los egos, hace del espectador un ser deseoso de surfear en la ola de ese acontecimiento mundano, ordinario, que ocupa el momento, entonces la burla, la cosificacion, la destrucción del ser que provocó todo aquel revuelo sucede.

La película atrapa desde la predeterminación y la experiencia previa que se tenga del tema subyacente. Así, solo es cuestión de ir viendo cada fase sucediéndose de este fenómeno cultural de la masificación e hiper divulgación del mensaje, que mientras más superfluo sea, más vertiginoso se vuelve.

Lees el titulo, ves algunas reseñas periodísticas haciendo alarde de nuevas técnicas en efectos especiales, te fascina el argumento de ciencia ficción y nada, la ves porque si.

Pero al final solo queda una palabra en tu mente: "es floja". Te mantiene mirando, los diálogos son algo largos y la secuencias de acción algo separadas. En esencia la película se desluce por lo mismo que te atrae: demasiado énfasis en la novedad del efecto, al punto que las escenas sin dudas se ven influenciadas, no siempre de buena manera, por el asunto del efecto de doblaje.

Para pasar el rato

Una película que te hace dudar de lo humano, que le dice a tu mente que el horror de la guerra es real, que existe el dolor por doquier y que ese dolor nunca cesará. Apenas alcanzas a imaginar cuántas vidas acabadas en conflictos inútiles, alimentados por el morbo más primitivo. Un film reflexivo con actuaciones de gran calidad que no podrás dejar de ver, que te atrapa, que te enseria y te entristece.