Engañado por las abundantes críticas positivas, perdí un poco de mi oro. Nunca dejo de soprenderme de la subjetividad de la gente, realmente. Es un film demasiado "freak" para mí; de esos que uno puede ver un domingo a las 10:30 am en los típicos canales de películas malas, pero que no ve más de 30 minutos (y soy generoso) y luego cambia de canal.

Me ha parecido una buena película, a pesar de sus defectos.

A destacar su argumento. Melquíades es un mexicano que ha llegado de forma ilegal a los EEUU, donde es asesinado accidentalmente. Su verdugo no es castigado. Esto motiva a Pete, amigo de Melquíades, a castigar a su verdugo, a quien secuestra. Entonces Pete, el cadáver de Melquíades y su verdugo, emprenden un viaje a caballo por los desiertos y montañas que dividen a EEUU de Mexico para enterrar al muerto en su pueblo, junto a su familia.

El castigo de Pete es ejemplar. Es una lección de vida muy bonita para el asesino tanto como para nosotros. Es una historia por momentos graciosa y un poco triste, aunque la tristeza no es negativa en este caso, hasta se podría decir que es una tristeza feliz. En esto radica la esencia del film. La frase de la escena final es perfecta y termina de expresar eso esencial.

El gran defecto es su primera hora. Descontando el asesinato de Melquíades, todo lo demás es relleno, escenas que no vienen a nada y que no hacen más que relentizar el desarrollo de la historia. Nisiquiera la relación de Pete con Melquíades está bien desarrollada ni expresada en ese primer tramo; resulta sonsa. Melquíades se convierte en un personaje importante cuando pasa ser un cadáver.

En lo demás. Banda sonora correcta. En lo visual, más que aprobado, pero sin exagerar. Los diálogos son correctos y casi que irrelevantes. Las interpretaciones descansan en los dos personajes principales pero no son impresionantes.

Modesta y agradable; así me resultó esta película. La historia, que es sumamente interesante en sí, adolece de cierta "fuerza" por la forma en que la desarrolla su directora, un defecto menor, al ser un film con el que debuta justamente como directora. La fotografía, por su parte, es simplemente hermosa, con colores grises opácos, rincones oscuros y fríos, contrastados con la blanca nieve que abunda en el exterior de la casa, en donde se gestará un vínculo, el más poderoso de todos, entre dos seres que habían hecho lo posible hasta el momento para evitar justamente todo tipo de vínculo. La banda sonora está muy bien. En fin, el film es una historia de amor, poco pretecionsa sí, pero muy hermosa de todas formas, son de esos amores extraños, que no se dan muy a menudo.

Película que narra desde la perspectiva de un niño la quema de aldeas Rusas en la Segunda Guerra mundial por parte de los Alemanes.

Aquí no hay mas historia que la del frenesí de la guerra. La crueldad, la locura, la estupidez, todo está retratado de manera cruda y brillante, sin adiciones gratuitas. No hay mensaje, ni reflexión, a pesar de que al final del film quiera despuntar un aspecto ideológico que desde la perspectiva del niño es correcto, pero que carece de fuerza e importancia después de todo lo que se ha visto.

Estéticamente es una gozada. El manejo de las cámaras, los sonidos, la música, los diálogos, las interpretaciones, todo es correctísimo y más. La interpretación del niño, que deambula aturdido por un ambiente totalmente desquiciado es simplemente brillante. El aspecto psicóligoco es de lo mejor del film.

Es de aquellas películas que uno quisiera ver un domingo a las tres de la tarde. Lo mejor, su historia de amor, simple, poco pretenciosa, aunque no vacía, al principio típica, al final no tan típica.

Eso es todo. No hay ninguna interpretación verdaderamente destacable. La banda sonora está simplemente a tono. La fotografía es correcta, al igual que los diálogos. No es densa y no me parece que decaiga en ningún momento.

El único defecto del film se presenta cuando pretende ser una comedia. No lo es. Sin embargo, son momentos muy breves y no afectan demasiado al film.