No tiene la intensidad de los thrillers coreanos, pero lo compensa jugando bastante bien con las emociones del espectador. Me mantuvo intrigada de principio a fin, y eso que parece que se sabe todo de antemano... El actor principal bordaba su papel. El final sorprende, pero no es nada justo.

Ya que el argumento era una estupidez, podían haberse centrado en el chin-pum-chin-pum para hacerla un poco más entretenida. Un principio plano y un aburrimiento de desenlace. El final, demasiado bestia en comparación con el estilo de la peli (todavía no me acostumbro a eso de ver a una persona sin cabeza y sin parte del hombro derecho, caminando por una habitación, manías mías). Un completo sinsentido, absurdo y aburrido. Soporífero. Insufrible. Lo único salvable de la película, es el modo en que a veces tenemos que sufrir en nuestra propia piel lo que en su día le hicimos a los demás. Pero es que no compensa tragarse dos horas de sufrimiento para una pseudo-moraleja que podía haber dado mucho más juego en otras manos. A ver cuando llega el día en que estos directores mediocres se olvidan de compartir con los demás sus pajas mentales.

El principio de la película me produjo una sensación desconcertante, como si algo no encajase. Me costó bastante empezar a verla. Y luego, ya, la protagonista me parecía insoportable, incluso cuando sólo era una niña. Su personalidad me desagradaba bastante. Además, hacía de él lo que quería. En cuanto al final, me destrozó el único fragmento de la película que me había gustado mucho. Considero que el argumento era excelente, pero desde mi punto de vista, lo estropearon.

Esta película no la vi... ¡la soporté!

Un argumento que en ningún momento me transmitió nada. Lo único interesante, era el actor protagonista (que ni siquiera actúa bien). Pero, a parte de eso... la película se precipitó hacia lo pésimo de forma inmediata. Tal y como prometía la portada... si a la película le quitamos la llamativa espalda del cartel, ¿qué nos queda? Unos protagonistas "de infarto" y un ganster insípido.

En cuanto a los efectos especiales... Chico, ¿qué quieres que te diga? Si no puedes permitirte
unos buenos efectos, graba la escena desde otro ángulo en vez de enfocar el horizonte. En cada escena de acción, se notaba que todo el escenario está realizado por ordenador. Hasta los coches parecían sacados de un videojuego. Y ya, la escena en la que el protagonista entrega la droga escondida "en" fue la guinda de un pastel infumable...

Podría resumirse en: una película de acción que perseguía una trama inteligente... y se cansó antes de alcanzarla.

Una locura de cortometraje. La historia de un dragón que quería aprender a batear humanos con la cola. Porque básicamente, de eso trata. Una mujer atrapada en una jaula, no deja de gritar pidiendo ayuda. A medida que los caballeros llegan, el pequeño dragón aprende en compañía de un dragón adulto a hacerles frente. Uno tras otro, los golpea con la cola para arrojarlos por el precipicio... o por lo menos lo intenta, ya que sólo es un aprendiz. Hasta que el adulto se queda dormido y sucede lo inesperado. La animación no es una maravilla, pero tampoco es un espanto. Además, la música alegre ayuda a que todo parezca más entretenido. La verdad es que tuvo su gracia.