Se asienta sobre una premisa atractiva, donde dos universitarios planean el crimen perfecto... y parece que sale bien, hasta que tropiezan con la intuición de la inspectora de policía, interpretada por Sandra Bullock.

La historia seduce y entretiene hasta la mitad. Ryan Gosling, muy jovencito hace creíble la trama, ayudado por Ben Chaplin. Entre ambos construyen un perfil donde la meticulosidad en el planteamiento, resulta lo más entretenido.

Gosling, logra con una interpretación bien formulada traspasar la barrera, para introducirnos en el perfil de un siniestro y encantador asesino, que desde su meticulosidad parece que encamina sus propósitos.

La vi hace un par de años... Y, hoy la volví a revisar, entonces no hice valoración aunque la primera me gustó bastante.

¿Cómo pueden producirse cambios tan radicales en tan poco tiempo? De ser una película que hubiera valorardo entonces con buena nota, hoy la aprobaré otorgándole un cinco raspadito. El tiempo y nuestras experiencias modifican la percepción.

Los 33 años que han pasado desde su estreno, pesan en ella bastante. Tiene una trama entretenida, pero carente de fuerza. Los giros necesarios, al final se vuelven previsibles.

Aprobado raspadito.

El espectador sabe en todo momento que está sucediendo, y sin embargo se mueve por la ambigüedad, aportando confusión al darse una serie de acontecimientos encadenados sobre los que se apoya la tensión, en bastantes momentos muy absorbente.

El guion está bien desarrollado, y la película se hace corta, lo cual viene a destacar un producto entretenido pese a que algunos de sus giros y la trama pueda resultar poco creíble... Pero ¿Qué es el cine, además de una inmensa trampa en la que caemos gustosos?

Infinitamente tonta e ineficaz en su pretensión de divertir. No me entretuvo, ni siquiera recuerdo una sola escena donde me riese, o por lo menos sonriera.

Lo que no se es por qué le doy un dos en vez de un uno... Pero el dedo quiso el dos. Zac Efron irreconocible; el producto olvidable, carente de todo atractivo en su género. Me ha parecido extremadamente generosa la nota que recibe, por parte de los usuarios de la página.

Es profundamente extraña, se desenvuelve bien en la odisea paranoide, donde cada uno de los principales actores que intervienen, juega ese papel tan concreto como esquemático en la construcción de la propia trama.

No existe una historia como tal... el argumento parece una sucesión de escenas encadenadas por un sutil desafío que encuentra en el espectador su destino; como así debe ser. El problema se presenta cuando intentamos entender lo que allí se nos quiere contar.

A los veinte minutos comencé a relajarme y conseguí disfrutar de algo que no tenía mucha lógica, pero tampoco la necesitaba. El poder visual de sus imágenes eran lo suficiente intensas, como para satisfacer paladares tan extravagantes como el mío.