Movimiento artístico que intenta buscar y representar una creación y realidad subconsciente, onírica, imaginaria e irracional más allá de la realidad.

Esto es "Cisne negro". Con lo cual todo intento de atar innumerables cabos, hacer encajar unas piezas deformes, y buscar respuestas resultará valdío. Bajo esta premisa se desarrolla la inquietante cinta de Darren Aronofsky. Además de inquietante, resulta sombría, te mantiene en tensión contínua y no ofrece ni un momento de paz. Todo ello orquestado en código de un suspense interminable, angustioso, que se desarrolla durante el metraje y sobrevive incluso fuera de la sala.

Supongo que la fuerza de esta película no estriba en la historia, sino en el mundo interior de la protagonista, el cisne blanco que se quiere convertir en negro para hallar la perfección, por lo que no intente completar el puzzle porque quedará totalmente frustrado.

No soy partidario de las películas de este corte. No soy partidario de las múltiples interpretaciones ni de los acontecimientos arbitrarios, aunque no puedo obviar su poder visual y escenográfico, la meritoria interpretación de Natalie Portman, y en conjunto, admitir que se trata de una obra formalmente impecable y psicológicamente delirante.

Gran recreación visual de las escenas de acción, las batallas estremecen, y Scott consigue una ambientación admirable de una película que echa en falta algo más de intimismo en las relaciones entre personajes. Lástima que la historia se sustente únicamente en la lucha político-religiosa, en un intento de compromiso con la historia.

Se trata de una comedia desternillante, con un humor fácil pero directo, obscena hasta la saciedad, con un lenguaje sin tapujos y que deja al desnudo los pensamientos de un grupo de jóvenes cuyo principal cometido en esta vida es "meterla". Las historias que se desarrollan son superficiales, aunque no podría ser de otra forma, y todas tienen en común las relaciones de pareja, donde el sexo es vital y para conseguirlo no importa el medio. Deja al descubierto la cara más animal del hombre, que no esconde sus instintos más primarios. Con esto, la carcajada a boca abierta está garantizada desde el inicio, aunque no la recomendaría a un público pudoroso o con demasiados principios.

El título resume la película. Con esto diría que toca con los dedos el género gore, y parece que estremecer el estómago del espectador fue el único objetivo de Snyder. Vacía de contenido, con una trama simplona y anodina, "300" se caracteriza por ser pretenciosa y arrogante en la forma y austera en el mensaje. Las batallas muestran el deseo del director en alcanzar otro nivel en lo sangriento, los personajes son artificiosos hasta llegar a la ridiculez, y la fotografía resulta agradable en los primeros planos, para después volverse reiterativa y surrealista. ¿La película más taquillera en USA en marzo? Para empezar a preocuparse.

Lo más impresionante de esta película es su ritmo narrativo, la forma en la que Coppola hace avanzar la historia, con esas secuencias largas, pero en las que no parece sobrar un fotograma. Impresionante la forma de utilizar el montaje, la forma de mostrar acontecimientos que suceden simultaneamente y presentados de forma genial. Para mi lo más memorable es la secuencia del bautizo, entrelazada con los asesinatos de la banda, en la que los golpes del órgano acompañan los balazos contra los miembros de las otras "familias". Coppola consigue una ambientación perfecta, en la película todos los elementos nos sugieren esa atmósfera "Gangster" tan caraterísticas de la saga: escenarios, actuaciones, diálogos, música, todo orquestado de modo genial, consiguiendo un éxito casi irrepetible.