Pues aún colea el éxito de IT, cuando ya está en proceso de grabación IT 2. La novela de Stephen King con sus 1500 páginas, nos mostraba una supuesta sociedad idílica, donde los miedos y angustias se materializaba en forma de payaso (muy desagradable).
Aunque no se respeta el libro, y se escupe sobre muchos momentos de la novela, la verdad es que consigue aterrorizar mucho más que la pútrida de su antecesora de los noventa.
Aunque en esta ocasión, se ha abusado de los sobresaltos y los efectos de sonido, para hacerla mucho más comercial.
Los niños están horrorosos en sus respectivos papeles, pero bueno.
Es recomendable para pasar un ratito de sustos y poco más.

Tras el rollo del origen del planta de los simios, aquí viene la segunda parte de una trilogía plomiza. En esta ocasión, se cambia a los actores y se mantienen los simios por ordenador. Si la primera parte era horrible, está es una continua disertación simiesca sobre el bien y el mal.
Rara, vulgar, aburrida y mil cosas más. La verdad es que ya la idea original de un futuro dominado por simios nos da grima, y sin encima hacemos un remake hortera con Tim Burton dirigiendo, y otra trilogía más...no sólo simios, queda demostrado que algunas amebas tienen más inteligencia que estos de Hollywood.
Fin

Floja, esta es la palabra que se me viene a la cabeza cuando recuerdo la película El Hobbit..Aunque me parece algo más animada que la anterior, quedé agotado de tanto efecto de ordenador y acción sin sentido alguno.
El viaje prosigue con los enanos y el pequeño hobbit, y el metraje se alarga innecesariamente. No hay guión para tantas horas, por lo que todo resulta cansino.
Es pasable, pero llega a aburrir si no eres un fan condicional.

Eso es lo que aparecen aquí, una serie de actorzuelos capullos disfrazados de payasos, que cobraron una fortuna además...
El director odia a los cómics de Batman y a sus seguidores, por ese motivo contrató a gente insulsa y pésima, le puso trajes ridículos y los puso a decir chorradas durante dos horas. El resultado...un escándalo

Esta película recaudó muchísimo en los cines españoles, lo cual me da aún más miedo que la propia película.
Es una obra de terror como ninguna otra. Hache es un joven sin oficio ni beneficio que vive la vida en una continua rabia e ira, convirtiéndose en un ser horrible y ultra violento.
Mario Casas se mete en la piel de este absurdo personaje con una serie de muecas limitadas y dicción deficitaria para enamorar a la joven pija y sosa María Valverde. Ambos empiezan una relación enferma y enquistada que pronto dará de sí lo que es.
A ellos se unen otros personajes estereotipados y simplones, con la única aspiración vital de hacer carreras de motos. Por tanto es un retrato de brocha gorda sobre la juventud y sus problemas.
Mario Casas se encarga de mostrar musculitos y dar tortas a diestro y siniestro, sin importar que sea chico, chica e incluso moto... alucinante.
Lo peor es que trata de hacer ver que ese sentimiento insano y violento es amor de verdad, y las jovencitas suspiran por un novio así. Un horror.