Pues estaba una tarde sin saber qué película ver y me decidí por un wéstern, generó al cual le tengo especial cariño, culpa de mi abuelo materno, quien me aficionó a el. Y he dado con hostiles, una bonita historia que no se la ha valorado como merece.

El comienzo es escalofriante, la pesadilla de toda familia blanca que vive aislada en el bosque, el ataque de los indios y si a esto le añades que sean los sanguinarios comanches, llevas pocas posibilidades de seguir respirando. Esto le ocurre a Rosalie con su familia y a partir de ahí se le acrecienta a partes iguales el temor y odio hacia los indios.

Por otro lado un capitán interpretado por Christian Bale es escogido para llevar a cabo una misión, llevar a un moribundo jefe cheyenne (Wes Studi) de regreso a las tierras de su tribu. La cosa no tendría su dificultad si no fuera porque este ha dado muerte a muchos amigos del capitán y porque tendrán que atravesar las praderas montañosas de Nuevo México, con los cheyennes merodeando por la zona. Y por el camino se encontrarán a Rosalie que se les unirá al grupo para vivir una experiencia peligrosa a todas luces.

Lo bonito de la historia es como el ser humano va cambiando según las circunstancias de la vida, a quien hoy odias a muerte, te puede ayudar a proteger tu vida y ganarse tu respeto, eso es precisamente lo que ocurrirá con nuestros protagonistas, la unión ante los diferentes peligros, los convertirán en otras personas, dejando a un lado el rencor y dando paso a la comprensión y el respeto.

Que pena, que pena, el último tercio de la película, sino hubiera sido una grandiosa historia, pero pega un bajón considerable y me explicaré.

El comienzo es el típico moñas de la época entre una pareja de enamorados y sus planes futuros. Se tienen que separar obligatoriamente por distintas razones laborales y quedan en reunirse meses después.
Cuando llega el día señalado, nuestro protagonista es parado por un agente de la ley y lo confunde con un malhechor, de ésta manera lo conduce a prisión y allí lo ponen en custodia hasta que se le juzgue.

El problema aparece cuando la noticia de su arresto camina como la pólvora entre los pueblerinos y se van a por él a prisión, con la intención de llevar acabo un linchamiento. Y allí se montará la marimorena.

El mensaje de la historia es bastante serio, antaño, parte de la sociedad estadounidense se tomaba la justicia por su mano, independientemente de si la justicia lo consideraba culpable o inocente. Y se dieron muchos casos así, en especial sobre el racismo, aunque no sea el tema a tratar.

La actuación de Spencer Tracy, por momentos es muy sobreactuado y le resta seriedad al asunto.

Y el mensaje que primeramente quiere llevar a cabo, con la colaboración de los amigos, no es que sea poco creíble, es que no hay Dios que se lo crea. Aunque comprueben ustedes mismos si lo arregla el mensaje final muy forzado.

Las guardianas tiene un título perfecto para los hechos que nos encontraremos en pantalla. ¿Guardianas por qué? Porque se encargaron de guardar las tierras, las cosechas y las granjas, siendo mujeres en ausencia de los hombres jóvenes que se marcharon a la guerra.

En ésta historia la fotografía y los movimientos de cámara te cuentan muchas cosas, los diferentes travelling en especial en lo que al campo y la cosecha se refieren, nos hacen comprender y valorar los cambios posteriores, trabajos manuales por mecánicos, no, no es lo mismo, que se lo pregunten a nuestros protagonistas. Rodar siempre al aire libre lo digo siempre, le añade un plus a cualquier película. Toda familia debe seguir comiendo, aunque no hayan hombres y es ahí donde destaca por encima de todos la matriarca de la familia, la actriz Nathalie Baye en el papel de Hortense Sandrail, está increíblemente fantástica. El personaje más carismático y con más peso de la trama. La que dice, dirige y toma las decisiones. Y a la vez de jefa y directora, ejerce de esposa y madre. Vamos, completa total. Por otro lado está el nuevo fichaje en la granja para compensar la falta de mano de obra, para ello Iris Bry interpretará a Francine, una chica tímida, muy guapa, sencilla y sobretodo y lo más importante para los Sandrail, es muy responsable y trabajadora. Y por último destacaría a la guapísima Laura Smet ejerciendo el papel de Solange, la única hija del matrimonio con su marido también en la guerra.

El guión es muy pero muy entretenido e interesante, a pesar de que la velocidad del rodaje es muy lento, en mi opinión no se podría acelerar porque perdería el ritmo, no consiguió en ningún momento que me aburriese, porque tiene de todo. Por una parte nos cuenta como era el día a día de una vida en una granja en tiempos de guerra y allí nos encontraremos todas las vivencias posibles. Problemas económicos, frío, ayudas comunitarias de los vecinos, maquinaría agrícola en lugar de mano de obra y amor, que no se nos olvide, lo más importante de este mundo.

Me ha encantado como ha tocado este tema, porque tendremos dos casos bien diferenciados. Por un lado Francine, soltera y sin compromiso, con una gran cantidad de posibilidades entre gente del pueblo, hijos de Hortense y los soldados americanos. Tiene mercado donde elegir. Nadie le puede reprochar nada. Por otro lado Solange, quien tiene un compromiso por ser mujer casada, pero su marido está alejado de ella y un soldado americano le está tirando la caña. ¿Cómo será el comportamiento de ambas? Pues pasen, vean y disfruten y aclaren las dudas que sin duda alguna, repercutirán en el desenlace de tal bella historia.

Os voy a reconocer que me fascinan las películas con el fuego de por medio, tanto aquellas que tratan de pirómanos, como la de bomberos o guardasforestales. Héroes en el infierno os aseguro que es la única que me ha hecho sentir pánico, sentir el agobio y el miedo que pudieron sentir esos valientes que combatían el fuego a pesar de no contar con la titulación necesaria para ser reconocidos por su labor.

Ésta es una historia real, una historia dura, pero a la vez transmite un buen rollo por la relación entre sus miembros. El desenlace principal trata sobre el incendio de Yarne Hill, el cual se originó por un rayo y el cual parecía que no representaba un gran peligro. Allí acudieron en su casi totalidad el grupo e hicieron frente valientemente a lo que allí se produciría más tarde.

Joseph Kosinski coge una gran historia, de esas que te enganchan desde el minuto uno, donde cada personaje está muy bien definido, donde cada uno tiene su vida, su forma de ser y sus metas. No todos son unos amantes del trabajo, pero por diferentes motivos, terminarán uniéndose a la causa. Quizás parezca que se ve a través de los ojos de Brendan McDonough, pero nada más lejos de la realidad. Me ha encantado ver a tanto veterano en pantalla. Josh Brolin en al piel de Eric Mars, en plena forma tanto física, como interpretativa. Y que decir de su esposa, la guapísima Jennifer Connelly, siempre un placer verla en pantalla. Y ya me quito el sombrero viendo al veterano Jeff Bridges a sus 69 años tan bien llevados. Y esa chica que nos encandiló en nuestra época de juventud, Andie Mac Dowell. El reparto es brutal.

Toda película rodada en exteriores, le da un plus de calidad a cualquier historia que te cuenten, es así de sencillo. Y ésta no iba a ser menos. Las escenas están perfectamente filmadas y el fuego lo ves muy real, no te da en ningún momento la sensación de que hay efectos especiales detrás.

Muy recomendable.

Reconozco que desde que vi el trailer de ésta película en el cine, me atrajo de una manera peligrosa. Y no soy mucho de comedias, pero Dani de la Orden nos propone algo realmente interesante en muchos sentidos que paso a comentar.

Cualquier película que tenga a Leo Harlem y su verborrea como protagonistas, tiene el éxito asegurado y más aún si tienes como acompañante de la aventura a un niño que me ha encantado, Alejandro Serrano, el chaval actúa con una profesionalidad y una naturalidad que me ha dejado pasmado.

En primer lugar y a nivel personal, me parece una gran estupidez premiar a un niño porque saque buenas notas. A ver cuando nos daremos cuenta de que esa es su responsabilidad y el bien suyo del futuro, a mi no me paga más mi jefe por hacer bien mi trabajo. Su trabajo es estudiar y su premio...aprobar, punto pelota. Pero como aún hay padres que manejan el chantaje emocional y no me vale el cuento de la motivación, repito, a mi nadie me motiva a levantarme a las 5 de la mañana, pues nos encontramos al padre protagonista de la cinta, quien promete unas super vacaciones a cambio de unas notazas. Y cuando esto ocurre, no tiene el plan preparado...ni nada por el estilo y se agarra de la improvisación. Vamos, a lo Que bella es la vida, pero sin nazis de por medio.

Segundo, parece ser que desde hace ya algún tiempo, pinta bien y es muy divertido ridiculizar la imagen del padre, el personaje de Leo es constantemente ridiculizado, avasallado y menospreciado por su esposa, aquí Toni Acosta. Incluso llamándole "ese". Señores, vivimos con un problema actual en nuestra sociedad y si para sacar unas risas y como no, unos euros, tenemos que pintar esa imagen en un matrimonio moderno...mal vamos y lo digo muy en serio. Y no me tachen de exagerado, si así es, vuelvan a ver la película y cambien los personajes, lo llamarían casi violencia de género. Todos por igual.

La historia funciona muy bien, en especial porque el peso lo lleva magistralmente Leo Harlem y sabe manejarse muy bien improvisando y sorprendiendo al espectador constantemente porque no sabes que nueva anécdota se presentará. Ha sido un acierto lo del regreso al pueblo de su infancia, a dado mucho juego en todos los sentidos, he soltado auténticas carcajadas con la tía del padre.

Otro de los aciertos es ir sumando personajes a la historia, que la van haciendo más grande e interesante, caras muy conocidas para aquellos que se manejan en el mundo de la comedia. Y me ha gustado mucho ver a la actriz principal de Vis a Vis, Maggie Civantos fuera del papel carcelario. Los hechos los llevarán a encontrarse por casualidad con una madre con una niña con problemas y a partir de ahí, sus vacaciones dan un cambiazo considerable, haciendo que el niño comience a disfrutar de algo que aunque no imaginó en ningún momento, le está resultando muy interesante.