Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Caith_Sith
<< 1 9 10 11 20 338 >>
Críticas 1,688
Críticas ordenadas por utilidad
Se levanta el viento
Japón2013
7.2
15,343
Animación
9
20 de septiembre de 2013
150 de 184 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debería empezar a canonizarse que el cine japonés no tiene tres, si no cuatro grandes maestros. Ozu, Mizoguchi y Kurosawa deberían estar listos para recibir en el podio a Hayao Miyazaki, no sólo el mejor animador de la historia del cine (junto a él, Chuck Jones) sino también uno de los artistas más dotados de este joven arte que es el cine. Tras diez películas, de las cuales no menos de la mitad son Obras Maestras o se quedaron cerca de serlo, llega el que será, tristemente, su último largometraje. Decisión comprensible por su parte (si se atienden a las razones oficiales) pero por otra, pensando de forma egoísta, casi injusta. Que el mundo 'pierda' a un talento de este calibre es una tragedia, aunque por lo menos ha tenido la oportunidad de retirarse y no ha sufrido la misma (mala) suerte que su compatriota Satoshi Kon.

"The Wind Rises" (Kaze Tachinu, 2013) es no obstante una despedida maravillosa, una carta de amor, apasionada, hacia sus obsesiones de toda la vida. Podemos vislumbrar aquí gran parte de su obra, temáticamente, pero también a un nivel puramente sensorial. Un testamento perfecto que también tiene la particularidad de que, sin alejarse de sus obsesiones, propone unos códigos nuevos. Es una película 100% Miyazaki pero al mismo tiempo diferente a todo lo que ha hecho, algo que puede sonar contradictorio pero que aquí sirve como anclaje para sacar a relucir todas las ideas que se quieren desarrollar. La historia sigue a Jiro Horikoshi, diseñador de aviones que fue clave a la hora de crear las flotas japonesas que se utilizarían en los años 40. Entremezclando sus momentos biográficos y sazonándolos con bellísimas secuencias oníricas en las que Miyazaki se descubre -una vez más- como un genio a la hora de integrar la fantasía bajo una textura realista-, son no obstante los momentos íntimos donde la película alza el vuelo, tan alto como puede, desaparecido entre las nubes para quedarse anclado en el firmamento.

Miyazaki siempre ha sido un humanista, y aquí pese a abordar un tema más escabroso que antaño (al ceñirse a cierto periodo histórico no le es posible evadirse de cuestiones concretas) consigue plantear preguntas sin dar respuesta. No hay un posicionamiento a nivel ideológico, lo cual no puede ser tachado de cobarde sino de valiente: deja, como habitualmente en su cine, que sea el espectador el que rellene los huecos. Todo esto se eleva aún más cuando se introducen los momentos íntimos. Ashitaka atravesando un claro (La Princesa Mononoke), Pazu y Sheeta compartiendo un trozo de pan en compañía del fuego de una hoguera (El castillo en el cielo), Nausicaä adentrándose en el bosque contaminado (Nausicaä de Valle del Viento)... aquí, tenemos un beso casi inocente en lo alto de una montaña, cuando el viento apremia. La partitura de Joe Hisaishi sirve a Miyazaki para desarrollar un melodrama sentido y efectivo, logrando un equilibrio que puede recordar sin problema a los logros mayores de Douglas Sirk. La música, con un leit motiv muy concreto, empapa la imagen y la traspasa para colarse en los ojos del espectador.

No es "The Wind Rises" una película perfecta y no supone el mayor logro de Hayao Miyazaki hasta la fecha. Pero nunca se le han pedido a John Ford que todas sus películas sean "The Man Who Shot Liberty Valance", ni a Billy Wilder u Orson Welles que repitieran una y otra ves "Sunset Blvd." o "Citizen Kane". Queda pues como una magnífica carta de despedida, emocionante, sentida, una continuación temática a "Porco Rosso" que prescinde en parte de su aliento fordiano para abrazar el de un melodrama de época. "La princesa Mononoke" y "El viaje de Chihiro" siguen resultando inalcanzables pero quién sabe, con el tiempo -el mejor juez que existe- lo alto que puede alzarse este diseño de Jiro (alter ego del propio Miyazaki) hacia el cielo. En resumen: si no es una Obra Maestra, es porque pocas películas lo son. Se "limita" a ser excelente, que no es poco. O en una sola palabra: maravillosa.
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
24 de septiembre de 2011
155 de 196 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Intouchables" ha sido la película elegida para clausurar la sección oficial de la edición 2011 del Festival de Cine de San Sebastián y los seleccionadores han hecho pleno: ha sido junto a la fantástica "The Artist" la película más aplaudida por la prensa en su primer pase y es que tiene un algo que se hace irresistible. Aún entendiéndose como una obra sencilla, modesta, que no busca nada más que hacer pasar el rato, el film desprende cierta magia y energía a la hora de retratar a sus personajes principales y realmente existe una gran química entre François Cluzet y Omar Sy, que interpretan a un hombre tetrapléjico de vida acomodada y un inmigrante recién salido de la carcel, respectivamente. La escena inicial es una persecución a toda velocidad en la que se nos presenta perfectamente la actitud de cada uno y pasados unos minutos viajamos al pasado: descubrimos cómo se conocieron y cómo se fue forjando esa amistad a pesar de que provengan de mundos muy diferentes.

El tono, como comentaba, es amable. No hay ápice de manipulación emocional y ese es uno de sus mayores méritos, y tampoco trata el tema de la discapacidad desde un punto de vista dramático sino siempre cómico, con ironía, lucidez y chispa. Sy crea un gran personaje y Cluzet suaviza el tono con su serenidad. El resultado es una película que tiene instantes aislados de gran comedia y que evita caer en lo fácil en casi todo momento, funcionando lo suficiente como para no resultar tediosa durante sus casi dos horas de duración. Poco puede decirse a favor o en contra de algo tan sencillo más allá de que el retrato de la amistad es creíble, así que si queréis una cinta amable con la que pasar el rato y que no os trate como estúpidos, es una buena opción. ¿Una escena? La parte de la ópera.
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
WALL·E
Estados Unidos2008
7.9
130,362
Animación, Fred Willard
9
12 de agosto de 2008
131 de 149 usuarios han encontrado esta crítica útil
He esperado varios días para hacer mi crítica de Wall-E, una decisión un poco suicida por que ahora mismo ya cuenta con más de un centenar de ellas y la mía seguramente se hundirá en la miseria. Da igual, necesitaba liberar mis pensamientos sobre la nueva joya de Pixar, otra Obra Mayor, que si bien no llega a ser tan redonda como Ratatouille, alcanza un nivel que pocas compañías pueden alcanzar. Desde ya, Wall-E deja de ser una simple película de animación para trascender al propio cine, es arte digital, animado, al igual que muchas otras producciones que son ninguneadas por la forma en la que están realizadas.

Wall-E es, desde el minuto uno hasta el último, un poema al cine, una (cómo no) virguería visual que llega al fondo del espectador, al interior, y se queda grabado a fuego como pocas películas son capaces de lograr. Se ha hablado mucho entre la división de la película en "otras dos": la parte muda, casi 40 minutos de CINE puro y duro, que bebe de fuentes como Keaton y sobretodo Chaplin (Luces en la ciudad por ejemplo), y una segunda donde se habla y pasan cosas un poco más diferentes, hay más humor y de paso se critica a la sociedad humana como pocas veces se ha hecho. Sí, el tema se había tratado, pero nunca, nunca jamás, de forma tan mordaz e hiriente sin, en realidad, hacerlo de forma amarillista ni nada similar.

La deshumanización, el constante uso de las máquinas, el mundo idílico que se crearía tras destruir la tierra, y ante todo, una historia de amor como telón de fondo entre Wall-E y EVE, dos robots que pasarán a la historia como unos de los mejores personajes animados que jamás se han creado. Escenas para el recuerdo podría citar muchas, pero prefiero que las descubráis por vosotros mismos. Wall-E es una película de animación, sí, pero una de esas que dignifican el género y demuestran que no sólo está a la altura de las películas con mejores interpretaciones, sino que se coloca a un nivel que sólo algunas compañías sueñan (lo siento, Dreamworks, nunca harás algo así), a un nivel inalcanzable en el que la técnica y el guión, la capacidad de narración y la capacidad de divertir, no chocan entre sí sino que se compenetran. Y no de forma sencilla, sino formando un todo sólido, complejo, memorable. Un todo inolvidable que hace que Wall-E sea mucho más que un film reivindicable, sino, desde ya, una de las cumbres de la ciencia-ficción, de la animación, de las películas románticas y de paso una colleja bien grande hacia la dirección a la que vamos.

Para qué negarlo: Pixar ha vuelto a lograrlo. Ya llevan dos filmes brillantes seguidos, e intuyo que "UP!", la que llegará el año que viene, un homenaje a Hayao Miyazaki, estará al nivel. El tiempo lo dirá. De momento, a disfrutar del presente: id a ver Wall-E, una, dos o tres veces. Sólo id, disfrutad, y al acabar la proyección dejad la hipocresía a un lado y admitid que la animación es algo más que cosa de niños. Aunque me gustaría creer que esos prejuicios ya están superados.
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
19 de septiembre de 2014
138 de 167 usuarios han encontrado esta crítica útil
Xavier Dolan se ha hecho mayor. Ya no es aquel realizador inseguro que se dejaba intuir en "Yo maté a mi madre" o "Los amantes imaginarios", y si con su fantástica "Laurence Anyways" ya se confirmó como un tío con talento, algo que continuó en "Tom à la ferme", con "Mommy" se corona filmando su mejor película hasta la fecha. O al menos, eso es lo que me veo obligado a teclear tras verla por primera vez, pues es un film que a buen seguro requerirá de futuros visionados para sacarle todo el jugo que contiene. Filmada en 4:3, un recurso estético que puede parecer caprichoso pero que adquiere sentido a medida que progresa la película, Dolan construye la relación entre un hijo prolemático, su madre (la "mommy" del título) y la vecina de ambos, una maestra en pleno año sabático con problemas para comunicarse oralmente. El trabajo con el texto es extraordinario, eso por descontado, no vemos a personajes; sí a personas. Dolan desnuda a sus criaturas frente a nosotros con un estilo, ya sí, propio y reconocible. Por fin Dolan tiene un universo, no una amalgama de préstamos que era lo que se intuía en sus dos primeras obras.

"Laurence Anyways" fue capital por llevar hasta el extremo esos elementos 'prestados' de cineastas como Fassbinder, Kar-Wai, Godard, Truffaut, Haynes o incluso Almodóvar y hacerlos propios. Con "Mommy" la cosa ya es propia: ralentis, un dominio absoluto del uso de la música como columna vertebral de su obra, incorporando algunos temas musicales que por conocidos no pierden entidad; todo lo contrario, adquieren un nuevo significado, como ocurría -por citar otro trabajo excepcional y suicida- en "Spring Breakers" con su "Everytime". Aquí la cosa funciona en la misma medida: la música sirve como acto de liberación, lo que en conjunción con la imagen forma un equilibrio ridículamente perfecto. Dolan ya sabe a lo que juega, y es honesto al no ponerse frente a la cámara y limitarse a mover a sus actores desde detrás de ésta. Antoine Oliver Pinon es la mayor sorpresa como este adolescente problemático con incapacidad para gestionar su ira, es capaz de transmitir sin hablar, generar estados de ánimo en cada momento. Tiene futuro.

Pero la mejor parte cae por parte de los nombres femeninos. Suzanne Clément era lo mejor de Laurence Anyways, donde hacía un trabajo maravilloso en numerosos registros; aquí vuelve a repetirlo aunque puede lucirse menos, y es que la carga de la película recae sobre los hombros de una inconmensurable Anne Dorval. Su 'madre' está llena de claroscuros, es divertida cuando debe, aterradora cuando así lo requiere el papel, encuentra el equilibrio entre hacer reir y llorar. El papel ayuda porque está escrito de forma magistral; cualquier actriz mataría por poder sacar adelante algo así. No me extraña, visto lo visto, que Jessica Chastain haya fichado ya para rodar con Dolan en su próxima película. Pero bueno, eso es otra historia. El caso es que "Mommy" por fin confirma a Dolan como un autor a seguir de forma decisiva de aquí en adelante.

Si tan sólo es capaz de rodar una o dos películas más en toda su carrera con la intensidad emocional, rigor en la construcción de personajes y realización ajustada a las necesidades, podríamos hablar de un artista enorme, y quizá el cineasta canadiense más interesante de lo que va de siglo XXI. No me olvido de Denis Villeneuve pero es que su cine, aún siendo personal y de calidad, transita por un camino totalmente opuesto al de Dolan, que se refleja en cada una de sus obras con una desnudez que asusta. ¿Miedo al ridículo? En absoluto. Pero es que no debería porque sus habilidades van más allá de lo que se puede anticipar a simple vista. En "Mommy", sólo por el uso de la banda sonora, se confirma que tiene un talento nato para crear musicalidad no sólo a nivel sonoro sino de pura imagen; que puede manejar el ritmo como si llevase toda la vida haciendo esto. No sé lo que nos depara el futuro con respecto a Dolan, pero sólo sé una cosa: yo estaré ahí para comprobarlo. "Mommy" es una película para volver a ver, reflexionar, emocionarse y dejarse llevar. Espectacular.
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
13 de agosto de 2013
166 de 224 usuarios han encontrado esta crítica útil
Guillermo del Toro ha vuelto con una producción que podría ser demonizada de muchas formas, pero que consigue sobrevivir a sus promesas gracias a una honestidad fuera de lo común. Acostumbrados a mastodónticas superproducciones 'con mensaje', que fuerzan demasiado la máquina y terminan por ser inanes, es digno de elogio encontrar un filme que sabe lo que es y no trata de jugar en ligas superiores, que -evidentemente- ha costado un puñado de millones de dólares -y luce cada uno de ellos-, limitándose a ser un divertimento que consigue atrapar al espectador en un torbellino de puro éxtasis. No estamos ante una gran película en términos absolutos pero sí ante una de las experiencias palomiteras más redondas en mucho tiempo: el guión, sencillísimo, se limita a ser exclusivamente un esbozo de varios personajes que interactúan entre sí. Unos personajes que en cualquier otra película no servirían para nada, pero que ahí funcionan con precisión porque son sólo vasos comunicantes de los numerosos números de acción que ha preparado Del Toro. Y con todo, se permite el lujo de dejar alguna idea y crear una mitología que daría para mucho más.

Dicho lo cual, y evitando hacer una crítica convencional, voy a detenerme en algunos puntos que me han parecido dignos de reseñar. Adelanto no obstante, fans de Transformers, que aquí hay mucho más donde rascar que en la franquicia perpetrada por Michael Bay.

I. Flashbacks

Pacific Rim parte de una idea de conectar la mente de dos personas para pilotar a los llamados jaeger, robots de combate creados para combatir a los kaijus, monstruos surgidos del océano y cuya ambición es acabar con la humanidad. La importancia de todo este concepto pasa por la forma en que se representa el lado emocional desde un punto de vista casi íntimo, pese a la enorme escala. Aunque sólo vemos dos flashbacks (y uno parcial, pues hemos vivido ese recuerdo con anterioridad), el que tiene lugar con una pequeña niña como protagonista es sumamente espectacular, y clave para entender la evolución de unos personajes que, insisto, están esbozados con muy pocos trazos, pero éstos son suficientes como para crear cierta empatía. La forma en que Del Toro ahonda en esta psique es poderosa, aunque -conscientemente- no lo explota tanto como para poder hacer de su película una especie de disertación intelectual sobre las consecuencias de estos actos más allá de lo puramente funcional.

II. Sacrificio/Autoría
Del Toro sacrifica cualquier lectura intelectual más allá de la crítica (evidente) hacia la mano del hombre y la forma en que ha convertido el planeta en un vertedero, haciéndolo habitable para los temibles kaijus. No obstante, este acto, este sacrificio, permite a la película volar más alto que si tratase de ser un ejercicio más rico en ideas y conceptos desde un punto de vista más denso, lo que habría condenado la película a quedarse a medio gas. El objetivo del director es crear una mitología, o apropiarse de ella y darle un giro de 180 grados, para asentar las bases de una nueva franquicia de ficción que pueda ser explotada o referenciada en el futuro. Algo que el realizador ha hecho en prácticamente toda su obra, recurriendo a textos, iconos o imágenes ya creadas para darles un enfoque personal. Así, Paficic Rim es una película que se siente puramente suya, con sus tics tradicionales (alivios cómicos, cameos y personajes muy concretos) y una forma de comprender lo fantástico acercándolo a la realidad, como ese mercado de órganos o los edificios formados por esqueletos de kaijus fallecidos.

III. Dedicatoria
Lo que se consigue, con lo anterior, es que Pacific Rim sea una película de autor levantada gracias al dinero de los grandes estudios. No cine independiente (no confundamos términos), pero sí de autor: se puede ver a Del Toro en las imágenes, incluso aunque aquí, a diferencia de en gran parte de su producción anterior, se abuse de lo digital en lugar de recurrir al maquillaje y otros trucos visuales. Cosa poco criticable por otra parte porque la película es, técnicamente, magistral: la escala de los robots/kaijus es impresionante, así como la integración de éstos en un mundo totalmente realista, evolucionando lo conseguido -en lo que respecta a efectos visuales- en cintas como "Transformers" o "Monstruoso".

No deja de ser curioso, con todo esto, que Del Toro decida homenajear en los créditos a dos maestros como Ray Harryhausen e Ishiro Honda, ambos destacados artesanos que dedicaron parte de su vida a los efectos visuales y a la creación de monstruos para el cine fantástico. El primero, conocido por su dominio del stop motion, y el segundo, autor de "Godzilla" y de docenas de películas posteriores con un concepto parecido. Del Toro rinde homenaje así a los artesanos, aunque su película sea -por necesidad, estamos en 2013- digital. La dedicatoria es sentida y se agradece. Además, no parece forzada, ni está empapada en la hipocresía de aquel James Cameron que reivindicaba la naturaleza y demonizaba la mano del hombre en "Avatar"... cuando toda su película estaba construida con las herramientas de los villanos de la historia.

IV. Final
Pacific Rim es una gran película de entretenimiento, que como se ha apuntado en otras críticas, nos devuelve a la niñez sin trampa ni cartón. Son robots pegándose con monstruos, con personajes sencillos que funcionan como clichés a los que adherirse para poder seguir la acción. Pero no engaña a nadie: esto es así. Mi recomendación es que la veáis, eso sí, en el cine. Este es el tipo de película que se beneficia de la pantalla grande y el sonido envolvente, el típico espectáculo masivo que hay que disfrutar tal cual fue concebido. Quizá, el mejor blockbuster del año, o al menos el que más consciente es de su propia naturaleza. Merece la pena.
Caith_Sith
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 9 10 11 20 338 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow