A pesar de no ser famosa, esta película pudo contar entre sus filas con actores como Cameron Díaz y Keanu Reeves en unas interpretaciones no geniales pero si aceptables, con unos diálogos muy normales, pero con una trama realmente extraña que no sabes donde acabará. Es entretenida, graciosa, divertida, triste.

Te lo pasas bien con una película poco ambiciosa, pero que cumple con su cometido.

Decir que vi esta película de rebote en el Festival de Málaga y la verdad es que aunque comenzó gustándome, el hecho de que la historia no tenga una dirección clara me hizo en los últimos minutos de la película desear que acabara porque no le veía bien el sentido.

La película retrata el dolor de una familia en la que todos los miembros sufren, pero la verdad es que en muchas ocasiones sufren de una forma muy forzada y sufren sin saber si lo que te cuentan sirve de algo a la historia. Quiero decir, el pudor si que es tangible en la cinta, pero a mi no me vale, que sea un tema y que con esa excusa no haya una historia convincente. Y eso que las interpretaciones son fantásticas, y que sus dos interpretes ganaron los premios de mejor actor y actriz en el pasado Festival de Málaga (Nancho Novo por "Tuya siempre", pero también se lo podría haber llevado por esta cinta), pero el final inconcreto y tan abierto te deja como si no hubieras visto nada que valiese la pena.

No la recomendaría excesivamente, la verdad.

Ante todo, lo que tiene esta película es un fantástico guión que asombra a propios y extraños. Es una película arriesgada donde no hay un hilo argumental, y que sobrevive gracias a los cachitos de historias muy diferentes de la que esta compuesta esta cinta. Hay historias mejores, historias peores, pero seguro que te consiguen sacar una carcajada en algún momento de la cinta.

Nancho Novo superior, como no, haciendo un papel fantástico. También destacar la graciosa escena donde aparece Mikel Erentxun o la de chica oriental y la del taxista gallego. Incluso aunque cuando baja de ritmo y parece que más va flojeando te sorprende con una historia entre una argentina y un alemán realmente cautivadora.

La verdad es que tenía muchas ganas de ver esta película desde hace mucho tiempo y por fin he conseguido visionarla. Me esperaba quizás un poco más de lo que al final me he encontrado, pero aún así he disfrutado durante hora y media de un humor muy negro, con unos fantásticos actores en los que destaca sin ninguna duda una Candela Peña que como siempre borda el papel.

Una chorrada cinematográfica muy consistente, un disparate caoticamente bien realizado. Cuando crees que la película va a estallar de tanta inverosimilitud, te sorprende con un final bien reglado.

A decir verdad, vi la película solo porque una de las dos protagonistas estaba nominada al Oscar. Meryl Streep que conseguía su candidatura número catorce con el papel de una Directora de una revista de moda que le hace la vida imposible a una periodista becaria. La película sigue los típicos cánones de una película de Hollywood, dejando de lado toda la crueldad y todo el humor negro que el libro destila, dotándole además a la cinta de un final demasiado dulce y demasiado previsible.

No es una película que recomendaría ver nunca, pero tengo que decir que la Señora Streep vuelve a bordar un papel donde se nota que disfruta con el personaje.