Primer no es una película rara. Simplemente es una película en la que el director ha decidido contar solamente dos terceras partes del argumento, en lugar de contarlo por entero. Por tanto, no es que no se entienda, es que el espectador al terminar la película se queda con una serie de dudas que puede "rellenar" y responderse de la manera que crea. Ciertamente encontré una explicación por internet que me pareció muy acertada, pero como el director opta por dejar huecos en lo que nos cuenta, tampoco veo nada malo en que cada espectador se termine de imaginar lo que ha ocurrido de manera distinta. Por lo demás, el film tiene un mérito indudable pues con un ínfimo presupuesto nos sumerge en una fantasía que por la forma cercana de contarla hasta se acerca (como ya he leído en otra crítica) por momentos a lo que parece un documental. O sea, te llega a hacer muy creíble la ficción en que se basa. Es interesante. Aunque creo que la película no sólo no hubiera perdido nada sino que hubiera ganado bastante ampliando el metraje para rodar la historia completa, es respetable la decisión del director y desde luego consigue dejarte pensando en la película un buen rato.

Ocho apellidos vascos es un producto de los que se tienen que hacer en una industria cinematográfica que se precie y que quiera ser capaz de ofrecer al público un poco de todo y por su puesto eso, comedias desenfadadas para pasar un ratillo con una sonrisa. La película está muy bien interpretada con salero y solvencia por sus cuatro protagonistas. El guión se basa en todos los arquetipos y tópicos de los pueblos andaluz y vasco, pero los chistecillos y situaciones (además de tener su gracia) salen adelante por la chispa con que los cuatro actores los desarrollan. Lo más interesante de la película, que no pasa mucho de ahí (comedia entretenida), es el fenómeno de taquilla en que se ha convertido. Yo me planteo si no será que el mensaje de unidad y superación de diferencias que contiene ha conectado con un pueblo que (bombardeado diariamente por mensajes de división) está ávido de otros mensajes más positivos. También es interesante la forma en que se hacen chistes sobre temas identitarios (tanto vascos como andaluces) sobre los que parecía que era delicado entrar hace unos años. En definitiva, como película no pasa de un cinco o un seis, pero es una comedia sencilla y sin pretensiones y el que así la aborde pasará un buen rato sonriendo y a veces riendo con los topicazos andaluz y vasco.

Llegué a Solaris con una alta dosis de curiosidad y no poco temor. Como la mayoría no estamos acostumbrados al cine ruso (y menos de ciencia ficción) temía que pudiera ser excesivamente espesa, rara o lenta. Sin embargo, esos temores se fueron disipando a medida que iban pasando los en torno a 160 minutos de metraje. Solaris no ofrece los espectaculares efectos especiales que el cine americano aporta a la ciencia ficción desde "2001 Una Odisea en el espacio", pero no los echas de menos. La recreación de una supuesta base espacial en un planeta lejano es lo suficientemente correcta para resultar creíble. Y eso hace que te centres en el argumento y en los diálogos. Los diálogos de Solaris son la parte esencial de la película, plantean muchas preguntas y reflexiones y resultan bastante acertados pues están bien metidosen el guión y no resultan ni artificiosos ni pretenciosos. La película gustará y bastante a cualquiera que haya leído algo o le guste la ciencia ficción con mayúsculas (por así decirlo y sin que yo tenga nada contra pelis más livianas). Los actores están muy bien y aunque ciertamente el ritmo de la película es lento, a mi me parece que no había otra forma de contar esa historia. Un ritmo más rápido le hubiera quitado misterio, interés y profundidad.