La peor película que he visto. Peor incluso que Historias del kronen.
Lo que pretende ser una película "distinta" se queda en la misma dosis de aburrimiento y asco de otras muchas veces.
Al menos los diálogos no son malos: no hay.
¡Pobre festival de Huelva! ¡Y me pusieron una multa porque llegaba tarde a verla!

Garci me dijo una vez que sabía que no haría una obra maestra. Woody Allen también lo ha dicho alguna vez. Se equivocaban ambos.
Los diálogos de esta película tienen más calidad literaria que la mayoría de "besselers" que hay en los escaparetes de nuestras librerías.
Las interpretaciones, la música, la fotografía, los paisajes, son un regalo.
Una película inteligente y sensible. Obra maestra.

La peor de los Marx. Chistes sin gracia. Personajes que nadie se cree. La parodia de Casablanca no les salió bien. Una pena.

No hay que ser demasiado listo para darse cuenta de que esta americanada fascistoide es un producto indigesto, un fast food para adolescentes "sensibles" y para intelectuales de medio pelo que no distinguen una buena película aunque su madre se la ponga en las rodillas.
"¡Hay que ver, el tío, cómo salvó al amigo!" "¡Era listo, eh!". Estas son algunas de las críticas de los incondicionales de este TOSTÓN INTERMINABLE.
Me derrito. De risa, claro.
Película ingenua, no inocente. Película blanda, no tierna.
Mejor cortarle las uñas de los pies al vecino que ponerse delante de la tele para ver a Forrest Hanks haciendo "un papelón, el tío, ¿eh?".

¿Quedará en el olvido?
¿El olvido de quién?
¿En el mismo olvido que L´Atalante?
Herir más profundamente que Deseando amar es difícil. Pero esta película hurga en la misma herida. La literatura y el cine se vuelven a encontrar, pero ahora en territorio cinematográfico. Se tocan.