Conozco la película desde que era pequeña. La primera parte es impresionante, cine puro y duro: sólo por ella merece la pena ver "Sleepers". De hecho, tengo una anécdota relacionada, que contaré en spoiler...

Sin embargo, la segunda parte, la del juicio... Madre mía. Mira que intenté visionarla completa en varias ocasiones, ya que una película tan mítica, que marcó mi infancia, tenía que poder verla entera, ¿no? Pero jamás fui capaz. O me quedaba dormida, o me distraía con demasiada ligereza, o yo qué sé... Pero no era capaz.

Sólo hoy, viéndola por BeMad, pude ver conscientemente algo de esa segunda parte, hasta que conseguí acabármela.

Supuestamente el final de algunos de los personajes (que encima acompañan con imágenes gráficas a más no poder, vaya intento de manipulación emocional más burdo, por favor) tenía que emocionarme y hacerme sentir que la vida es una mierda y que por qué existe tanta mierda en el mundo, pero no sentí nada.

Lo dicho, a la cinta le cortaría gran parte. Sólo salvaría la primera parte, la de la infancia en la calle y en el correccional. Bueno, también salvaría la parte en la que SPOILER AGAIN. Y es que Kevin Bacon me encanta como actor. Qué pena que ya no actúe.

Ahora que he sacado el tema de los actores que actúan bien, ¿a quién más salvaría? Pues, a ver... Obviamente a los chavales, sobre todo Brad Renfro. Y, uhm... ¿Robert de Niro? Nah, no me creo su papel, la verdad... ¿Jason Patric? Mira, es el peor actor de la historia de la Humanidad, ¿de acuerdo? Ok, pues a ver, ¿y Brad Pitt? Bueno, ése es guapísimo, no como el Patric, pero sigue siendo uno de los peores actores de la historia de la Humanidad, así que no. Puffffffffffffffffff... ¿Rain Man, pues? Psé, es que sigue haciendo de Rain Man, qué quieres que te diga. Por favor, déjame, me estoy aburriendo casi tanto como si me estuvieras haciendo el juicio de esa segunda parte que tanto sobra de "Sleepers". Kevin Bacon, los chavales, y ya está, joder. Los de la primera parte, ¿vale?

Bueno... qué raro ese filme, ¿no? Con lo que engancha al principio... No sé, tiene que haber alguna explicación para tamaño despropósito. Yo qué sé.

Como suele ser habitual en mí, llegué tarde a la película y empecé a verla cuando ya llevaba una hora empezada. Esto lo menciono porque leí críticas diciendo que la película en su primera hora es aburridísima, tipo telefilm y no sé qué más, algo que me hace gracia porque, después de terminar la película, fui a buscarla en la web de RTVE para poder ver el principio que me había perdido, y resulta que, conociendo el final, toda esas escenas que me había perdido, escenas familiares, idílicas, por no decir bucólicas, etc... me parecieron cargadas de nostalgia y con un significado muy triste. (*) Si la película hubiera empezado contando la historia al revés, quizás no habríamos tenido tanto suspense, pero sí habríamos conseguido entender mejor al chaval y el por qué de su decisión final.

Recientemente vi el documental de Mary Kay Letourneau, "Memorias de un escándalo", donde una amiga suya comentaba que el abuso sexual que sufrió Mary Kay y que nunca comentó ni mucho menos trató con terapia seguramente habría influido en su forma de ver la relación que tuvo con Vili Fualaau. Es decir, que un abuso sexual posiblemente no afecte a tu carácter ni a tu personalidad (cuántas personas felices vemos por ahí que en realidad son víctimas de abuso sexual infantil, por ejemplo) pero sí a la psique, ésa soterrada en lo más profundo del cerebro (siendo los primeros recuerdos que se forman, es natural que así sea) y que domina y controla nuestros pensamientos y comportamientos de manera inconsciente y, a la vez, poderosísima. Seguramente ése sea el caso de la protagonista del filme que nos ocupa.

Las actuaciones son increíblemente soberbias. Me encantó sobre todo la escena del cara a cara entre el marido y la mujer después del viaje a la cabaña. Se ven a ambos de perfil, en penumbras... Con cada frase que pronuncian,
aparece el perfil del interlocutor en tinieblas, con primeros planos fijos y ricos en detalles para que no nos perdamos ni un gesto y nos sumerjamos en la ambientación, muy tenebrosa y llena de suspense, expectantes por conocer cómo será la reacción de la mujer (¿saldrá cara o cruz?) que será determinante en los acontecimientos que devenirán a partir de ese instante.

Y también sentí el gran poder de atracción que surgió entre ambos. La directora se detenía en detalles, en gestos, creaba una atmósfera idílica... En definitiva, que conseguía hacerme sumergir completamente en la situación, pudiendo empatizar tanto con el uno como con la otra.

Lo cierto es que no sé si la volvería a ver. Me había metido tanto en la película gracias a esas portentosas actuaciones y la ambientación, que me quedé con un mal cuerpo que me siento como si hubiese acabado de ver "gore" real... Esa película sirve para remover conciencias, para enseñar las consecuencias del abuso sexual infantil (educa mejor una película de muy buena calidad que unos vídeos educativos de bajo presupuesto)... Pero es demasiado cruda para considerarla una película que uno vería una y otra vez sólo por placer estético. Habría que ser masoquista, vamos. Es una pena porque realmente es muy buena, la calidad que derrocha es de sobresaliente.

¿Y eso por qué? Pues porque, como ya han comentado en otra crítica, es una película tan dura que se te quitan las ganas de volver a verla.

Pongo el resto de la crítica en spoiler porque, aunque no cuente nada del argumento, se ve que decir "final" ya es un spoiler en sí, yo qué sé.

Impresiona ver el contraste entre los entusiastas discursos de expertos en inteligencia artificial acerca de su supuestamente imparable evolución con los retazos de realidad que nos muestra el documental consistentes en humanos interaccionando con robots equipados con dicha inteligencia artificial. Y es que cuando ves a la pobre anciana intentando entenderse con el robot-niño o al triste hombre campechano escuchando a su novia robot citar la Wikipedia cada dos por tres sin venir a cuento, sientes tanta frustración e impotencia que te parece imposible que eso se pueda llamar siquiera inteligencia. Y, desde luego, te resulta imposible imaginar el futuro que los expertos tan agoreramente predicen, con la risa que dan los robots actuales, que más parecen animatronics de feria que otra cosa.
Si el universo es un misterio, también lo es la conciencia. Y el documental demuestra lo lejos que estamos todavía de comprender qué es y cómo funciona. En fin, seguiremos dependiendo de otros humanos para poder relacionarnos y sentirnos plenos. Así que, ya sabéis, a ponernos las pilas y a trabajar por erradicar la epidemia de soledad en la sociedad actual.

No tengo mucho que decir de esa serie. ¿Merece la pena? Sí. ¿Por qué? Porque ya era hora de disfrutar al fin después de tanto tiempo del humor noventero característico de los Martin Eses (quicir, Steve y Short). Se echa de menos en una época en que parece que el humor ha de ser inteligente, afilado, político, cerebral, etc... Ay, por favor, lo que daba yo por una mueca bien hecha sin más.

Lo malo es que el resto de la serie desentona con ese humor. Una escena paradigmática de ello podría ser la de la madre de Mabel quejándose ante los Martin sobre el podcast. La madre interpreta como si estuviese en una película dramática de sobremesa, sin atisbo de humor alguno (eché de menos alguna frase torpe por parte de los Martin que provocara alguna reacción furibunda -a la par que graciosa, por supuesto- en ella o algo por el estilo). Así que los Martin han de mantenerse en su papel cómico, pero se les nota totalmente fuera de lugar. Ya cuando sale la madre de escena, Short suelta por fin aquel atisbo de humor tan necesario, acompañado de su consabida mueca cómica: "Nos ha gritado. Una madre...". Pero es demasiado tarde.

Y cuando digo "resto de la serie" me refiero, por desgracia, también al personaje de Selena Gómez, Mabel. Raro será el que se acerque a la serie sin haber oído hablar de la actriz, pues es famosísima. Y así fue en mi caso. La verdad es que nunca me cayó en gracia, siempre me pareció la típica actriz paradita y bastante sosa muy típica de su generación, pero me gustó bastante en su serie de programas de cocina desde casa, "Selena + Chef", pues pude ver su lado cómico que me pareció muy agradable y cercano, así que con la serie "Sólo asesinatos en el edificio" supuse que ella, por fin, se soltaría y daría rienda suelta a ese lado cómico que se guarda tanto para sí y nos deleitaría con una soberbia interpretación, si no a la altura de los Martin Eses, al menos sí rivalizando con ellos.

Pero para nada ha ocurrido así. Es que... es tan, pero tan inexpresiva que a duras penas consigues percibir si su boca se mueve o algo (me fijo mucho en la boca porque soy sorda y leo los labios, y, por cierto, sí es verdad que se pierde un treinta por ciento de la información -como mínimo- en una lectura labial). Más que una actriz, parece que hayan colocado una imagen de cartón de ella a tamaño natural para ahorrar en presupuesto. Cero química entre los Martin y ella. De hecho, en uno de los episodios, Martin Short dice que Mabel es "rara, pero de esa manera en que tus personas favoritas son raras, ¿sabes?". Pues no, no lo sé, porque Mabel es el personaje más normal y aburrido de la serie y, desde luego, para nada una persona siquiera candidata a favorita.

¿Por qué, Selena? Demostraste en "Selena + Chef" que eras capaz de hacer reír, ¿por qué no consigues abrirte del todo y sacar el máximo de ti cuando tienes que actuar? Te quieren porque eres guapa, porque es difícil encontrar a una mujer que conserve un aspecto tan aniñado siendo adulta, lo sé. Pero en algún momento dejarás de tener ese aspecto. ¿Y qué van a recordar de ti cuando ese momento llegue? ¿Esas interpretaciones sosas y planas? Selena, deja de preocuparte por el qué dirán y, por amor de Dios, suéltate de una p*** vez, te lo pido por favor. Pide ayuda al personaje de Martin Short si hace falta, o lo que quieras, pero haz ALGO. Tienes potencial, deja de esconderlo, f***.

En fin, de todos los personajes de la serie, aparte de los Martin Eses, sólo salvo a los graciosos secundarios tales como el griego Dimas, el inspector de policía rubio y algo (bueno, mucho) bocazas, la inspectora honrada harta de todo, la mordaz periodista que interpreta Tina Fey, y creo que voy a mencionar también a la casera Bunny, que en el capítulo dedicado a ella me resultó muy entrañable.

El resto, o demasiados serios o demasiado irrelevantes. El chico sordo, demasiado serio. El personaje de la horrible Cara, irrelevante. Tim Counou, Óscar, la madre... irrelevantes a la par que demasiado serios. ¿Qué más? Uf, me da pereza intentar acordarme, si es que la serie sólo me gustó por los Martin Eses realmente.

La historia.... Uhm, bien desarrollada, sí. Me ha gustado cómo no se dejan ningún detalle suelto, sino que cualquier tontería que presentan en la serie acaba teniendo su importancia luego, lo cual te obliga a estar siempre atento. Bien pensado por parte de los guionistas, buen trabajo. Lo único, que no soy especialmente aficionada al misterio, así que sinceramente me aburrí un poco. Menos mal que algunos personajes, como ya dije, tienen carisma y hacen que valga la pena verla. Pero, Selena, por favor, VETE. VETE. VETE. DIOS.

Recapitulando... ¿Volvería a verla? Hmm, no. ¿Veria la tercera temporada? Por qué no. Los Martin Eses bien lo merecen.