Si quieres ver a un sheriff mezcla entre Demi Ruso y Jordi Wild, una taberna donde ponen tapas con la cerveza, sangre digitalizada, un montonazo de malas actuaciones y la historia de un Ruso en el oeste; entonces esta película está hecha para ti.

Este tipo de cine a mí me cunde bastante. Esta vez me ha dado tiempo de pelarme cuatro granadas y hacer ejercicio físico durante unos cincuenta minutos. No veo otra manera de ver este tipo de películas tan malas. Lo único bueno que se le puede rascar es que dure una hora y veinte. De las veintisiete personas que la han visto supongo que veintiséis serán los actores de doblaje, si no no me explico tantas visualizaciones.

Lo más interesante se puede ver justo antes de los créditos donde resumen la historia completa de Ivan, el protagonista, en unos 3 minutos. Por lo visto este señor fue un ruso pistolero bastante aguerrido.

Es una serie de humor romanticona más, bastante simplona con personajes tirando a pringaos y en líneas generales amable. Una serie muy ligera con ocho capítulos de no más de media hora, que se queda abierta para una segunda temporada.

La empecé a ver porque Antonia Thomas fue mi mito erótico en mi adolescencia cuando interpretaba a Alisha en Misfist y porque yo también soy insomne. Respecto a lo segundo el tema insomnio se podría eliminar de la serie y esta se podría desarrollar exactamente igual ya que no tiene casi ninguna influencia ni en la trama ni en el desarrollo de los personajes. En algún capítulo te explican porque tienen insomnio y en otro Lisa esta en una clínica para tratarlo, pero poco más. En vez de por insomnio los personajes podrían estar relacionado por cualquier otra cosa, como por ejemplo los pandas, y funcionaria igual.

Para mí es una comedia válida para pasar un rato entretenido, pero no creo que a nadie le trascienda mucho más allá de eso.

Que casi 60 años después siga siendo un referente del cine de terror no es casualidad. A falta de un maquillaje realista esta película ofrece un buen desarrollo de personajes, un buen contexto, drama en su justa media y un mar de dudas sin resolver, que nos ensañan que no es necesario que todo esté bien atado para poder disfrutar de una historia.

Justo hoy que se anuncia la ampliación de contrato de Simeone por no sé cuántos años se estrena la última película de su doppelganger estadounidense, Ron Perlman.

Quien la vea por Ron Perlman tendrá una buena dosis de este actor, pero quien la quiera ver por Harvey Keitel mejor que se ponga otra película porque el tiempo que sale aquí en pantalla se cuentan con los dedos de una mano. Y por desgracia este es el gran reclamo de esta película, lo demás es todo demasiado mediocre.

Por algún extraño motivo hay dos o tres escenas totalmente prescindibles con un CGI digno de 'la patrulla canina'. También es curioso ver la cantidad de errores de raccord que tiene, los cuales harían sonrojar al mismísimo 'canal random'. Y como última pega hay que decir que su gran reclamo también es uno de sus grandes lastres. Si pretendes hacer una película de acción con Ron Perlman y todos los años que este arrastra es de esperar que la acción va a ser un poco pobre, a excepción de una escena que casualmente se desarrolla en un plano secuencia en el que la mayor parte del tiempo cortan la cabeza a Ron Perlman.

No creo que sea malísima, pero sí es floja y olvidable.

Inicia con un desconcertante mensaje que avisa de que no hagas spoiler lo que genera mucho hype. Después de esto empieza la película y sus 20 primeros minutos son bastante interesantes.

Después la peli da un pequeño giro que sabes que no va a ser el definitivo ya que se ve venir desde lejos y empiezan a surgir los flashbacks que le empiezan a restar dinamismo a la cinta, pero aún se puede ver.

Por último llegamos a la parte más introspectiva de los personajes donde ya se empieza a ver que esto se hunde por llenar la película de escenas larguísimas que no conducen a ningún lado como una chica mirando arena de gato durante dos minutos, un coche conduciendo por Madrid, discotecas subterráneas, primerísimos planos de caras mientras follan,... Ahora vendrá el típico entendido y dirá "no sabes nada. La arena de gato representa la represión de los impulsos sexuales de tal y pascual" ¡Qué no! Esta película en su segunda mitad es aburrida, sin ritmo, sin buenas actuaciones, llena de clichés del cine español y con una historia que contar poco interesante.

Por mucho que avisen, ni los giros son tan sorprendentes como para ver la película ni tan imprevisibles como para anticipar al público de que no los cuenten.