Haz click aquí para copiar la URL
España España · TOLEDO
Críticas de MAFALDA
<< 1 10 11 12 20 31 >>
Críticas 151
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
16 de diciembre de 2012
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una historia con pies (los grandes y peludos de Bilbo) y cabeza (las de los 12 enanos) pero sin gota de sustancia. Al menos no para el tipo de público que abarrotamos las salas de medio mundo y contemplamos impacientes (¡a una por año!), sin pestañear, “La Comunidad del Anillo”, “La dos torres” y “El retorno del rey”, conscientes de que asistíamos a una de las mejores adaptaciones literarias llevadas al cine.

Una recreación perfecta de la fantasía épica que Tolkien tardó 10 años en completar y que los lectores de “El Señor de los Anillos”, escépticos, nunca creímos que fuera posible transformar en película, por su complejidad, por su profundidad y por su riqueza mitológica. La eterna batalla entre el bien y el mal, que puede adoptar miles de formas y rostros; el ansia de poder, la codicia, la camaradería, el amor incondicional, la capacidad de sacrificio. ¡Caímos rendidos ante el buen hacer de Peter Jackson!

Ahora, un cuento que Tolkien escribió para sus propios hijos, sin más ambición que entretenerlos, se nos vende como “un viaje inesperado”, cual “callejeros viajeros”, desde la Tierra Media hasta el reino enano de Erebor, pasando por el bucólico valle de Rivendel y su espigada ciudad fortaleza. Pero si de algo peca este “viaje” es de previsible y repetitivo. Los efectos especiales no solo no ocultan sino que acentúan el carácter infantil y poco elaborado de la historia.

Realizada para la mayor gloria de las 3D, asistimos a una sucesión de objetos lanzados por los aires, precipicios que buscan provocar ataques de vértigo, vuelos de pájaros y personas, más precipicios, continuas caídas, y alguna que otra cancioncilla para animar el cotarro (en ocasiones, os lo juro, no podía dejar de preguntarme donde estaba Blancanieves).

La falta de mensaje, de diálogos, de sentido, se rellena, al igual que hicieron con la precuela de la trilogía de la “Guerra de las Galaxias”, con un sinfín de bichos, bichitos y bichotes que en nada tienen que envidiar a los que aparecen en la citada. Es más, el rey de los trasgos, con su papadón, parece un homenaje a Jabba el Hutt, una especie de gusano que aparece en uno de los capítulos de “Stars Wars”.

Los trolls, que en “The Lord of the Ring” son utilizados como arma de destrucción masiva por su tamaño, fuerza excepcional y poca inteligencia, aquí con la excusa de que están cocinando (¡donde está Alberto Chicote cuando se le necesita!), nos hacen sufrir una serie de chistes escatológicos que, sorprendentemente, arrancan algunas risitas entre el público que ya no sabe como sentarse.

No olvidemos al insufrible Radagast el Pardo, amigo de los animales, mago aspavientoso e irritante que se traslada de acá para allá montado en un trineo de conejos y en el que también se entretiene un buen rato el director para justificar que salgan más bichitos (arañas, erizos, pájaros).

Jackson perseguía dos objetivos con esta precuela:

- Pervertir el espíritu de la saga.
- Exprimir los bolsillos de sus millones de seguidores.

Ambos los ha conseguido.
MAFALDA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1
18 de noviembre de 2012
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando el psicópata asesino en cuestión tiene un encefalograma plano, meterse en su mente obtiene como resultado un aburriiiiimiento que te aturde y predispone a la siesta, sobre todo si asistes a la sesión de las cuatro de la tarde.

Sin negar que Matthew Fox ha hecho un esfuerzo físico evidente para variar su apariencia alejándola de la del beatifico Jack de “Lost”, dicho esfuerzo no se corresponde con su actuación que provoca risa más que miedito. Y es que ir de asesino cruel y pasado, al que le gusta el dooooolor, y que, cuando te roza en el hombro una bala de nada, exclames: “Uisss. Os vais a enterar de quién soy yo” pues claro te induce a pensar que el malo, más que malo, es calentito y bastante simplón.

No obstante aún es peor lo del detective psicólogo (que no sé yo como los del FBI le hacen una oferta laboral viendo como razona el tío): con solo un crimen ya cataloga al asesino, del que no sabe nada, de psicópata, establece su “modus operandi” y concluye que nooooo, no atacará a los policías porque le hayan impedido realizar su misión.

A partir de ahí, el psicólogo detective se convierte en un fuera de la ley que reparte estopa a diestro y siniestro y que usar su mente, lo que se dice usarla, pues la usa poco, es más parece que no tiene ni pizca de seso.

Esta película, un tostón aburrido, llena de gazapos, sin lógica ni coherencia, si siquiera sirve para hacerte reir porque al final te acaba molestando que traten como si fueras estúpido….
¡Si Giddeon (el mejor agente de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI, dedicada a la elaboración de perfiles criminales) levantara la cabeza! Si eres fan, como es mi caso, de la magnífica serie “Mentes Criminales”, este bodrio te resultará insultante.
MAFALDA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
2 de noviembre de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me cito a mi misma reproduciendo parte de la crítica que escribí sobre “Cowboys & Aliens”: “Mujeres hedonistas de todo el mundo, nuestra eterna búsqueda del goce ha terminado. Daniel Craig encarna el placer adulto para disfrutar con los cinco sentidos. Con la vista porque no hay mayor deleite que verlo caminar: ¡que elegancia, que porte, que sensualidad! Con el gusto, porque no dejas de relamerte cada vez que ofrecen un buen plano de su magnífico culo (y ofrecen bastantes). Con el tacto porque no te resulta difícil imaginarte entre esos brazos fuertes y poderosos… ¡ay! Con el oído porque el doblaje que le han puesto, una voz ronca y parco en palabras, te hace suspirar toooooodo el rato. Y con el olfato, porque aunque no percibes su aroma, te hueles que sea el que sea te dará igual porque el conjunto es irrepetible. ¡Como coge el pitillo, como agarra el vaso acodado en la barra del bar! ¡Gracias al responsable de esos primeros planos de su rostro curtido, que parece cincelado en roca, y de esos ojos azules fríos como el acero!”

Si a todo lo anterior le añades reloj marca Omega, gafas y trajes impecables de Tom Ford, el mejor diseñador de ropa masculina que existe y uno de los mejores de ropa femenina (Gucci aún llora su marcha), decir que 007 es irresistible se queda corto.

El título ya habla de la dualidad que caracteriza esta película: a la vez que hace referencia a la escena inicial, donde 007 cae herido desde el espectacular puente Varda, línea ferroviaria Estambul-Bagdad, 98 metros de altura, también tiene un componente emocional que se advierte durante la evaluación de James por uno de los psicólogos del MI6, quien debe valorar si es apto para volver al servicio activo (una de mis escenas favoritas) y cuyo significado se descubre hacia el final de la historia.

El viejo “Q” es reemplazado por una nueva versión pop que proporciona a James tecnología “última generación” y que da pie a una pelea verbal entre ambos, que no tiene desperdicio, a propósito de la fuerza de la juventud y la importancia de la experiencia.

En el 50 aniversario del más celebre espía de todos los tiempos, Sam Mendes nos presenta un sabio ejercicio cinematográfico donde, magistralmente, juega con todos los ingredientes imprescindibles de la saga, en clave de humor (vuelven los diálogos ingeniosos), y con numerosos guiños a los actores que encarnaron a 007 antes que Craig y a las películas que éstos protagonizaron.

Lo que no entiendo es por qué a Daniel, con el físico más potente de todos los actores que han interpretado a 007, le colocan como oponente femenina, tanto para la chica mala como para la peor, a mujeres “bicho palo”, a quienes el poder aparentar que tienen curvas les obliga a contorsiones imposibles de la espalda según el objetivo sea dibujar unas caderas inexistentes o algo de culo.

Roger Moore, Bond durante 12 años, en el libro que ha escrito titulado “Bond on Bond” afirma que Daniel Craig ha sido, hasta la fecha, el mejor agente 007 (en agradecimiento se cita expresamente el título de “For Your Eyes Only” una de las películas que él protagonizo). Craig, sin embargo, aunque reconoció que todos los actores que dieron vida a Bond aportaron algo al personaje, opina que el mejor ha sido Sean Connery. De hecho en esta ocasión el coche, otro de los elementos clave de Bond, es el Aston Martin DB5 en tono plateado que condujo Connery en “Goldfinger” y que San Mendes vuelve a utilizar para, en tono jocoso, proporcionarnos otro de los diálogos hilarantes, repletos de fina ironía, entre M y 007 a propósito de lo “poco” conocido que es el modelo en cuestión y de las “sorprendentes prestaciones” que ofrece, en especial el famoso asiento eyector en la zona del copiloto que te permite librarte de compañeros de viaje plastas.

Todos los momentos de acción, carreras, persecuciones, saltos, rinden culto, en cierta manera, a las películas anteriores. Mendes, al tiempo que los mantiene para no defraudar a los seguidores, se desmarca de ellos dando prioridad a las interpretaciones de los actores. Su interés se centra en mostrarnos por qué son lo que son y como son y para ello los aleja de la tecnología y el ruido (en esta ocasión baja muchísimo el nivel de decibelios porque hay menos choques, tiros y explosiones) y los aísla en lugares cerrados, en parajes solitarios, enfrentándolos a sí mismos, a sus conciencias y a sus rivales en un cara a cara que, desde mi punto de vista, convierte la película en algo más que “otra de acción” sin dejar de serlo.

“Casino Royale” devolvió a 007 el esplendor de sus primeros años; “Quantum of Solace” le hizo tambalear nuevamente; “Skyfall” lo convierte en el mejor de toda su historia.

Adele, con su maravillosa voz, así lo ratifica.

Por cierto, ¿se nota que Daniel Craig me pone cardíaca?
MAFALDA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
14 de octubre de 2012
21 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy alto dejaron el listón los chicos de “Full monty”. El bajito, el viejo, el gordo, el flaco, el negro, el blancucho pelirrojo y “caballo”, demostraron que pese a tener cuerpo “escombro” lo importante para deleitar al público femenino era la gracia, la picardía y, sobre todo, la actitud. Su “acero caliente” consiguió traspasar la pantalla y emocionar y divertir a partes iguales. Comedia, drama social y gente que buscando una solución al gravísimo problema del paro encuentra una salida a ritmo de Hot Chocolate y Donna Summer con sus “You Sexy Thing” y “Hot Stuff” haciendo bailar a medio mundo con ellos. ¡Eso si es dejar huella!

Si seguimos hablando de strippers, desnudos masculinos o actores porno, no podemos olvidarnos de “Boogie Nights” donde Mark Wahlberg también luce anatomía. Esta película está basada en la vida del mítico John Holmes, uno de los actores porno más famosos de todos los tiempos y a quien, probablemente, el simple hecho de miccionar cada día, con las correspondientes sacudidas posteriores, le provocó el conocido como “síndrome del túnel carpiano”…. ¡que su pene medía entre 25 y 28 cm!

Con “Magic Mike” tenemos sobre un escenario cutre una caterva de individuos cuyo casting no tiene desperdicio: Matthew McConaughey, Mateo para los amigos, no se ha tenido que esforzar para aparecer como un cateto con palillo en la boca y botas de cowboy (con el sombrero de barras y estrellas remata el look). Paleto tejano pero, eso sí, sin oler a vaca (“Texas, más ganado que demócratas”), sino como los propios ángeles, que para eso Dolce & Gabbana inexplicablemente, al menos para mí, lo han elegido como imagen de su perfume “The One Gentleman”.

Channing Tatum, con ese cuello toro, tiene a su favor que, si no ha sido doblado, es capaz de hacer unos movimientos que parecen bastante complicados, por lo que tiene su merito… Cuestión aparte sería su capacidad como actor.

Adam Rodríguez resulta que dejó su prometedora carrera como C.S.I. en Miami, a las ordenes del petirrojo Horatio Caine, como el agente Eric Delko, para iniciar otra bastante dudosa como stripper también en Miami… ¡menudo carrerón! (y encima tiene el culo fofo).

Para el final he dejado “al hombre”, Joe Mangianello, quien ha logrado que los vampiros dejen de ser mis monstruos favoritos y sean desbancados por “el hombre lobo” Alcide Herveaux de la serie de televisión “True Blood”.

En resumen, estamos ante un “Flashdance”, versión masculina, con menos acrobacias y más culos al aire. En el femenino tenemos a Alex, chica, que sueña con llegar a ser bailarina (profesión femenina por naturaleza) y entretanto, para poder vivir y pagar sus clases de baile, trabaja por el día como soldadora y de noche baila en un club nocturno. En el masculino tenemos a Mike, mostrenco, que sueña con tener su propia empresa, para que nadie le mandé, diseñando muebles (control, creatividad e independencia, características inherentes a cualquier profesión masculina que se precie) y que, mientras lo logra, trabaja por el día en una obra y por la noche baila en un club, bueno más que bailar menea sus atributos.

Película superficial, plana, sosa y encima moralizante. Definitivamente Steven Soderbergh no se encuentra entre mis directores favoritos.

¡En fin, en cuestión de desnudos inolvidables y excelentes actores siempre nos quedará Fassbender!
MAFALDA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
23 de septiembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ratero de poca monta quiere subir en la escala criminal y no se le ocurre otra cosa que asaltar una timba de póker, cuyos jugadores son todos mafiosos, y encargarles el trabajito a dos pobres drogatas. El tío, a estas alturas ya es evidente que se cree muy listo, lo tiene todo pensado: hay un cabeza de turco, otro mafioso que ya asaltó anteriormente una partida y que tampoco, por lo que parece, es muy espabilado ya que, pasado un tiempo, contó a todo el mundo su hazaña.

La imagen de la Mafia ha quedado dañada porque todo es cuestión de confianza y si una vez te roban, y nadie paga el pato, abres la puerta para que cualquier pasmado piense que se puede volver a hacer.

Para enmendar la situación contratan a Jackie Cogan, buena actuación de Brad Pitt, un asesino que no destaca precisamente por su sutileza y que se pasa la mayor parte del tiempo parlamentando y negociando con el abogado de los capos en un coche (lo que te llega a cansar bastante) sobre cómo, cuándo y a quién es preciso cargarse y, sobre todo, cuánto va a costar.

Por tanto tenemos: al contratista y sus dos operarios fumetas, al mafioso que se escapó la primera vez y que no sabe lo que le espera (la escena en que le dan una paliza es tan bestia y tan desagradable que hubo gente que se salió del cine), al clan de los humillados y ofendidos, al negociador, esto es el abogado, al mafioso capón (ya no quiere matar a nadie, solo beberse hasta el agua de los floreros y tirarse a todo lo que se menea) y al asesino que debe lograr que todas las piezas encajen.

Pero no lo logra, porque esta película, pese a contar con muy buenas interpretaciones, en su intento de convertirse en referente del género negro se queda corta. Es un conjunto de pequeñas partes que, si las valoras por separado, resultan entretenidas, pero cuando intentas seguir la historia en su conjunto, te das cuenta de que da saltos inconexos consiguiendo, entre uno y otro, que te aburras.

Algunos diálogos son graciosos. A destacar la banda sonora.

Para terminar, decir que no me importaría susurrarle al oído: “Killing me softly”, Brad, con la maravillosa y sugerente voz de Roberta Flack.
MAFALDA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 10 11 12 20 31 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow