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España España · Sevilla
Críticas de Seldon
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Críticas 245
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
12 de diciembre de 2015
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una de esas series que probablemente solo se pueda permitir el lujo de abordar la HBO, no porque sea excesivamente cara de producir, sino por la temática que trata aparentemente tan poco comercial: ni policías, ni detectives, ni superhéroes, ni fantasía,...: un docudrama basado en hechos reales que ocurrieron hace menos de 30 años.

Y la verdad es que no es sorprendente que sea David Simon el creador de esta serie. Para los que no os suene de nada este señor: es el creador de la majestuosa The Wire. Pero luego demostró que dejando de lado el tema de los policías, los traficantes de drogas y demás podría hacerse también una buena serie, de temas sociales, y le salió Treme.

Show me a hero es una miniserie, cerrada, con principio y fin (lo cual se agradece) de tan solo seis episodios de duración, que cuenta un hecho que aparentemente tiene muy poco que contar (pero para eso está la maestría de David Simon):

Yonkers es una ciudad mediana al norte de su enorme vecina Nueva York, inmediatamente limítrofe con aquella; casi podría haberse convertido en parte de la ciudad (de hecho sus habitantes lo rechazaron por votación). A finales de los años 70 era una zona habitada mayoritariamente por clase media: blancos de ascendencia europea: irlandeses, polacos,... No ricos, pero bastante lejos de la población de hispanos, latinos y negros de su vecino el Bronx, por ejemplo.

Los negros y latinos pobres ocupaban bloques de pisos públicos, construidos con dinero público y con un alquiler muy bajo (los famosos “projects”, que si habéis visto The Wire os sonarán mucho). La realidad es que los grandes bloques con zonas comunes no cuidadas se iban degradando: pintadas, vandalismo, basura,... y al final los projects eran un foco de delincuencia y tráfico de drogas.

La novedad en el caso de Yonkers fue que un juez federal condenó a la ciudad de Yonkers a construir viviendas sociales, para alquilar a los pobres, pero siguiendo otro modelo: en vez de grandes bloques concentrados en un área, casas unifamiliares dispersas por los barrios de clase media; en vez de muchas zonas comunes (que no son de nadie y por tanto nadie cuida y todos ensucian) casitas con un jardín trasero y otro delantero para que cada uno se sienta responsable de lo suyo y lo cuide.

Y aquí fue donde se armó: nadie en Yonkers quería eso, porque todos sabían que si te ponían una casa de protección oficial en tu barrio, como poco el valor de la tuya iba a a bajar, y como mucho ibas a tener que compartir barrio con un negro o un latino, con sus trapicheos de drogas y demás.

Y esto es lo que cuenta realmente Show Me a Hero: el tema social que tanto le gusta a David Simon, de los negros, hispanos y demás ... No todos delincuentes, no todos traficantes, sino gente normal que ve con esperanza la posibilidad de mudarse a un buen barrio a una casa menor... Y por otro lado el conflicto con la buena gente blanca, la clase media trabajadora,... pero llena de prejuicios puede que no tan infundados conociendo las experiencias previas con las viviendas públicas de alquiler bajo.

Ese es el fondo, el que verdaderamente interesa a Simon. Sin embargo en esta ocasión, a diferencia de Treme, por ejemplo, no es una serie coral. Aquí hay un protagonista: Nick Wasicsko (grande la interpretación de Oscar Isaac), un joven concejal del ayuntamiento, blanco, católico, de origen polaco. Cuando empieza la crisis de la vivienda él se opone a la decisión judicial, como todos, y se presenta a las elecciones convirtiéndose en el alcalde más joven... sólo para darse cuenta que se a metido en un avispero y que le va a tocar lidiar con un verdadero problema, porque lo que pasó en Yonkers en 1988 (y por lo que la ciudad se dio a conocer en los Estados Unidos) fue que los recursos judiciales no le dieron la razón al ayuntamiento: había que construir las viviendas para pobres.

Pero el gobierno local, fragmentado, no lograba ponerse de acuerdo para elegir las zonas en las que se iban a ubicar: nadie quería en su distrito a negros e hispanos traficando con drogas... La población se oponía los concejales se oponían, y finalmente el tribunal condenó al ayuntamiento por desacato a pagar una multa diaria que –comenzando en 1 dólar- se iría doblando cada día, hasta que la ciudad (o sea los concejales con su alcalde al frente) aprobaran y pusieran en marcha un plan de urbanismo... o hasta que la ciudad quebrara a las pocas semanas (las multas se duplicaban a diario) y no pudieran pagarse los servicios básicos.

Y con eso es con lo que le toca lidiar al nuevo alcalde, ese es el dilema: ¿cumplir lo que prometió a sus electores y arruinar la ciudad? ¿Hacer lo debido aunque incumpla sus promesas electorales y le cueste caro en la reelección?

Una serie difícil de hacer, o mejor dicho difícil de hacer bien, interesando y sin que aburra. Una historia compleja, en la que nadie es ni bueno ni malo completamente. En la que no hay ni héroes ni villanos. Como dice un personaje cuando alguien se refiere al alcalde como un verdadero héroe de que nadie se va a acordar: “muéstrame un héroe y te escribiré una tragedia”.

Para los amantes de The Wire: no es The Wire, pero también tiene a Clarke Peters (Lester Freamon).
Para los amantes de Treme: hay multitud de historias pequeñas y secundarias como allí: la madre dominicana que lucha por traer a sus hijos desde su país a vivir con ella, la señora negra que se está quedando ciega, la de Mary Dorman (también muy bien la interpretación de Catherine Keener) propietaria y activista en contra de las viviendas municipales, la de la amiga aunque rival política del alcalde, interpretada por una casi irreconocible Winona Ryder)...
Y para los amantes de Bruce Springsteen: la banda sonora está hecha a base de canciones del boss, del que el personaje del alcalde es fan...
¿Qué más se puede pedir? Muy recomendable.
Más en http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2015/12/show-me-hero-y-te-escribire-una-tragedia.html
Seldon
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6
16 de noviembre de 2015
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No deja de sorprenderme el partido que se le puede llegar a sacar al género de zombis, que en realidad no deja de ser más que un subgénero del terror mezclado habitualmente con el de películas postapocalipticas. Quién le diría a George A. Romero cuando hace ya cerca de medio siglo que estableció con su “La noche de los muertos vivientes” una especie de canon de este género, lo que iba a dar de largo este tema...

En realidad es difícil hacer una película de zombis que no repita esquemas y caiga en clichés ya vistos antes (varias veces) y que aporte algo original. Mucho más difícil una serie, que al fin y al cabo tiene que durar más y, por tanto, corre un riesgo mayor de repetirse.

Sin embargo, Fran Darabont y los de la cadena AMC lo lograron con The Walking Dead. Y ahora se han propuesto seriamente seguir estirando el tema con Fear The Walking Dead.

Es difícil hablar de esta serie sin hablar de su serie madre, así que no voy a tratar de resistirme a ello. Fear The Walking Dead no es exactamente un spin-of de The Walking Dead. No es una continuación, ni una secuela,… Si que es un producto derivado, una serie relacionada con la primera que expande su universo, sin necesidad de compartir personajes, ni tramas. Lo más parecido sería una precuela, dado que cronológicamente ocurre antes. Poco antes.

El reto de The Walking Dead está en no aburrir con el tema zombie a lo largo de horas y horas de TV (eso y no cargarse a demasiados personajes principales). Al fin y al cabo el esquema es el mismo de siempre: grupito de gente que sobrevive al Apocalipsis zombi, supervivientes que escapan, supervivientes que se enfrentan a zombis, casquería a raudales, algunos que mueren, otros que sobreviven,... y se vuelve a iniciar el ciclo. El tema no de para mucho más. O eso parecía.

Porque el éxito de The Walking Dead está más en centrarse en los supervivientes que en los zombis. Es decir, en darse cuenta que el verdadero peligro no son los zombis, (eso es solo parte del paisaje) sino precisamente los otros supervivientes. Porque el hombre es un lobo para el hombre (y un verdadero hijodeputa) y más en situaciones desesperadas. Y ahí está la gracia, porque eso te da la oportunidad de explorar muchas situaciones distintas, te abre montones de escenarios y situaciones nuevas: los supervivientes, no los zombis.

Pero claro, cuando pretendes hacer una serie derivada multiplicas el riesgo de repetirte a ti mismo. Al fin y al cabo ¿qué de nuevo iba a aportar? ¿otro grupo distinto de supervivientes buenos enfrentándose a otros grupos de supervivientes malos también distintos?

Hay que reconocerle a AMC que con esta serie no ha tirado por ahí. Ha intentado algo distinto.

The Walking Dead comenzaba cuando el mundo ya se había ido a la mierda: Rick, el principal protagonista despierta de un coma cuando ya está todo el pescado vendido cosa muy apropiada y copiada de 28 días después. O quizás al revés porque creo que el comic en que se basa la serie es anterior. Sin embargo Fear The Walking Dead comienza justo cuando todo comienza a irse a la mierda.

Es decir, mientras que en la primera vemos las consecuencias, en esta serie vemos el origen y la evolución del Apocalipsis zombi. Esto le da la oportunidad de explorar cosas distintas. También tiene otras consecuencias: por ejemplo en la serie matriz los escenarios son mayoritariamente rurales: campos, granjas, pequeñas ciudades abandonadas. Sin embargo en esta serie los escenarios (al menos de momento) son urbanos.

La serie sigue los pasos de una familia que vive en Los Ángeles desde los días inmediatamente anteriores al contagio y durante las primeras semanas del mismo. O mejor dicho, de dos familias, porque el protagonista está divorciado.

Así tenemos por un lado a su pareja actual, profesora de instituto, a su hijastra adolescente y a su hijastro, drogadicto. Esta parte y este personaje permiten explorar precisamente el inicio del Apocalipsis, pues es precisamente el hijo (el hijastro) que frecuenta sitios y compañías muy chungas, el que empieza a darse cuenta de que algo extraño pasa. Además permite que la trama explore de otra forma el tema de cómo la normalidad se ha visto alterada: ya no es fácil conseguir drogas cuando tu camello o está muerto o quiere matarte, y cuando la policía y el ejército está desbordado intentado comprender que pasa primero y contener la situación después.

Y por otro lado tenemos a la exmujer del protagonista junto con su hijo (este hijo de verdad) de los que vive separado, y que le complica enormemente la vida, porque ya no se trata de los problemas que plantea y la angustia que ocasiona salvar a tu familia: ahora tienes que salvar a dos,...

La verdad es que hay que reconocerles que les ha salido una serie decente. Es entretenida y –dentro de lo que cabe- no repite demasiado los esquemas. O bueno, no los repite para ser una de zombis... Eso sí, si no te va el tema de los zombis mejor no te esperes grandes novedades. Para los demás, se deja ver bastante bien.

O por lo menos de momento, y quizás sea gracias a la corta duración de la primera temporada: sólo 6 episodios, o sea prácticamente una miniserie. Habrá que ver cómo evoluciona la historia con futuras (y previsiblemente más largas) temporadas, y si va de menos a más. De momento me parece interesante y digna de darle una segunda oportunidad.

Más en:http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2015/11/fear-walking-dead-veces-veo-zombis.html
Seldon
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8
23 de octubre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si habéis visto Apolo XIII probablemente os acordareis de esa escena en la que un tipo de la NASA les dice a un grupo, tenemos que conectar esto (un filtro redondo) con esto (un filtro cuadrado) pero sólo podemos usar lo que hay en esta mesa (que son un montón de cachivaches idéntico al que tiene la tripulación de abordo). Bueno, pues Marte es como si todo Apolo XIII estuviera lleno de escenas de ese tipo... pero en Marte y con Matt Damon.

La verdad es que películas de ciencia ficción hay muchas, sobre Marte hay unas cuantas, sobre desastres y naufragios espaciales ya hay menos,... pero sobre las tres cosas juntas... De hecho, aunuqe seguro que hay alguna más, ahora sólo se me ocurre una: Misión a Marte de Brian de Palma. La de Ridley Scott es mejor película, varias veces mejor de hecho.

Realmente es lo mejor de Ridly Scott desde Gladiator, por tanto desde hace hace años, décadas casi. Y hay que remontarse hasta el año 91 para encontrar una película mejor aún (Thelma y Louse, que particularmente es de mis preferidas). Porque la verdad es que el amigo Ridley llevaba una racha de películas que dejaban bastante que desear. Y es una pena porque este tipo al principio salí a obra maestra por década : Alien en los 70, Blade Runner en los 80, Thelma & Louise en los 90.... (sí, bueno, vale que esta no es tan tan mítica como las dos anteriores). Pero luego, a finales de los 90, una época en la que incluso su hermano Tony Scott hacía mejores pelícuals que él, la cosa cayó estrepitosamente hasta tocar fondo en películas como La Tenient O'Neill.

La película está basada en un libro de Andy Weir que ha sido un gran éxito, lo que no deja de ser curioso porque es ciencia ficción hard, en el sentido de que trata de ser verosimil y plausible, y trata de explicar los fundamentos científicos que hay detrás de la ficción. Aunque la ciencia ficción hard si tiene éxito en literatura, raramente logran que lo tenga en cine: allí se prefiere más la ciencia ficción soft, que no entra en demasiadas explicaciones técnicas o que se preocupa muy poco de temas como la verosimilitud o las coherencia científica.

A Marte se le podrán achacar muchas cosas: que no es tan verosímil científicamente como aparenta (por ejemplo con una atmósfera tan tenue como la de Marte dudo yo que pueda haber tormentas de arena tan fuertes como las que muestra), que los diálogos y los personajes son muy ingenuos (impagable el tipo negro con pinta de vendedor de droga del Bronx al que se le ocurre la milagrosa solución para el rescate y la escena en que se lo explica al director de la NASA), que a veces se le vaya la pinza (lo de la escena de volar como Iron Man, impulsado por las manos, es un poco exagerado) que no tiene ese sentido místico o trascendental de otras como por ejemplo Interestelar,... Y sí, todo esto es cierto.

De lo que no se la puede acusar es de ser aburrida. En absoluto. Para ser una película tan larga (poco menos de dos horas y media) no solo no se hace larga, no aburre, sino que tiene un rimo endiablado y es muy emocionante. Siempre están pasando cosas. Y sospecho que esto es solo una fracción de lo que pasa la novela.

Es difícil lograr el equilibrio entre una historia en la que al protagonista le pasen tan pocas cosas que llegue a aburrir, y otra en la que le pasen tantas que resulte inverosimil. Esta película está siempre rozando ese límite: al pobre naufrago espacial le pasa todo lo malo que le tiene que pasar y tiene toda la mala suerte que necesita tener para sostener la trama sin aburrir, pero por otro lado tiene la inmensa buena suerte de que las cosas que le tienen que salir bien le salgan lo bastante bien como para seguir avanzando.

De hecho el que pasen tantas cosas y se cuenten ta rápido a veces juega en su contra: Damon tiene que pasar meses y meses allí, y claro esto se cuenta en minutos, con lo que es cierto que se pierde la sensación de soledad, de aburrimiento y la escala tan grande de tiempo que el personaje tiene que pasar allí y lo lento y duro que se le debe hacer.

La factura de la película es impecable; en esto están de acuerdo hasta sus detractores. Pero ha leido algunas críticas que le achacan a la película que está vacia de emoción. No estoy de acuerdo: no es que la película no sea emotiva o emocionante, que lo es, el problema es que no muestra la emotividad que esos críticos esperan.

Por criticarle algo, lo que si se le puede achacar es que cabría esperar que -al menos al principio- el naufrago espacial se sintiera completamente desesperado, abrumadoramente solo y con tentaciones de tirar la toalla. Esto -que si se ve por ejemplo en Naufrago- es cierto que aquí prácticamente se pierde.

Marte no es una película trascendente ni sombría, ni siquiera dramática. Es una película vitalista, optimista, alegre, emocionante,... y con cierto sentido del humor: por ejemplo me parece un acierto y una genialidad que la banda sonora esté compuesta casi exclusivamente (salvo alguna parte orquestal que curiosamente recuerda un poco la música que se compuso para las películas de Alien) por música disco de los años 70... que además el protagonista detesta. Es impagable ver una escena de este tipo con Waterloo de ABBA sonado a todo trapo.

Sí, evidentemente no es tan buena como Alien, ni pasará ala historia del cine a la altura de Blade Runner (por citar dos obras del mismo director) pero desde luego entretenidísima, emocionante y mejor que la mayoría de las restantes películas de Scott.

Más en http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2015/10/marte-lo-mejor-de-ridley-scott-en-anos.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Seldon
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7
14 de octubre de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Normalmente cuando desde el cine (o la TV) se intenta contar una serie que tenga como tema central algo relacionado con la informática, los ordenadores, internet, los hackers, etc. acaba resultando una cosa realmente infame desde el punto de vista del realismo y la veracidad (ejemplos de esto no faltan); es como si necesitasen inventar cosas realmente increíbles (a poco que conozcas un mínimo del tema) porque aunque la historia puede que no sea aburrida, visualmente no te sale algo espectacular, ni siquiera remotamente.

Pero el piloto de Mr. Robot no es así en absoluto. Es brillante, y resulta hasta verosímil, al menos lo bastante (si, ya se que el que sepa un poco de este tema me dirá que se ven cosas ridículas, que no es así en absoluto, y bla bla bla) para el público general.

Lo que se cuenta, casi todo en primera persona y con voz en off incluida, es la historia de Elliot, un inadaptado social que trabaja en una compañía de ciberseguridad que ofrece sus servicios a grandes corporaciones para protegerles de ataques de hackers,... que es precisamente lo que es Elliot.

Porque en su vida privada Elliot hackea a todo el mundo, a sus compañeros de trabajo, a su psiquiatra, a sus amigos (los pocos que tiene), a sus vecinos,... a todo el que puede. De hecho usa sus habilidades con una cierta ética: si descubre a un delincuente, o simplemente a alguien que a su juicio merece un castigo, da el chivatazo. Esto puede significar desde que le envíe toda la información de forma anónima a la policía si topa con un delincuente, o su mujer si topa con un marido infiel.
Y una vez cerrado el caso, graba todos los datos de esa persona, todos los ficheros y toda la información que tiene en un CD, lo etiqueta con el nombre de algún disco mítico de la historia del rock, lo mete en una carpeta donde tiene decenas de discos como ese, y se olvida de él.

Los dos o tres primeros episodios son espectaculares: cuando una de las compañías para las que trabaja su empresa recibe un ciberataque de un grupo de hackers llamado la Fsociety (de Fun Society), el que parece ser su jefe, y que se hace llamr Mr. Robot (Christian Slater) acaba contactando con él, y proponiéndole que se una a ellos.

La compañía en cuestión es E Corp., a la que en la serie llaman Evil Corporation (la corporación malvada) y es una de esas todopoderosas multinacionales que está por todas partes y sobre todo en el sector financiero.

El plan de la Fsociety es tumbar a la todopoderosa Evil Corporation en todas partes, de forma simultánea, incluyendo la colaboración de otros grupos de hackers como los chinos que se autodenominan el Dark Army. Y sobre todo de forma definitiva, para que sea el detonante de un colapso financiero mundial: si son capaces de destruir los datos y sus copias de seguridad de forma irrecuperable destruirán el registro de deudas de todo el mundo (préstamos, hipotecas, tarjetas de crédito,...). El sistema colapsará y nadie tendrá deudas... todo el mundo será libre y habrán logrado un nuevo comienzo en el que los que se han hecho millonarios especulando con el dinero de otros no tendrán nada, y esos otros no tendrán deudas. Vamos, la utopía anticapitalista perfecta.

Pero Mr. Robot no es una serie de hackers, o al menos no sólo sobre hackers. En realidad es un thriller psicológico. Elliot está lejos de ser una persona normal. No es solo que sea un inadaptado social sin amigos (su única amiga de verdad es una compañera de trabajo a la que conoce desde la infancia), es que rehuye patológicamente el contacto y las relaciones humanas. De hecho va a una psiquiatra para recibir terapia. Además Elliot consume drogas (morfina) de forma controlada y desde luego nada lúdica.

Esto en la serie se muestra sobre todo gracias a la voz en off: oímos permanentemente los pensamientos de Elliot, a veces incluso dirigiéndose a él mismo, o hablando de si mismo como si fuera otra persona, distinta del Elliot que se muestra al mundo e interactúa con los demás.

Realmente si hubiese que calificar la serie dentro de un género sería una mezcla de thriller (psicológico más concretamente), mezclado que ciencia ficción ciberpunk.

En mi opinión, pasados esos primeros episodios realmente espectaculares la serie baja. Hay capítulos realmente extraños y que a mi de hecho me aburrieron, por ejemplo el episodio titulado Da3m0ns básicamente dedica tres cuartos de hora a contar un síndrome de abstinencia visto “desde dentro”. Completamente psicótico.

Pero logra remontar. En parte gracias al resto de personajes, a cual más interesante. No solo el misterioso Mr. Robot, enigmático, vestido con una gorra y una cazadora de obrero o de técnico de mantenimiento, siempre hablando de forma que sabes que lo que cuenta es mucho menos de lo que calla...

También está Tyrell, un joven, ambicioso y agresivo ejecutivo de la Evil Corporation que está deseoso por escalar posiciones en la compañía, y sobre todo su misteriosa historia (secundaria en la trama) con una mujer embaraza a la que habla en sueco y que le responde a él en danés.

Pero lo que remonta la serie de verdad no son sólo los personajes secundarios. Es la historia que se nos va desvelando, como vamos conociendo en pasado de Elliot, y sobre todo giros espectaculares de la trama, de esos que cambian completamente el sentido de la serie.

Bueno, puede que no sea tan realista como debería (¡hombre, me parece poco creíble que el departamento de prisiones use avast como antivirus!, pero quién sabe...) pero desde luego se aleja de películas como Hackers, piratas informáticos, Operación Swordfish,etc que son sencillamente inverosímiles.

Así que aprueba sobradamente y merece una segunda oportunidad en forma de segunda temporada, porque la escena final (tras los títulos de crédito del último episodio) deja claro que puede haber cuerda para rato.

Más en:http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2015/10/mr-robot-no-es-solo-una-de-hackers.html
Seldon
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6
6 de octubre de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gusta Amenábar. Me gustó mucho Tesis, a pesar de ser una obra primeriza, con las limitaciones que ello pudiera tener. Y a pesar a pesar del perfeccionismo alcanzado en Los Otros, que creo que es una gran película, sigo prefiriendo Abre los ojos, quizás por aquella de que fue la primera que vi. Cuando arriesgó y cambió de registro con Mar adentro creo que hizo una película notable. Incluso Agora, probablemente su película más floja me parece interesante.

Así que no iba a perderme regreso de Amenábar al cine 6 años después de su última película. Además, a priori Regresión prometía y mucho: volvía al género en el que empezó, una mezcla de thriller y terror, y otra vez era una película hecha con medios y en plan internacional, con actores americanos y famosos.

Decía que Ágora sea probablemente su película más floja. Pues bien, en ese puesto compite duramente con Regresión. No creo que Regresión sea peor que Ágora en general, pero tampoco es mejor.

Regresión cuenta la historia de un detective (Ethan Hawke) investigando lo que a priori parece un caso de abuso de una menor. En una pequeña localidad de Minnesota, Ángela, una joven escapa de la granja en la que vive con su padre y su abuela y se refugia en su parroquia. Ángela acusa a su padre de haber abusado de ella, y el padre, para sorpresa de la policía, no lo niega abiertamente, simplemente dice no recordar lo que pasó.

Sin embargo pronto comienza a atisbarse algo más: con la ayuda de un psicólogo que somete al padre a una terapia de regresión, lo que parecía ser un simple caso de abuso de menores empieza a convertirse en algo más oscuro donde se mezclan sectas satánicas, rituales demoníacos, y -probablemente- más personas implicadas.

Regresión es básicamente un thriller, aunque el director intenta mezclarlo con el género de terror, y algún que otro sustillo logra, aunque se queda más en eso de crear el “ambiente”. Recuerda un poco a True Detective, aunque está muy muy lejos de la calidad de aquella. Por la temática (aunque aquí no hay niñas desaparecidas), por el escenario (comunidad pequeña, zona rural, gente creyente y temerosa de Dios,…), por la ambientación (oscura, muchas escenas nocturnas, y cuando no es así o está lloviendo o el paisaje está completamente nublado) y por el carácter del detective: solitario, descreído, que vive sólo para su trabajo,… (aunque aquí tampoco hay una pareja, otro detective que le de el contrapunto).

Aunque hay que reconocerle que técnica y estéticamente está muy bien hecha, que es muy formalista y muy “perfecta”, a medida que iban pasando los minutos no podía evitar darme cuenta que no acababa de entrar en la historia, y que, pese a todo, la trama me iba interesando cada vez menos, rozando peligrosamente el aburrimiento en algunos momentos.

No creo que sea problema de los actores, o al menos de la mayoría de ellos: Ethan Hawke creo que lo hace bien, me lo creo en su papel, incluso Emma Watson, la niña de Harry Potter también lo hace bastante bien. Quizás al que menos me acabo de creer es al psicólogo: pese a su papel tan corto me creía mucho más al psicólogo de Abre los ojos que a este (aunque con un actor tan “limitadito” como Eduardo Noriega eso no era muy difícil)

No se que es lo que falla, pero a la película le falta algo… o mejor dicho le falta mucho. Puede que sea el guión: por ejemplo, me resultan muy “forzados”, muy “rápidos” los cambios de criterio del detective. Para ser un tipo escéptico y descreído se adapta muy rápido y pasa de tener claro que el padre miente a concederle el beneficio de la duda.

O quizás no es tanto el guión en si mismo, la historia, como la manera de contarla y ponerla en imágenes. Sinceramente no lo se, pero no debo ser el único porque la mayoría de las críticas y opiniones que he oído va por este camino. Y el caso es que me da un poco de pena: esperaba más, mucho más, y me he encontrado una película pasable, interesante siendo generosos, pero no excepcional, ni siquiera buena.

Puede que no sea la peor película de Amenábar, pero se le acerca bastante.

Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2015/10/regresion-el-regreso-de-amenabar.html
Seldon
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