Aunque en su día pasó completamente desapercibido, este documental consiguió que se reabriera un caso de asesinato acaecido en los setenta y que al final su principal acusado, condenado a cadena perpetua, saliera de la cárcel.

Se trata de un docudrama narrado por sus principales protagonistas, con varias secuencias dramáticas recreadas en estudio, lo que impidió que no fuera nominado al Oscar por no respetar las reglas escritas del documental que no permiten incluir escenas grabadas por actores, que cuenta la historia del asesinato de un policía a finales de 1976 presuntamente a manos de un joven de 28 años.

El acusado conducía un coche robado e iba acompañado por un chaval de 16 años cuando la policía les dio el alto por un asunto menor, no llevaban encendidas las luces. En el momento en el que el oficial se acerca al vehículo es tiroteado a quemarropa por uno de sus ocupantes. Las heridas son mortales de necesidad y el policía fallece poco después.

Al cabo de un tiempo la policía detiene al supuesto asesino gracias a la colaboración de una pareja testigo del crimen. Sin embargo, posteriormente descubrimos que ambos fueron sobornados por las autoridades para que declararan contra el principal sospechoso. De esta manera, la policía conseguía cerrar el caso y obtener un veredicto de culpabilidad en un caso tan grave como el asesinato de un policía.

El director, conmovido por la declaración del principal acusado al que finalmente condenaron a cadena perpetua conmutándole la pena de muerte para que las autoridades no tuvieran que reabrir el caso, llevó a cabo una profunda investigación para esclarecer los hechos que terminó demostrando la inocencia del acusado y la corrupción judicial en Dallas.

La narración es amena y dinámica y cuenta con la banda sonora de Philip Glass.

Y para terminar el año, una de animación como esta Migración, que narra las aventuras de una familia de patos en su viaje hacia Jamaica. Por el camino conocerán a unos cuantos amigos que les amenizarán el trayecto.

Un film de animación de bella factura, amable y divertido, con una buena banda sonora y una historia con moraleja final.

A los niños les gustará y a los mayores no les desagradará, así que con algo de manga ancha le doy un siete.

Excelente documental sobre la trayectoria de uno de los deportistas españoles más ilustres de todos los tiempos. Severiano Ballesteros fue un número uno, un golfista de talla mundial que se codeó con los más grandes desde el principio. Con tan sólo 19 años quedó segundo en el Abierto británico junto al gran Jack Nicklaus en el campeonato que ganó Johnny Miller. Y tres años después lo ganó por primera vez a los veintidós años convirtiéndose en el jugador más joven en conseguirlo y el primer europeo en lograrlo desde hacía décadas. Al año siguiente consiguió el prestigioso Master de Augusta, que ganó dos veces, amén de un montón de torneos y la mítica Ryder Cup, que desde que él llegó al equipo acabó con la aplastante superioridad norteamericana.

El documental narrado en boca de sus compañeros y familiares, muestra también los problemas de Seve con las lesiones, cuando boxeando de joven se rompió coxis, lo que le causó constantes dolores de espalda. Las peleas y la excesiva influencia de sus hermanos mayores por el control de su carrera y sobre todo su gravísimo cáncer cerebral que a la postre terminó con su vida prematuramente.

A parte de su impresionante palmarés, entre su legado más destacado me quedo con su influencia decisiva a la hora de impulsar el golf en España y su tremendo carisma. Aquí tardó tiempo en ser valorado como merecía, los ingleses y americanos le adoraban, no solo por su juego espectacular sino también por su atractivo propio de una estrella de cine. El James Bond del golf, el George Best del golf. Queda para el recuerdo la imagen suya celebrando la victoria en el último hoyo de St. Andrews en 1984.

Probablemente estemos ante el documental más conocido sobre el mundo del culturismo que se hayan hecho. Su principal aliciente, a parte de ser ameno y divertido, es la presencia del carismático Arnold Schwarzenegger, el más famoso y laureado culturista del mundo, acompañado de los no menos reconocidos, Lou Ferrigno y Franco Columbu entre otros, éste último amigo personal de Arnold y actor ocasional en algunas de sus películas.

En el documental se narra la historia de varios de los atletas y de cómo se iniciaron en este deporte. Sorprende que la mayoría lo hicieran por complejos físicos o acoso escolar durante su infancia, como el caso del judío Mike Katz, Ferrigno, que era sordo parcialmente, Columbu, con su escasa estatura, y el propio Arnie que reconocía que cuando era un chaval era bastante esmirriado.

También se deduce que las pesas han propiciado que Schwarzenegger haya logrado cualquiera de los objetivos que se ha propuesto en su vida. Gracias a su tenacidad y afán de superación ha triunfado en todo lo que ha hecho, desde el culturismo, el cine o la política.

Confieso que no he leído las novelas escritas por Stieg Larsson y tampoco he visto la versión de David Fincher. En cualquier caso, aunque no me haya parecido una buena película por faltarle emoción en su desarrollo y ser demasiado inverosímil, se deja ver por su morbosa trama y por su actriz protagonista. La atractiva Noomi Rapace, que interpreta a una punki gótica bisexual que de niña sufrió abusos por parte de su padre y que ahora los sufre de su cuidador social. Una especie de ángel vengador que ayuda a un polémico periodista de investigación a destruir a hombres que matan a mujeres.