No creo que “AVP” pudiera ser tomada en serio, si quiera desde su concepción. Quien crea que es una competente secuela de cualquiera de las saga de “Alien” o “Depredador” deberá taparse los ojos y oídos. Si lo que quieren ver es un espectáculo desprejuiciado y divertido, aún sin calidad y sin goce, ésta es su película. Una comedia voluntaria, hecha para niños, sin violencia excesiva y para público excesivamente fácil y que se tome a chiste su historia.

Mark Pellington imprime una tensa atmósfera a “Mothman”. Eso y su pulso narrativo son lo mejor de la cinta. Todos los acontecimientos van en suave in crescendo de cara a un final que se antoja de apasionante. Incluso el preludio a su desenlace es angustioso. Entonces sus últimos minutos caen en lo excesivamente convencional, en la nula resolución y en la decepción más profunda. Una cinta correcta de suspense, lastrada por un final realmente fallido.

Lo peor de “Inocentada sangrienta”, aparte de su estilo ochentero ausente de peligro en su ambiente o de calidad en su realización, es su revelador (en exceso) título en castellano. Por lo demás, dentro de una línea muy baja de calidad, cumple. No se espere nadie algo de calidad o un clásico memorable. Entretiene de forma curiosa, hace gracia, no da nada de miedo y se va fácil de la memoria.

“Amigos…” es una recopilación del humor español más facilón y con actores interpretando de forma insuficiente. No dejará mella y todavía será peor conforme se repitan visionados. Cine basura de humor, de rápido consumo. Nada más.

“Sentencia de muerte” es un James Wan menor. La peor de sus películas hasta ahora. Aún consiguiendo una mejor calidad de dirección conforme avanza en su filmografía y una emoción lo suficientemente consistente como para enganchar y cumplir, la película nunca consigue ser memorable y su oscuridad no hace más que ahogarla por momentos. Kevin Bacon está genial y su escalada final (se recomienda ver la versión del director para resolver la posible ambigüedad de su último plano, aún siendo previsible por los hechos) y momentos de tensión pueden llegar a ser hasta memorables. Pero la mayor parte de “Sentencia” es vista, un tanto rutinaria y forzada.