Recuerdo que de niño miré esta película como tantas otras. Algo de ella quedó en mi recuerdo, sin ser alguna imagen en concreto o algún diálogo, era una especie de sentimiento indescriptible. Con los años volví a verla y ver al personaje nihilista cabalgar con su soledad me recordó a esa vieja sensación de cuando niño; el western existencial había sido la causa de que conservara el recuerdo de su visionado. Esta es una historia quizá como cualquier otra, con sus códigos de honor, amistad y amor, pero que, al menos a mí, me parece en demasía buena. La nostalgia algo de culpa debe de llevar en encontrar atractivo a un personaje oscuro y solitario en busca de sí mismo, a sabiendas de que es imposible para él encontrarse; que vaga por terrenos áridos con el cargo de culpa por lo que ya no puede remediar. No sé cuántas historias, anécdotas o recuerdos se pierdan en mi memoria, lo que sé es que para mí "El tunco Maclovio", como dice un personaje de la película, seguirá existiendo de algún modo.