Infidelidad

La película está bastante bien filmada, el trabajo del director y de los actores es bastante bueno, pero Diane Lane está claramente por encima de todo y de todos, no me extraña que la nominaran al Oscar.
El modo en que interpreta todas esas emociones, cuando va conociendo al amante... cuando intenta que no vaya a más... las dudas que atraviesa... (ver spoilers *)

Ella le da fuerza a todas las situaciones y convierte una película que podría ser muy del montón en una película bastante buena.

La segunda parte de la película con el tono thriller es bastante estándar y no le suma puntos lo mejor es la parte dramática.

Es lo único que, por lo poco que vi, podía salvar una película muy tópica y habitual de su director, y en la que, a los cinco minutos, las estupideces del hijo del matrimonio de Edward y Connie acaba por decidirte a cambiar de canal o parar de verla. Eso sí, las piernas de Diane Lane en la escena del vendaval no tienen desperdicio.

El bagaje de Adrian Lyne es claro como el agua, por lo que esperar brillantez o profundidad de una película suya sería como pretender que los elefantes volasen. Aunque uno nunca pierde la esperanza...

Como ya han dicho muchos por aquí, "Infiel" consta de dos partes plenamente diferenciadas, tanto en estilo como en calidad. Mientras la primera es un gran ejercicio de romance clandestino, cocido a fuego lento y con los consecuentes dilemas morales de la protagonista; la segunda parte se pierde en un suspense interminable que no lleva a ningún sitio, más bien encalla el relato en el dique de lo común. Se conoce que Richard Gere exigió su cuota de protagonismo, sin importarle que eso lastrase a una película en la que él no importaba en absoluto.

En ese último tramo, el director se debió poner nervioso porque superaba el límite de duración y comprimió los hechos a tal velocidad que a los personajes no les da tiempo para asimilar lo que sucede. Figúrate a los espectadores. Por lo tanto, entre unas cosas y otras, queda diáfano que "Infiel" es tosca y poco sutil, marca de la casa en la que se sacrifica la verosimilitud en aras del efectismo, mucho más rentable, pero también es cierto que es la obra más adulta de Adrian Lyne, por encima de la vulgar "Atracción fatal" y de la boba "Una proposición indecente".

Aunque no consigue que sea un producto redondo, sí afina más el tiro y logra que entendamos cada uno de los pensamientos de la protagonista sólo con sus ojos*(1), cada movimiento y cada gesto. A destacar dos escenas absolutamente memorables: la de la ventolera y la del tren. Dignas del cine más distinguido. No es casual que ambas secuencias tengan a Diane Lane como protagonista. Radiante, veraz e inconmensurable, soporta los primeros planos como pocas y, ella y sólo ella, hace de "Infiel" una obra de obligado visionado para cualquier amante de las buenas actrices.

Al enterarme que la película se basa en una relación amorosa entre una mujer madura y un jovencito pensé que sería interesante, no como “El graduado”, por supuesto, pero que al menos tendría cierto atractivo. Pero luego resulta que te encuentras con dos actores, la Diane Lane y el franchute ese, que se llevan menos de 12 meses de diferencia, sí, has leído bien, menos de un año de edad. ¿Dónde está el morbo? Que si la sensualidad de las escenas de sexo. ¡Si esa misma pasión animal se puede ver en los documentales de la 2 pero con una mayor dosis de erotismo!.
Por otra parte viendo la película cualquiera diría que nos está narrando un episodio de espionaje en las más altas esferas, pero no, que va, agárrate, simplemente nos está contando un “affaire”, por cierto, palabro estúpido donde los haya. Y por último la reacción de Richard Gere, patética. Amigo, que ese pedazo de mujer te ha sido fiel durante más de 12 años, y tú a ella, que manda huevos. Y aún encima ha sido ella la primera quien dio el paso; te lo ha dejado a huevo, valga la redundancia; ¿pero qué más se puede pedir?. En fin, lamentable.

Cuando veo películas como esta me doy cuenta de por qué me parece tan buena Mujeres desesperadas.
¡Que moralina tan insufrible! Cuando se cuenta una historia tan manida hace falta un poco de ironía, por lo menos. Aquí no hay ni un guiño. Nada, solo Diana Lane poniendo cara de ¡qué horror! ¡Vaya pecado más gordo, pero que bien me lo paso! Y el jovenzuelo libidinoso entornando los ojitos, como diciendo, prepárate, rubiales, que te voy a dar pal pelo. En fin, la culpa es mía por no cambiar de canal.
Ah, se me olvidaba, Richard Gere me dio penita. Todavía está de bastante buen ver en esta película, incluso mejor que Olivier Martínez, y ahí lo tenemos, diciendo a los espectadores ¡no pesan los años, pesan los cuernos!
Y me pregunto, ¿por qué tienen ese niño tan feo?