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The Newsroom (Serie de TV)

Serie de TV. Drama Serie de TV (2012-2014). 3 temporadas. 25 episodios. Serie que muestra los entresijos de una importante cadena de televisión por cable, centrada en la redacción y en la parte de una TV que no ven los espectadores. Los protagonistas son un veterano presentador (Jeff Daniels), la nueva productora ejecutiva (Emily Mortimer) y otros miembros del equipo. (FILMAFFINITY)
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Críticas 32
Críticas ordenadas por utilidad
18 de junio de 2015
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88/09(21/05/15) Terminada la tercera y última temporada de la serie de Aaron Sorkin “The newsroom”, hago balance, queda la profunda marca de su creador, en toda su dimensión de lo muy bueno y lo malo, sigue los mismos patrones que sus series anteriores, “The west wing” y “Studio 60”, no innova, no hace algo original, se atiene a un reparto coral con un epicentro de trabajo que les ocupa gran parte del metraje, donde los personajes rezuman buenismo, integridad, nobleza, amistad, lealtad, sentido del deber, valentía, salpicado de humor inteligente, donde todos tienen respuestas ingeniosas y contrarréplicas mejores, los personajes son intelectualoides muy cultos (siempre rayando en ideas de izquierdas, por mucho que nos quieran colar que McAvoy es republicano, no cuela), demasiado a veces, esto aderezado con algunos entrecruzados romances un tanto folletinescos. Es una serie que pretende tener algo de frescura tomando como hilo de algunos episodios noticias reales, pero esto es un McGuffin, lo que quiere Sorkin es sermonearnos sobre algo tan manido como es lo que debería ser el periodismo puro y no en lo que se está convirtiendo, en un gran circo.
Es una serie que se sigue amenamente, te entretiene por lo bien definidos que están los personajes, por sus ágiles y chispeantes diálogos, el pero es que se siente artificiosa, no creíble en muchos aspectos, se reitera demasiado en la misma dirección, parece no ir hacia sitio alguno, se estanca en situaciones reiterativas que salen adelante por la sabiduría de Sorkin en montar escenas donde los personajes actúan de modo trepidante, haciendo rápido el desarrollo del ritmo. Pero cuando acaba sientes que no hay demasiado coraje en hacer algo políticamente incorrecto, no te sorprende en momento alguno, todo resulta previsible, es un producto con un gran envoltorio en forma de brillante puesta en escena, grandes actuaciones, pero por dentro hay un aire moralizante pesado, es una serie exenta de mordacidad, de mala uva, de complejidad. Por momentos cae en la ingenuidad, demasiado idealista y poco profunda, le falta para acercarse a obras como “Luna Nueva” o “Network”. Es una serie que hace una radiografía grácil a todo lo que rodea a los medios informativos de hoy en día, las guerras de audiencia, la fuerza de los patrocinadores, la credibilidad de los presentadores, el impacto pernicioso de las redes sociales, analiza la sociedad USA, pero lo hace rascando poquito, pues lo proyecta en una redacción de noticias, y estos no pueden reflejar al país, están sacados todos de un mismo molde.

Roza peligrosamente en ocasiones el sentimentalismo barato, con unas interrelaciones románticas un tanto edulcoradas, que lastran por la nada que aportan, viéndose venir de lejos lo que sucederá, con romances en cadena, sobre amores imposibles o no, que se rozan con amistades y lealtades, muy manido, con tiras y aflojas en las que todos sabemos dónde acabarán. Pretende ser equidistante en su mensaje político, y la balanza se desnivela de modo estrepitoso, el ideario demócrata desborda la pantalla, atacando (no sé si hay motivo) a los neocon o tea party. Las tramas no siempre guardan equilibrio, hay algunas que están mejor que otras, aunque eso sí, las buenas lo son mucho y hacen estés atento a los capítulos. La serie tiene un enfoque clásico sorkiniano, simplifica las situaciones, le resta aristas, los suaviza para sus protagonistas erijan en brújulas morales incontestables, esto podría haber sido de otra forma si hubieran seguido el camino de la feroz e incisiva autocrítica que hace McAavoy en el primer episodio, pero esto es una cortina de humo, que se olvida bien pronto. No es que sea un producto malo, ni del montón, está por encima de la media, pero es que venimos de “West wing”, “Studio 60” y de guiones de cine de calidad como el que le valió al Oscar por “The social network”, y por tanto el listón está alto. Omito sinópsis por falta de espacio.

En la primera temporada (2012) se marcan las pautas a seguir, 10 episodios de una hora, iniciándose con un fulgor tremendo en sus primeros minutos, en el primer capítulo dirigido por Greg Motola, eclosionan con un arrollador soliloquio de Jim McAvoy, esto como respuesta a la pregunta de una estudiante de periodismo que le cuestiona <Puede decir por qué América es el mejor país del mundo? (menudo chovinismo)>, entonces Jim con brío y cinismo ataca la arrogancia de USA en creerse moralmente superior a los demás países, para a continuación Soirkin jugar con alegorías literarias, como el mantra de la muy presente de Don Quijote y Sancho Panza, donde Will es Quijote y McHale Sancho. Esto salpicado de argumentos esporádicos sobre noticias reales como el vertido de petróleo en el Golfo de México de la plataforma de BP, las revueltas de la primavera árabe en el norte de África o la captura y muerte de Osama Bin Laden, y entre medias los plúmbeos enredos amorosos.

En la segunda temporada (9 episodios) Sorkin pegó un sutil viraje sumergiendo al relato en una oscura investigación, ello para hablarnos de lo voluble que es la manipulación informativa, de hecho esta temporada está estructurada como un gran flash-back en que los hechos van goteando poco a poco, asimismo reniega de las noticias reales, y aparta cierto halo folletinesco-amoroso, aunque nos cuelan el hiperdulce tramo de los flashback en África, muy almibarados. Hay otra subtrama que se alarga durante la temporada, es el seguimiento a la campaña electoral de un candidato republicano que sigue Jim Harper, en el que se gesta otra romance. Aparece un personaje nuevo, Jerry Dantana (buen Hamish Linklater), sustituto de Harper mientras este está fuera, con este es con el que vemos como funciona el periodismo de investigación, el caso Génova, indagando en las cloacas de los secretos de estado, brillante la idea de formar dos equipos en la redacción, el que busca la información, y el que se dedica a buscar fallas en estas sensibles pesquisas...(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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5 de marzo de 2018
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Pero con micrófonos. Hay cierto aroma a Frank Capra, aquel director talentoso al que algunos maliciosos llamaban "la abuelita" por lo edulcorado de sus personajes. De la misma manera, "The Newsroom", con toda la factura que le pone el prestigioso sello HBO, es señalada como una hipérbole idealista. Es ácida y crítica pero, al igual que los más agudos capítulos de "Los Simpsons" en las primeras temporadas (por ejemplo, "Lisa va a Washington"), pareciera que al final el sistema funciona.

Aaron Sorkin es un escritor de tremenda intuición. En "La red social" demostró que esta época deja también historias de ambición y traiciones. No obstante, en esta serie de impecable adorno alrededor parece jugar al despiste. Todo suena un poco artificial. Gracias a los cielos que Jeff Daniels y Emily Mortimer son tan buenos intérpretes que hacen creíble la química que unos diálogos forzados del principio casi parecen querer evitar.

Conforme el programa avanza, nos damos cuenta de que hay cabezas bien pensantes. Que el casting es adecuado y gente como Olivia Munn se revelan como verdaderas fuerzas a tener en cuenta. Pero, en la era donde se ha puesto de moda decir que el mejor cine se hace en televisión, sorprende que "The Newsroom" sobreviva por los trucos más básicos del buen culebrón: por ejemplo, a veces interesa más esa atracción que sienten los personajes de John Gallagher y Alinson Piell que la noticia en cuestión.

Nuestro protagonista, muy bien presentado en el piloto con apenas una frase sobre los Estados Unidos, tiene cierto aroma a House y Sherlock Holmes. Aunque con un actor menos dotado se notarían bastantes más costuras en su composición. Pero Daniels y Mortimer consiguen hacernos comulgar con ruedas de molino encantados.

Se deja ver. Entretiene, divierte y pone dedos en la llaga. Hay quien dice que Sorkin y su talentoso equipo querían poner un ideal quijotesco, un ataque encubierto al estado de los medios de comunicación hoy en día. Bajo ese punto de vista, ejercicio impecable.

Pero da pena pensar qué hubiera sido este show con periodistas reales, las oportunidades que brindaba de señalar los problemas de hoy en día.
El Libanés
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19 de junio de 2020
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Gran primer capítulo, que decae muy rápido. Una serie desperdiciada por los actores secundarios.
Me gusta mucho el papel de los actores principales, pero los secundarios son horribles. Algunos actores como Alison Pill sobran y su papel tiene cero credibilidad.
La parte de "Porque Estados Unidos no es el mejor país del mundo".... Espectacular.
comodin
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6 de febrero de 2021
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Al más puro estilo 'Sorkiniano', el guión nos deleita con una ambición política poco vista en el cine. La productora y su guionista se atreven a señalar lo bueno y lo malo de una sociedad profundamente dividida, en todos los temas clave.
Emanando directamente de 'The West Wing', 'The Newsroom' trae de vuelta el espectacular guión de Sorkin, el tratamiento a los personajes, una complejidad de tramas internas (todo un lío, pero un lío que no puedes dejar de ver), y un soplo de aire fresco que nos permita evadirnos de la locura de la política y noticias de nuestro tiempo.
9/10
Bartlet for America
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1 de febrero de 2013
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay novedad en las series de Sorkin. Diferente ambiente (ahora una redacción de informativos donde antes fue una redacción de deportes, unos asesores y el presidente o los guionistas y actores de un programa de TV), pero mismas técnicas: diálogos rápidos, mezcla de temas trascendentes-intrascendentes, problemas con las drogas, problemas de sueño y su recurso habitual romántico: el reencuentro para trabajar de una ex-pareja malavenida.

Es cierto que no hay novedad. Pero eso no quiere decir que la serie no sea buena. Lo es, y mucho, y con la seguridad que te da trabajar para la HBO, Sorkin atiza bien fuerte a los medios (gracias NBC por cancelar su Studio 60) y a los políticos (Republicanos del Tea Party ante todo).

Porque en los mundos (fantasiosos) de Sorkin puede existir una prensa que apueste por unas noticias de verdad, por el rigor ante todo, por la información antes que el espectáculo. Y Will McAvoy (enorme Jeff Daniels) como referente. Yo quisiera ser él, como quisiera ser cualquiera de sus personajes. Qué bueno sería vivir en una serie de Aaron Sorkin.
jesus (of suburbia)
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