A Good Woman

El cortejo es muy complicado; tanto que normalmente engloba toda una serie de actividades que componen una bonita y complicada sinfonía. Para ello la humanidad se ha servido de muchos instrumentos; el baile, un "te invito a una copa", un "voulez vouz vouz coucher avec moi se soir", un "perdona que no te mire a los ojos, pero tengo miedo que tu mirada me atraviese mi corazón", el abanico, etc. En al película que voy a comentar se habla de la importancia del abanico. El abanico es un instrumento que hoy en dia nos sirve para combatir ese malo malísimo que es el calor; sin embargo en la alta sociedad de siglos anteriores servía para que las damas cortejaran a sus pretendientes.

La película "A good Woman" trata de una mujer; una mujer que lucha contra una sociedad que no la deja corregir los errores del pasado. De esa forma cuando quiere ayudar a la hija que abandonó; el marido de esta última la impide acercarse a ella, la puritana sociedad de la época la tacha de "golfa" y su hija cree que se beneficia a su marido. Esta historia tiene un curioso espectador, una abanico. El papel de ese abanico, en principio el de ser un simple regalo de cumpleaños del marido a su mujer, termina siendo indispensable para que la mujer repare los errores del pasado y para reconciliar a una pareja cuya separación se iba fraguando a lo largo de la película.

La película, basada en un clásico de Oscar Wilde, presenta unos diálogos inteligentísimos dignos de los mejores clásicos, una Helent Hunt inmensa, un vestuario muy bien conseguido y una Scarlett Johanson cuya calidad y belleza inundan toda la pantalla. Además el reflejo de la alta sociedad de la época nos permite debatir si lo que dicta la mayoría de la gente es siempre lo correcto. Lo mejor, Scarlett Johanson y los ácidos comentarios de Lord Darlington. Lo peor, que a veces se hace monótona y aburrida.

Alquilenla, veanla y aprendan de ella que no siempre vamos a tener un abanico que nos salve de las desgracias.

Helen y Scarlett son las verdaderas principales de esta obra sencilla pero que se sigue con interés.
Ambientación y vestuarios muy buenos para una película que no carece de sensibilidad sostenida y final inesperado.

Historia interesante con lío familiar.

Oscar Wilde siempre tuvo a su favor el saber retratar a las sociedades hipócritas y de igual forma a los seres humanos. En esta oportunidad, en esta deliciosa comedia lo logra con el ítem de que todos tenemos algo que ocultar. Ya alguna vez lo sentenció el escritor: “Sólo las personas superficiales no juzgan por las apariencias”.

Por lo demás un buen guión, excelentes diálogos y unos carismáticos actores que dan vida unos personajes, que de seguro no olvidaremos. Todavía no conozco una historia de Wilde que llevada al cine pierda algo de su encanto de retratar a los seres humanos. Así que Barker aprovecha el material literario en una comedia de enredo clásica al estilo de Billy Wilder (por citar sólo un ejemplo).

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, así dice el coro de la canción de Pedro Navaja de Rubén Blades. Precisamente eso es lo que pretende el film demostrar con el personaje de Mrs.Erlynne (Helen Hunt), una madura mujer a quien le precede una mala fama de oportunista y quita maridos, pero la realidad en esta ocasión es otra que sorprenderá al más ingenioso y perspicaz de los personajes del film.

El film destaca lo vulnerable que fue la alta sociedad de los años 30s en términos de su percepción de las cosas, sus dobles agendas, irónicas actuaciones y sus engañosos deseos materiales.

Uno de los atractivos del film es la actuación de Helen Hunt, quien tuvo una época de grandes éxitos como la serie de televisión "Mad About You" (1992-1995) y su merecido Oscar por “As Good as It Gets” (1997), ahora en este film demostrara nuevamente sus kilates como actriz. La película generó por la venta de taquillas la cantidad de $6 millones.

Comedia romántica tremendamente ágil, exquisita, descarada, irónica, fresca...

Un argumento basado en la novela de Oscar Wilde, El abanico de Lady Windermere. Mike Barker logra crear una película con unos diálogos cortantes, llenos de sarcasmo y mordacidad, totalmente amarillos, cáusticos y cargados de mala leche, donde aprovecha para sacar sin complejos los colores a una sociedad hipócrita, en la que es más importante el aparentar que el ser.

Genial Helen Hunt y formidable Scarlett Johansson.

Una película que entretiene con un humor mordaz e inteligente. Un soplo de aire fresco donde se deja transparentar todo el escepticismo social y la mordacidad de un genial Oscar Wilde.