Código del hampa

Si bien es un "remake" de "Forajidos" (The Killers, 1946), de Robert Siodmak, también es cierto que "Código del hampa" tiene que ver con una previa película de Siegel, "The Lineup" (1958) -conocida en su edición española en DVD con el título de "Contrabando"- en el retrato de una peculiar pareja de delincuentes de diferentes edades (en ambos casos), y tiene también algún punto de contacto con la posterior "A quemarropa" (Point Blank, 1967), de John Boorman. La banda sonora parece sacada de una serie de TV de esos años, pero aún así me gusta mucho. Ver a Ronald Reagan haciendo de gran cerebro del mundo del crimen no tiene precio, teniendo en cuenta su posterior e inmediata carrera política (primero como gobernador de California, luego como Presidente de los Estados Unidos). Lee Marvin hace un estupendo papel como despiadado asesino a sueldo que empieza a hacerse más y más preguntas, y Angie Dickinson interpreta a una fría mujer fatal, que miente mucho.

La película -adaptación del relato “The Killers” de E, Hemingway- resulta irregular en su ritmo e intensidad y también desigual en su capacidad de atracción.
Posee indudable fuerza expresiva y una notable capacidad para captar la atmósfera del cine negro pero, junto a momentos de gran tensión narrativa que parecen anunciar una obra de gran factura cinematográfica, hay otras escenas que apuntan hacia un D. Siegel que se desenvolvía en el ámbito de la inocencia conceptual.
Está filmada con muchos detalles de cine importante y con una generosa dosis de buena intención y de sentido comercial pero en el espectador queda un regusto amargo porque da la impresión de que el argumento contiene algo valioso que no se ha sabido trasladar a la pantalla con la excelencia debida.

Segunda adaptación de la novela de Ernest Hemingway The Killers titulada en España Código del hampa. Cuenta la historia de dos asesinos a sueldo que después de terminar un "trabajo" deciden averiguar las causas del por qué la víctima no opuso resistencia a su muerte. A través de largos flashbacks reconstruyen todo lo que pasó y descubren a su vez quién les contrató.

Don Siegel logra otra gran película de cine negro en una versión que no tiene nada que envidiar a la original de Robert Siodmak protagonizada por Burt Lancaster en los cuarenta. Tiene ritmo y una historia que engancha y en la que al final todo cuadra. Otro plato fuerte es su reparto, plagado de tipos duros que contrastan con la belleza perversa de Angie Dickinson. Fue el último trabajo como actor de Ronald Reagan antes de dedicarse por entero a la política.

Me gustan mucho las películas a colores de los años 60.
Ahora está de moda modificar digitalmente el color natural de la imagen para darle preponderancia a ciertas tonalidades sobre otras. Con esto consiguen atenuar toda la variedad de colores, dándole al film entero una monotonía cromática. En muchos casos la imagen queda muy llamativa y visualmente espectacular.
Pero ya tontean mucho con esto de darle ese "look cinematográfico" a cualquier obra audiovisual.
A mi me gusta el color.
No sé cómo era el tratamiento químico del celuloide en los años 60. Pienso que la decisión de qué colores iban a estar presentes era asunto del diseñador de producción y el director de fotografía. Era la iluminación y las escenografía lo que coloreaba la imagen. Una vez que hacían la toma no modificaban nada. No lo sé. Soy ignorante de esos temas.
De cualquier manera me gusta como quedaban.
The Killers tiene un excelente trabajo de fotografía y diseño escenográfico que le dan un llamativo colorido a la imagen; un aspecto muy sesentero.

La historia está también muy bien contada.
No leí el libro de la cual está basada, ni recuerdo casi nada de la primera versión de 1946 para poder compararla.
Pero no hace falta. Siegel trabaja con maestría el guion escogiendo cuidadosamente los planos y dirigiendo muy bien a sus actores. El resultado es un film muy bien confeccionado en el que seguimos la investigación de los asesinos con mucho interés.

Más que un thriller, es una película dramática con muchos momentos de tensión.

Basada en un relato corto de Ernest Hemingway, esta estupenda película de Don Siegel se ha convertido en una cuasi-obra maestra si no fuera por el marcado carácter televisivo que posee la cinta (una lástima, pero algunas secuencias han envejecido muy mal). Con todo, es un film apreciable, con unas interpretaciones sublimes (en especial, mencionar los trabajos de Lee Marvin, Angie Dickinson y John Cassavetes) donde, como curiosidad, hasta un pésimo actor como fue Ronald Reagan está aceptable es su papel de granuja sin escrúpulos. Aquí veo la escuela de Cine que creó el maestro Don Siegel y que tanto ha influido en el Cine contemporáneo: es evidente la influencia en el Cine de Clint Eastwood, lógico y como todos sabemos, pero también en cineastas "menos clásicos" como, por ejemplo, Nicolas Winding Refn o Quentin Tarantino (por ejemplo, la manera de enfocar a esos dos asesinos interpretados por Lee Marvin y Clu Gulager me recuerdan al enfoque de Tarantino con John Travolta y Samuel L. Jackson en «Pulp Fiction»). Pero no debemos olvidar que esta película de Siegel es un "remake" de una gran obra maestra del Cine negro como es «Forajidos» (1946), de Robert Siodmak, la cual recomiendo fervientemente.