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Supergirl (Serie de TV)

Serie de TV. Ciencia ficción. Acción. Fantástico Serie de TV (2015-Actualidad). Tras once años en la Tierra, la joven de 24 años Kara Zor-El decide seguir los pasos de su célebre primo y aprovechar sus superpoderes para salvar a los ciudadanos de National City de los criminales alienígenas que amenazan la paz. Pero si quiere continuar con su vida humana, primero tendrá que crear una nueva identidad secreta. (FILMAFFINITY)
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Críticas 20
Críticas ordenadas por utilidad
27 de agosto de 2015
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tono tiene una pizquita de vintage: los productores declararon haber usado la película de Richard Donner sobre el hombre de acero como "template" para esta nueva tira televisiva de Supergirl, dotándola de un similar espíritu esperanzador, y eso se percibe. Está claro desde el piloto que esta serie está más cerca de los kryptonianos de fines de los 70 y principios de los 80 que de los héroes de DC de las últimas series. Incluso el traje de batalla de la heroína luce bien clásico, sin las habituales modernizaciones de uniformes de las adaptaciones actuales de superhéroes. (el que finalmente se queda, porque antes el depravado del compañero le hace probar uno "hot" más revelador, que ella rechaza argumentando que "no iría vestida así ni a la playa". Por mí se hubiera quedado con ese).

EL ORIGEN es más cercano al del cómic que al del film de 1984: Kara Zor-El no un gatazo que vive en otro planeta sino que está en la pubertad y vive en Krypton; antes de que todo vuele a la mierda, su madre Alura envía a la niña a la Tierra para que vaya a proteger y a hacer de niñera al bebé Kal-El, pero su nave se queda atascada en un coso del espacio y, cuando finalmente llega a la Tierra, resulta que es más joven que Superman porque este ya había arribado hace como 20 años. Acá no hay Omegahedron , chicos, no lloren.

LAS INNOVACIONES comienzan cuando Kara ya adulta se instala en National City (en el otro extremo de los Estados Unidos de la ubicación de Metrópolis, para que no se cruce con su primo) y se pone a laburar en una empresa periodística como secretaria de la jefa superexigente Cat Grant -personaje originado en los cómics de DC- interpretado por Calista “Ally McBeal” Flockhart. Aquí es donde la dinámica de la relación entre ambas se transforma en un refrito de "El Diablo viste a la moda" (The Devil Wears Prada, 2006).

EL CASTING tiene sus cosas. Es un acierto haber elegido a una actriz con aspecto de chica normal como Melissa Benoist y no a una estilo modelo como Helen Slater o el yeguón de “Smallville”, pero Benoist sobreactúa terriblemente; las caras exageradas que pone en reacción a cada frase que alguno de los otros personajes le dice, se vuelven molestas.

A Jimmy Olsen el sol amarillo también lo mutó, porque de flaquito pelirrojo atolondrado que miraba a sus colegas con admiración desde abajo, se transformó en un musculoso negro de dos metros absolutamente elegante y
sofisticado, que llega enviado por Superman para tutelar a su prima (WTF?). Kara trabaja asociada a su propia S.H.I.E.L.D – la DEO: Department of Extra-Normal Operations - en la que trabaja su hermana adoptiva Chyler Leigh, porque al mismo tiempo que los dos chicos "súper" también arribaron a nuestro planeta un montón de otros aliens con poderes, todos malísimos, por supuesto.

EL MOMENTO "PATHETIC" es una discusión entre Benoist y Flockhart sobre si el nombre de batalla debería ser mejor "Superwoman" porque "Supergirl" sería machista; un debate absurdo que alguna vez sufrió en la vida real la editorial Marvel y que obligó a cambiarle a Susan Storm el nombre de Invisible Girl por el actual Invisible Woman.

PERLITA: Helen Slater, la Supergirl de 1984, hace un cameo como la madre adoptiva de Kara

Bye,
Pablo.
Giskdan
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2 de abril de 2016
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran entretenimiento superhéroico que mezcla con más elegancia, sensibilidad, audacia, astucia y cuidado del esperado intriga detectivesca, investigación criminal, romances mimados y humor sarcástico (que viene casi en su totalidad con el inolvidable personaje de Calista Flockhard) con gusto. Y esto viene de mí; una persona que siempre ha aborrecido al personaje de Supergirl en los cómic, considerándolo un añadido innecesario y cursi al personaje de Supermán... y que puso por los suelos en su día al largometraje dedicado a esta superheroína con traje de animadora estadounidense de 1984 (y sigo manteniendo que es uno de los peores films de la historia).

Pero aquí llega el nuevo resurgimiento de los superhéroes de la DC Cómics, que comenzó con el reboot nolaniano de Batman y con la incursión en la pequeña pantalla de Arrow (y que ha continuado con más o menos suerte en cuestión de calidad con las mediocres cintas de Superman de Snyder (a las que afortunadamente el tiempo está situando en su lugar), con la tenebrosa "Gotham", con la instruída, despierta y complaciente serie "The Flash"... y con su lamentable spin-off "DC's Legends of Tomorrow" que se acerca más a una temporada mala de los Power Rangers que a las series predecesoras de la DC. En este caso "Supergirl" se cuida muchísimo más que "DC's Legends of Tomorrow", se cuida mucho más que el largometraje de Supergirl de 1984... y acaba siendo un triunfo del entretenimiento para todo fan del género suerheroíco. Con un tono festivo y juvenil que se acerca más a los largometrajes de la MARVEL Cómics que a la oscuridad de los Batman de Burton y Nolan (incluyendo a la serie animada de los 90) o al Arrow de Berlanti, "Supergirl" sumerge de la misma forma que ya lo hicieron la serie "The Flash" (2015) o "Lois y Clark: Las nuevas aventuras de Supermán" (1992) protagonizadas por Dean Cain y Teri Hatcher.

"Supergirl" comienza camelando al rodearse de un reparto notable. Melisa Benoist me ha sorprendido gratamente, pues dota de humanidad, sutileza y carisma a un personaje (el de Kara Kal-El (Kara Danvers)/Supergirl) que a priori en papel resulta excesivamente azucarado y cursilón. Sin embargo la actriz con su actuación aporta matices y comprensión a este personaje. La actriz aprovecha su encanto personal con miradas y sonrisas cómplices para con el espectador como Supergirl, y le hace natural y creíble ya sea en sus gestos de rabia, de intriga o de inseguridad (pues esta Kara ha fingido tanto no tener poderes sobrehumanos para sobrevivir en la Tierra sin sufrir a manos de los humanos... que su alter ego de la Tierra es una joven algo vacilante, tartamudeante y torpona (y no por ello sin dejar de ser inteligente y perspicaz por dentro)). ¡Vamos!, que Benoist ha tomado más como referencia para su interpretación al dual Clark Kent/Superman de Christopher Reeve que al atractivo de Dean Cain o al antipático de Cavill... y resulta un triunfo. Esta Kara/Supergirl es una joven inmadura y en aprendizaje continuo... pero no sin dejar de ser sincera, natural y honesta en sus miradas. Un bravo por Benoist que logra sostener a este entretenimiento culpable (cosa no tan fácil). La actriz está secundada por unos correctos Chyler Leigh, Jeremy Jordan y Mehcad Brooks (aunque su Jimmy Olsen no esté a la altura del intrépido fotógrafo encarnado por Justin Whalin en "Lois y Clark") que se lucen sobretodo cuando conversan con esta Kara de temas trascendentes y relevantes de la vida (ya sean temas conflictivos o no), pero sin duda alguna destacan dos secundarios: David Harewood (con una encarnación SOBRESALIENTE de cierto superhéroe que no había pisado la pantalla (más en spoilers)) y Calista Flockhard (actriz a la que nunca había tenido en estima) que eleva la calidad de esta diversión como Cat Grant: una jefa de una gran corporación cargada de carisma, de brillantes e irónicos diálogos y reacciones (más en spoilers), una "superwoman" que lo mismo inspira con experimentados consejos a esta Kara/Supergirl que humilla con humor pero sin compasión a sus subordinados).

"Supergirl" no llega al nivel de "Arrow" y "The Flash" en sus tramas detectivecas (que aun así son embaucadoras y magnéticas)... pero a falta de los viajes espacio/temporales de "The Flash", tenemos una suerte de "El diablo viste de Prada" muy sagaz, ocurrente y salada en esa redacción de revista con Flockhard, Jordan y Brooks... una estupenda pandilla llena de química. Las tramas detectivescas están al nivel de cualquier episodio BUENO de C.S.I., con intrigas muy logradas (y villanos edificados con gusto y muy bien interpretados), mientras que la parte personal de la protagonista en líneas generales (hay alguna tonta excepción en sus 18 episodios) también se cuida de forma inteligente (ya sea con reflexiones en off o con momentos entre personajes).

En fin; "Supergirl" me ha sorprendido como un entretenimiento más que aceptable. Aporta más verosimilitud (sin cargarse la fidedignidad del cómis... más en spoilers) a la trama de Kara/Supergirl, un plantel de actores en sus salsa y con notables interpretaciones, unos guiones más redondos (simpática y afable cuando debe serlo, intrigante cuando debe serlo, dramática cuando debe serlo, autoparódica cuando debe serlo), una gran banda sonora, una estética más elegante (estupendos efectos especiales, por cierto) y un gran ritmo en su realización (apenas se pueden apartar los ojos de la pantalla) con unas tramas ágiles y unos diálogos fluídos respecto al fiasco cinematográfico de 1984. ¡Gracias Channel Warner!, pues tan cuidados están tanto los misterios, el humor y el existencialismo en sus guiones como su puesta en escena... y eso hace lucirse a "Supergirl" como nunca, sin una profundidad del copón, pero con un pasatiempo siempre notable y logrado. Recomendable. A la altura de "Lois y Clark: Las nuevas aventuras de Superman"... y muchísimo mejor que "Smallville" o "DC's Legends of Tomorrow" entre otras

Lo mejor: Las interpretaciones, en especial...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Spark
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11 de enero de 2017
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque Supergirl no es una serie que vaya a pasar a la historia ni nada por el estilo, debo reconocer que ha acabado ganándome, principalmente por dos motivos. El primero, es que Melissa Benoist borda el papel de Kara Danvers Y ("Y" con mayúscula) el de Supergirl. En muchas películas/series de superhéroes es fácil encontrarse con un actor que lleva bien una u otra identidad, pero no tal habitual que sea creíble en las dos, como es aquí el caso, hasta el punto de que incluso aunque las diferencias entre ambas sean ridículas, llegas a creerte que de el pego (sirva como ejemplo el Superman de Christopher Reeve). La segunda es que recupera el tono de los superhéroes de hace años, esos que no tenían pasados oscuros, ni estaban atormentados, ni se pasaban la vida debatiéndose en monólogos internos (como ocurre, por ejemplo, en Arrow). A veces a una le apetece algo sencillo que te deje buen cuerpo y fe en la humanidad. Sin embargo, la subo del 6 que probablemente se merece a un 7 por la enorme cantidad de guiños a los lectores de comic que hay distribuidos de forma gratuita (es decir, el que no sepa de tebeos no se enterará, ni falta que le hace). Para muestra, unos cuantos (sin spoilers):

-El personaje de Cat Grant, de la época de John Byrne en Superman, que redime a Calista Flockhart a mis ojos. Chop, chop.
-El montón de supervillanos casi completamente desconocidos que introducen perfectamente en los distintos episodios, desde Silver Banshee hasta Roulette. Es divertidísimo empezar a especular cuando aparece un personaje nuevo qué supervillano va a ser
-Wonder Woman (Lynda Carter) como presidenta de los Estados Unidos ("si el Air Force One te impresiona, deberías ver mi otro jet")
-Superman (Dean Cain) y Supergirl (Helen Slater) como padres de las hermanas Danvers.
-Recuperar los guiones de tebeos prácticamente desconocidos, como aquel especial de Alan Moore ("For the Man Who Has Everything")

En conclusión, como mínimo los lectores de Superman y series relacionadas deberían pasárselo genial con esta serie. ¡Pero que nadie espere House of Cards o Juego de Tronos!

NOTA: Esta crítica la escribí viendo la primera temporada, antes de que la serie se pasara a CW. En su recorrido en CW le bajaría la nota a un 2-3 dependiendo de los episodios. De las temporadas 2 en adelante, apenas se salvan uno o dos episodios como pasables, el resto son mediocres o, en el caso de las últimas temporadas, directamente malos. La culpa mayoritariamente de los guionistas o de la cadena, que aplica el tampón de clonar a todo lo que toca. Si te estás planteando verla, hazte un favor y quédate en la primera temporada.
crisurdiales
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31 de diciembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
No es una buena serie de superhéroes, ni una buena serie en general. Me ha decepcionado bastante, aunque viendo la dirección que han cogido otras series del Arrowverse, no me ha sorprendido que hayan dirigido Supergirl a un público más adolescente, creando una serie bastante blanca y aburrida.

Leo muchos comentarios halagando a Melissa Benoist, debe ser que el resto de actores, personajes y caracterizaciones están muy por debajo de ella, porque no veo nada destacable en su actuación ni en su Supergirl. La primera temporada (incluso la segunda) son salvables, pero a partir de ahí la serie se cae. Cuentan muchas tramas diferentes durante las temporadas y ninguna ha conseguido engancharme.

Como ya he dicho antes, poco original y muy parecida en mecánica a las demás series del Arrowverse. La única que se desmarca un poco por ser algo más "oscura" es Arrow, pero aun así también pierde su esencia inicial a medida que avanza. La serie se resume en feminismo y otros temas sociales que están en auge últimamente (y en los que se centran de más, llevando a la serie a la cancelación y a capítulos e incluso temporadas forzadísimas) y que está dirigido para adolescentes.
Joaquín Fénix
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14 de junio de 2020
3 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta temporada me ha recordado el monólogo de Shylock, personaje de la obra de Shakespeare El mercader de Venecia, cuando dice aquello de “¿Es que un judío no tiene ojos? ¿Es que un judío no tiene manos, órganos, proporciones, sentidos, afectos, pasiones? Si nos pinchais ¿no sangramos? Si nos hacéis cosquillas ¿no nos reímos?, si nos envenenáis ¿no nos morimos?" Y etc, etc...

Sí, porque en esta temporada, como en las anteriores, hay buenos, hay malos, hay acción, tortas, explosiones, peleas, superpoderes en acción y tal y Pascual. Pero creo que la serie ha dado un paso evolutivo y se ha preocupado de un tema que a todos nos incumbe, eso sí, trasladándolo al campo de la ciencia ficción.

Sucede que en esta realidad de la serie, los alienígenas conviven pacíficamente con los humanos, pero claro, siempre hay alguno que quiere dominar el mundo y tener poder sobre los demás, y como eso afecta a determinada persona, que primero está a favor de esa convivencia, pero tras unos hechos provocados por aliens malvados, cambia su perspectiva y pasa a odiar a cualquier extraterrestre, solo por el hecho de serlo. Y yo entiendo esa perspectiva, pero gente como esa, que la hay de verdad, tiene que entender una cosa que parece que ni quiere entender ni quiere escuchar.

Que en un grupo de personas haya dos que son asesinas, o terroristas, o cualquier cosa malvada de esas, no significa que todas las personas de ese grupo sean asesinas ni terroristas ni cualquier cosa malvada de esas.

Y hasta que no entendamos esto, no vamos a evolucionar como seres humanos. No importa el color de la piel, ni la procedencia ni el sexo de una persona, ni siquiera aunque haya cambiado de sexo. Eso es cosa de su genética y sus propias decisiones, que solo le afectan a él o ella. Lo que importa es la persona. No es el color de la piel, ni el origen ni el sexo de una persona lo que mata. Es su ideología, su forma de pensar y sus acciones a raíz de esas dos cosas. Y personas con ideologías equivocadas, que actúan de forma equivocada creyéndose mejor que los demás, las hay en todas partes, en todos los países y, probablemente, en todos los planetas habitados del universo.

Y eso es lo bueno que tiene esta temporada, que hace un estupendo alegato del respeto por los demás sin importar nada más que su condición con ser vivo, ya no digo ser humano, porque aquí los hay de distinta condición y diferentes orígenes cósmicos. El respeto antes que nada, pero obviamente, respeto cuando ese ser vivo, humano o no, se merezca ese respeto y también respete a los demás de la misma forma.

Si extrapolamos esto a nuestra realidad, queda bien patente que pasa lo mismo con los inmigrantes. En la serie, hay humanos que odian a aliens porque realizan trabajos con mayor capacidad, ya que pueden levantar objetos de mucho peso más fácilmente o moverse a mayor velocidad, lo que les facilita más sus tareas laborales y los empresarios prefieren contratarlos a ellos antes que, en comparación, a los débiles humanos. En nuestro caso, los inmigrantes aceptan trabajar por sueldos más bajos que los nativos, pero hay que mirar esto desde otra perspectiva (una cosa que todos deberíamos hacer, ponerse en la situación de los demás, algo que los racistas nunca harán). Que un trabajador inmigrante acepte un sueldo bajo, a lo mejor es porque para él, recibir ese sueldo es lo mejor que le ha pasado en su vida, ya que en su país no tenía nada para llevarse a la boca. No es el inmigrante el culpable de trabajar por un sueldo bajo, es el empresario el culpable por contratar a gente por sueldos de mierda, sabiendo que los van a aceptar. Lo que debe pasar es que ese empresario sea obligado por ley a pagar un mínimo a cualquier trabajador, venga de donde venga.

Claro, que este tema está sujeto a un largo debate, y esto es una crítica de cine, no una encuesta ni un lugar de tertulia. Así que prosigo con la crítica.

Supergirl es una tía que mola porque le da estopa a los malos, y la serie sigue dando lo que promete y subiendo el nivel en cada temporada. Pero aquí hay un descubrimiento, la actriz Nicole Maines, que se ha convertido en la primera heroína transexual de la televisión. Antes era un chico y ahora es una mujer, una actriz haciendo el personaje de una heroína alienígena que antes era varón y ahora es hembra. Que sí, que ya, que sus órganos internos siguen siendo de hombre, pero si ella se considera mujer, no importa su condición física, como ya dije, sino la persona, y eso no es cuestión de sexos, ni de colores, sino de caracteres. Persona y personalidad son palabras con la misma raíz, y los seres humanos no somos más que personas, todos hijos del mismo planeta y todos iguales. Luego, repito, la forma de actuar de cada quién es la que determina su valor como tal. Y repito, dejando aparte el argumento, lo que más me ha gustado de esta temporada es ese paso hacia una realidad más patente en el día a día, que es no solo el respeto por los demás, sino también el conocerse a uno mismo, descubrir quién es realmente y aceptarse de esa forma. Y el que no esté a gusto con este tipo de mentalidad, que se aparte y deje vivir a los demás.

LO MEJOR: El alegato por el respeto hacia los demás, sean del lugar que sean y del sexo que sean, y también el alegato por un periodismo de calidad, imparcial y veraz, que últimamente no se suele ver mucho ni en prensa ni en televisión.

LO PEOR: Jon Cryer no me pega haciendo de malo. Sigue teniendo cara de yogurín.
magoxulin
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